CONTRA EL TIEMPO (Caché)

CAPITULO 28

POV POCHE

Tenía la garganta seca, llevaba algunas horas dormida, mi cuerpo realmente me estaba agradeciendo el descanso que había tomado y es que después de ese orgasmo que Calle me regalo no había como mantenerme mucho en pie, me robo las pocas energías que me quedaban.

Tuve un sueño raro, no era un sueño en sí, eran fragmentos de recuerdos de la preparatoria y los acontecimientos posteriores a la carrera, después de haber pasado la mejor noche de mi vida con Daniela.

*Flashback*

Estábamos en el segundo bloque de clases, al fin vería a Calle y estaba un poco nerviosa, sería la primera vez que nos veríamos después de que me dejase en la colina de la mansión, no sé cómo conseguí entrar sin que los guardias me notaran, quizá fue suerte, total, no lo sabría, ahora solo puedo pensar en aquellos ojos avellana que me encantan. Había pensado seriamente en mi relación con ella y me estaba replanteando la idea de callar lo nuestro, realmente a mi padre no tendría por qué afectarle demasiado la idea de que la hija de German Calle y yo estemos juntas, a fin de cuenta ellos eran los que tenían problemas entre sí, no había necesidad de mezclar las cosas.

Las dos horas pasaron y cierta chica de ojos avellana nunca se apareció en clases, estaba un poco preocupada aunque no era del todo raro que ella faltase, solo que en mi interior tenía la ilusión de que vendría para verme.

¿y si ya no quería verme?

¿y si solo quería pasar la noche conmigo?

No puede ser, no debo estar pensando de esa forma, Calle me ha demostrado sus verdaderos sentimientos y que tiene la disposición de estar realmente conmigo.

Salí del aula, necesitaba unos libros de mi casillero para la siguiente asignatura pero en el camino un cuerpo se interpuso chocándome levemente.

- Lo siento, venia distraída- me disculpe.

- No hay problema, en realidad te estaba buscando- esa voz la conocía, levante la mirada para encontrarme con Paula.

- ¿Dónde está Daniela?- fue lo primero que pregunte al ver que la boca de la rubia estaba sangrando levemente, tenía el labio partido.

- Necesito que vengas conmigo y no hagas preguntas- dijo

Solo asentí para ser dirigida por aquella chica, me llevaba del brazo como niña pequeña mientras me guiaba hacia lo que creía que eran los vestidores del equipo de softball.

- Entra- ordeno.

- ¿No vas a venir?- ella negó con la cabeza y se alejó cerrando la puerta dejándome adentro.

- Poché- escuche un susurro a mis espaldas, me di la vuelta y ahí estaba ella, con el pómulo inflamado y un corte en la ceja.

- ¿Qué te ha pasado?- pregunte en medio de la desesperación mientras dejaba mi mochila en el suelo para abrazarla.

- Lo lamento- estaba confundida.

- ¿Qué lamentas? No me has hecho nada- dije mientras levantaba la cabeza para mirarla a los ojos, acaricie lentamente su mejilla lastimada.

- No dejaba de decir que eras una zorra y yo no me pude contener, te prometo que no quería pero seguía hablando y diciendo cosas de ti- de acuerdo, ahora estaba aún más confundida

- ¿De quién hablas, Calle? ¿Qué hiciste?- cuestione levantando una ceja.

- Rix- dijo