CAPÍTULO 63

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POV CALLE

Era increíble como la vida de una persona podía cambiar completamente en menos de un año, estaba harta de las conspiraciones, de las traiciones, pero sobre todo estaba harta de que le hicieran daño a poche por mi culpa.

Lo que paso con Laura me tiene desconcertada, aquel día en el que hirió de gravedad a María José me había dejado en claro cuáles eran sus motivaciones... solo de recordar esa mañana las lágrimas invadían mi rostro, era imposible no sentirme tan impotente, casi pierdo al amor de mi vida y perdí al que hasta ahora se había convertido en mi mejor amigo, Villalobos.

Flashback

El tiempo se había detenido, las risas de aquellos dos se habían silenciado en el instante en el que poche cerro los ojos.

Había demasiada sangre, su respiración era cada vez más lenta y la mía por el contrario iba cada vez más rápida, se estaba muriendo.

- Lo siento mucho, comandante- una mano se había posado sobre mi hombro- pero la verdad es que este estorbo ya merecía morir, tenía más vidas que un gato- me levante de inmediato empujando a Villa quien seguía con esa expresión divertida pero sombría.

- ¿Por qué?- pregunté en un hilo de voz, no podía creer que precisamente ella hubiese estado detrás de todo.

- ¿Qué cosa?- soltó una risa venenosa mientras observaba su arma.

- Éramos amigas, Laura, ERAS MI MALDITA AMIGA... yo confiaba en ti- dije mientras miraba la sangre entre mis manos.

- Ese es el problema, Dani, siempre me viste como una amiga- dijo ella acercándose peligrosamente.

Yo ya no tenía ni voluntad para defenderme.

La miré con obvia confusión esperando a que siguiese hablando y lo hizo.

- Después de que me entregue a ti, decidiste que no podías tener algo conmigo más que una amistad... lo decidiste cuando yo estaba involucrada- sus labios rozaron los míos mientras hundía el cañón del arma en mi estómago.

Lo sujeté

- Hazlo- dije sintiendo aun sus labios cerca- ya me quitaste la vida- observé sus ojos incrédulos y su expresión enfurecida.

Villa se apartó de mí.

Manuel Galindo observaba atento toda la interacción como si toda la situación fuese lo mejor que había visto en su vida, simplemente lo estaba disfrutando.

- No me importaba que estuvieses con otras y diablos que todas caían contigo, lo que más me podía era que a pesar de enrollarte con cualquiera no podías olvidar a Garzón, que en paz descanse- hizo la señal de la cruz mientras observaba el cuerpo de Poché sobre aquel frío piso.

Para este punto ya me estaba deshaciendo en lágrimas, no podía concebir que la persona en la que más confiaba me hubiese traicionado de la manera más vil.

- Te hice un favor, Calle, al menos se van a ir juntitas al más allá- dijo mientras me apuntaba- le pides disculpas de mi parte cuando la veas.

Cerré los ojos y escuche un disparo, pero yo seguía de pie; otro disparo.

Abrí los ojos y vi la espalda de Laura antes de saltar por el balcón del patio, Sebastián estaba frente a mí revisándome.

- ¿Estas bien?- le escuché preguntar con un hilo de sangre saliendo de su boca.

Asentí y me lance sobre él, al pasar los segundos fue perdiendo la fuerza, estábamos sentados en el suelo y fue ahí donde me percate de la abundante sangre que emanaba de su tórax.

Después de ahí solo veía a Cabello golpeando a Manuel quien seguía sonriendo con satisfacción, a Daniel cargando a María José y a Paula sujetándome como hace mucho no lo hacía.

Fin Flashback

Ha pasado poco más de un mes de ese día y desde que estoy buscando a Villa hasta debajo de las rocas, lo que buscaba siempre estuvo ahí, a mi lado, cuidándome las espaldas, ella había dado la orden para la muerte de Ruíz, había puesto la bomba en la camioneta, sabia de la emboscada en Canadá y también sabia lo del secuestro de María José, secuestro que ocurrió justo el día que ella llego a la estación.

Estuvo detrás de todo siempre.

Le dio la orden a Garcés para que irrumpiese en mi oficina el día que Poché llegó de sorpresa.

Cada conjetura que luego fue confirmada por el mismo Manuel Galindo hacía que el caso fuese cada vez más oscuro y personal.

Daniel había movido todos sus hilos para que no me sacasen de la investigación y para averiguar todo lo que pudiese de la vida de Laura en Washington, que también resulto ser diferente de lo que ella decía.

Una autentica hija de puta.

Recibí un mensaje de Cabello diciendo que Poché había despertado nuevamente.

Tomé mis cosas y deje aquella oficina.

Necesitaba verla, necesitaba que sus ojos me miraran, la necesitaba.

...

- ¿Ya lo recuerda todo?- le pregunté a la doctora Jáuregui en cuanto la encontré charlando en la puerta de aquella habitación con Cabello.

- Se puede decir que si- dijo la mujer de ojos verdes mientras se alejaba un par de pasos haciéndome gestos para que la siguiera- aunque sigue desorientada, la psiquiatra que estuvo hablando con ella me comento de forma extraoficial, espero que permanezca así, que Garzón tuvo una especie de vida alterna dentro del coma, el día de los hechos marco un punto en el que se separaron dos realidades en su cabeza, aún sigue lidiando con la idea de que todo fue una especie de sueño- asentí mientras me rascaba la nuca, si esto estaba siendo complejo para mí, no quiero imaginar que tan complejo puede ser para ella.

- Iré a verla- dije y mujer asintió mientras daba la vuelta para irse.

Caminé decidida hasta quedar frente a la puerta, las manos no me daban para girar la perilla y el miedo se apodero de mí.

Pegué la frente a la madera fría.

- No puedo hacerlo- pensé en voz alta.

- Ella la necesita- la voz de Cabello me sobresaltó, volví a caer en la cuenta de su presencia y la de los dos custodios.

Suspiré varias veces antes de abrir la puerta con la cabeza agachada, no había notado cuan limpios eran los pisos de los hospitales.

- Amor...- escuché la voz quebrada de la peliazul.

No pude detener el llanto.

No pude detener el andar de mis piernas.

No pude detener a mi cuerpo cuando se abalanzo sobre el suyo.

No pude detener mis manos en cuanto tocaron sus mejillas llenas de lágrimas.

Mucho menos pude contener el beso que nos dimos.

Ella estaba aquí, conmigo, con vida y despierta.

No le podía pedir más al destino.

-Liss

CONTRA EL TIEMPO (Caché)Where stories live. Discover now