CONTRA EL TIEMPO (Caché)

CAPITULO 68.2

Llevábamos un tiempo en la camioneta dando vueltas por el centro de la ciudad, decidí no pensar en eso y disfrutar de la vista, algo tan simple como dar un paseo se había convertido en lo imposible, era tan abrumador darse cuenta de cómo la vida puede cambiar en un par de meses.

- Llegamos- la voz del chofer me sacó del trance- Industrias Garzón.

Busqué con la mirada a Cabello pero ella ya se encontraba sujetándome la puerta para que saliera.

- ¿Qué hacemos aquí?- pregunté pero obtuve el silencio como respuesta- se supone que el edificio esta clausurado- dije señalando las cintas amarillas antes de que la mujer las levantase para abrirnos paso.

- Lo está- respondió ella mientras me guiaba hasta los ascensores- pero tú eres la dueña.

Sonreí al caer en cuenta de que lo que decía era cierto.

- Eso no explica nuestra presencia aquí- contraataqué - a menos que nos estemos instalando en el edificio.

- No, yo solo estoy siguiendo órdenes- se defendió- no tengo información, todo es clasificado- dijo antes de sacar un walkie talkie- la luna esta menguando- la mire sin poder aguantar la risa

- ¿Es en serio?- me reí mientras entrabamos a la que solía ser mi oficina- que poco profesional es la gente de la que estoy rodeada- dije con aires de suficiencia

- Llegas tarde- una voz femenina retumbo dentro de la oficina.

Yo sabía quien era

- ¿Vale?- la silla se movió dejando ver a un ser muy parecido a mi sentado detrás del escritorio- ¿Eres parte de esta locura- corrí a abrazarla y llenarla de besos.

Ella sonrió

- Has cumplido, Cabello, yo me hago cargo desde aquí- mi hermana agitó la mano despidiendo a mi jefa de seguridad quién solo asintió perdiéndose dentro del cubo de metal.

- ¿Qué es todo esto?- pregunté viendo a la chica sonriente frente a mi

- Bueno, eso es confidencial- ella caminó hasta el sofá tomando un gancho que traía colgado un vestido sencillo de seda color hueso, los hombros estaban solo cubiertos por un par de tiras y el corte en la espalda era profundo.

Hermoso

- Esta divino Vale- halagué - ¿Harás fotos con el?- pregunté sabiendo que ella era modelo y que probablemente quería hacer sesiones dentro del edificio.

- No, es para que te lo pongas ahora, tienes tres minutos y contando- todo eso lo dijo mientras me pasaba unos tacones sencillos y me empujaba dentro del baño de la oficina.

¿Qué demonios estaba pasando aquí?

Me puse el vestido lo mas rápido que pude y sin siquiera mirarme al espejo salí para encontrarme con Valentina quién al verme se acercó con una expresión de adoración.

- Diablos hermana- sus ojos se llenaron de lagrimas- eres demasiado- sonreí tratando de no llorar.

Definitivamente ella y yo estábamos en otro nivel de nuestra relación, estaba totalmente feliz en dónde estábamos con nuestros sentimientos.

Después de hablar un poco acerca de lo que ella estuvo haciendo en los últimos días mientras me maquillaba, ella caminó hasta el escritorio sacando una corona de flores pequeñas, todas naturales.

A estas alturas decidí dejar de preguntar porque terminaba con mas dudas que respuestas.

- La luna está llena- habló mi pequeña hermana por un walkie talkie idéntico al de Cabello- listos para el eclipse- dijo en medio de una sonrisa.