CAPÍTULO 61

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Gracias a San, que fue fundamental en el proceso y en lo que se viene.

POV POCHÉ

La sensación de entumecimiento parecía ser dueña de mi cuerpo, no sentía mucho más que cosquilleos por todos lados y solamente atinaba a mover levemente mis dedos que estaban siendo apretados por una mano fría pero suave.

- ¡Poché!- escuchaba una voz nerviosa y llena de lo que parecía ser emoción- María José, mi amor, si me estas escuchando- aquella voz se había esfumado, ahora solo escuchaba leves sollozos- vuelve a mover tus deditos Poché.

Trataba de abrir los ojos con todas mis fuerzas pero sentía como si un pegamento espeso entre mis párpados me lo impidiera.

Esto no era normal, estaba demasiado confundida y la ansiedad se empezaba a apoderar de mi mente.

- Amor- escuché de nuevo aquella voz aterciopelada ahora un poco inestable- por favor- me sentía afectada por aquel sonido apesadumbrado.

Concentré todas mis energías en los dedos, y como si fuese un atisbo de brisa... acaricie el dorso de aquella mano.

Después de eso todo fue un remolino de emociones que no puedo describir, la ansiedad creció en cuanto aquel toque se alejó de mí y un montón de manos tocaban mi rostro, mis manos y mis piernas.

¿Qué demonios está pasando?

En un momento estoy en una habitación de hotel con Calle y al siguiente no tengo ni idea de mí. Estaba en un hospital, los sonidos de las máquinas delataban la situación, pero no lograba recordar el porqué de mi presencia en éste lugar.

De repente pude sentir destellos de luz en mis ojos, algo que me cegaba y molestaba, pequeños piquetes se sentían también en la planta de mis pies y en las palmas de mis manos, moví mi cuerpo ligeramente ante la molestia por toda la invasión que se cernía sobre mí.

- Hay respuesta física positiva a los estímulos- las voces iban y venían rápidamente y fue entre ese análisis de sonidos que escuché como los pitidos de las máquinas de monitoreo se aceleraron, todos se movían velozmente y caí en cuenta de que estaba tratando de respirar y no podía, estaba entrando en pánico.

Tenía frio ahora

De nuevo trataba de respirar pero sentía algo atravesado en mi garganta.

- ¡Debemos retirar la ventilación mecánica ya!- fué lo último que escuché antes de desvanecerme nuevamente.

....

- ¿Calle?- me levanté en busca de la castaña, estaba desnuda pero poco me importó.

- Aquí estoy- escuche su voz desde la gran sala de aquella habitación de hotel.

- ¿Qué haces?¿quién te dijo que podías levantarte de la cama?- su figura descansaba sobre el banquillo de un piano que nunca había visto antes- ¿Ese piano estaba aquí?

Su sonrisa me ilumino el rostro mientras negaba suavemente.

-Quiero tocar algo para ti- dijo mientras se acomodaba y yo me acercaba hasta apoyarme sobre aquel instrumento.

Sus dedos diestros se deslizaban sobre las teclas blancas y negras, sus ojos permanecían cerrados mientras interpretaba aquella canción que juraba haber escuchado pero que no recordaba.

En cuanto tocó el último acorde sus ojos se abrieron dejándome ver aquel color acaramelado que tanto amaba.

- Te estoy esperando- susurró poniendo una de sus manos sobre mi mejilla mientras se acercaba para dejar un corto y casi imperceptible beso- necesito que despiertes.

Fruncí el ceño mientras la observaba.

- ¿De qué hablas amor?- pregunté mientras trataba de moverme hacia ella pero era imposible, estaba paralizada.

- Solo vuelve a mí- por sus mejillas corrían lágrimas, yo luchaba por poder tocarla y decirle que aquí estaba y que estaba con ella pero fue imposible.

Todo se borró de repente y de nuevo la oscuridad reinaba.

...

- María José- abrí los ojos con esfuerzo, y lo único que podía ver eran destellos blancos.

Me removí sintiendo como todos mis huesos tronaban, me sentía cansada, como se siente cualquiera después de correr un maratón.

Tosí sintiendo la resequedad recorrer dese mi boca hasta la garganta y una molestia que llegaba hasta mi estómago, eran arcadas las que ahora me impedían respirar con normalidad.

- María José, soy la doctora Jáuregui- enfoque mi visión después de casi vomitar y pude distinguir una figura pálida, cabello recogido y ojos verdes- no te esfuerces en hablar, solo necesito que me escuches y afirmes o niegues con la cabeza ¿puedes hacer eso?- afirmé con el movimiento que la mujer me había indicado.

¿Era esto un sueño?

Más bien una pesadilla

- Bien, los procedimientos indican que no debo hablar de ésto, pero debido a tu prometedora recuperación y a la insistencia de tu prometida he decidido hacerlo- la mujer se acercó mientras examinaba mis ojos- sigue mi dedo- hice lo que me pidió y enseguida lo anoto en lo que parecía ser una tableta- te dispararon- de repente pequeñas escenas se presentaron frente a mis ojos.

Una mujer con un arma frente a mí, yo cayendo al suelo y Daniela sujetándome, luego...

Una película, una directora...
Entrevistas, un hotel y Daniela...

- Estuviste en coma inducido, perdiste demasiada sangre y se comprometieron un par de órganos, hace una semana dejamos de suministrarte la medicación y despertaste después de treinta y cinco días- aquella información daba vueltas en mi cabeza.

¿Quién era yo?

María José Garzón, actriz... no... no...

Daniela, ella era mi co-protagonista... ella era agente de policía pero era sólo un papel.

No...

Calle tocando el piano, aquella melodía... Daniela pidiéndome que despertara...

El coma, estaba en coma porque me dispararon...

¿Quién es María José?

Traté de levantarme, quería levantarme y salir de ese lugar pero tenía un montón de cables conectados.

- María José, necesito que te calmes- de nuevo esa voz, esa mujer que me mentía- adminístrale el sedante.

Sentí un par de manos sujetarme mientras trataba de liberarme... pero poco a poco iba perdiendo la fuerza...

Perdí la visibilidad y de nuevo todo fue borroso.

Todo fue negro.

-Liss

CONTRA EL TIEMPO (Caché)Where stories live. Discover now