Y todo quedo en que Liam, Miguel, Gabriel y Melany irían a investigar sobre el lugar. Melany casi se ofreció. Me parece bueno, ya que la última vez todos los hombres quedamos en una especie de shock. Melany puede encargarse de Lorena. Pero para que José no querer arriesgarse, mando a muchas personas. No creo que sea prudente. Pero el resto de nosotros Kevin y yo, iremos a buscar a Ana. Niall no, ya que Liam se niega rotundamente. Es un poco sobreprotector con su hermano, aunque Niall me hace recordar a Lucie. Liam al menos lo mantiene vivo, no como yo… niego con la cabeza. No pienses en esas cosas. Ese presentimiento de que todos estamos cayendo en la boca del lobo no ah persistido. Sigue allí. Solo espero equivocarme.
—Ángel, acuéstate. Mañana será un día muy largo —dice Gabriel desde la puerta. Ruedo los ojos y me cubro con la sabana la cabeza.
—Deja el fastidio —gruño. Escucho la risa de Gabriel y luego la puerta cerrándose. Suspiro. Gabriel tiene razón, aunque nunca lo acepte en voz alta. Mañana será un día muy, muy largo. Mañana tengo que encontrar a Ana, no tengo, voy a encontrar a Ana.
Un ruido en alguna parte me despierta. Abro los ojos irritado y miro a mí alrededor. El ruido de nuevo. Parece venir de afuera. Veo la hora. 6:30 am. Muy temprano. Quizás sea Liam llegando de sus carreras. Me levanto y salgo afuera. Algo golpea mi torso desnudo. Bajo mi mirada y me encuentro a Melany. La ayudo a estabilizarse con mis manos en sus hombros. Melany tiene su pelo rojo suelto y esta vestida con un vestido por encima de las rodillas rojo, es muy ceñido al cuerpo.
— ¿Estas bien? —pregunto. Melany levanta la mirada y sus mejillas se vuelven rojas. Saco mis manos de sus hombros rápidamente y las coloco detrás en mi espalda. Estoy nervioso.
—Sí, claro —dice Melany rápidamente. Melany no me mira a los ojos, su mirada se posa en todo menos en mi. Estamos nerviosos los dos.
— ¿Qué haces despierta, en ese vestido a las 6 y pico de la mañana? —pregunto confundido. La verdad es que tengo curiosidad.
—No es tu maldito problema —gruñe Melany empujándome para pasar. Me muerdo el labio inferior. ¿Abre preguntado algo malo? Yo solo lo dije por curiosidad. Y ahí tienes lo que pasa cuando abres la boca Ángel. Sacudo la cabeza y me abstengo de golpearme.
—Lo si-siento —balbuceo torpemente. Melany se vuelve y se acomoda un mechón rebelde que sigue molestándole la cara.
—No te preocupes. Lo siento, no debería haberte hablado tan brusco —dice Melany con una sonrisita. Sacudo la cabeza. ¿Me está pidiendo disculpas? Esta chica es increíble. Yo la cago y ella se disculpa.
—No te preocupes —suelto. Melany se ríe y se pasa una mano para aplacar su pelo— ¿Qué es tan gracioso?
—Que en todo el tiempo que llevamos aquí, esta es la conversación más larga que hemos tenido —dice Melany con una sonrisa.
—Tienes razón —digo sonriendo.
—Casi pensaba que tenías complemente de mudo —bromea Melany. No sé de qué está hablando así que no digo nada. Melany se mira el cuerpo y me mira nerviosamente después— bue-bueno yo me voy a mi cuarto… nos vemos Ángel —dice con una sonrisa y luego se escabulle hasta su habitación. ¿Complemento de mudo? ¿De qué está hablando? Le preguntare a Gabriel la próxima vez que lo vea. Mi sueño se esfumo, ahora estoy más despierto que nunca. Aprovechar la mañana será. Me adentro en mi habitación. Voy a mi armario y me visto con un pantalón de chándal y una camiseta blanca. Bajo las escaleras y voy directo al sótano. Voy a la pared izquierda y toqueteo un par de veces hasta que consigo la parte floja. Este sótano tiene trampas que ocultan las múltiples armas. El espacio es grande, las sillas están recogidas hasta la próxima reunión que se supone que debe de llevarse a cabo dentro de unos días. Aunque José ha estado descuidando el negocio últimamente. Se encierra en su despacho y no nos dice nada o para pelotas. Me sorprende eso de que José tuvo una novia y que es la mismísima Lorena.
Un escalofrió me recorre el cuerpo al escuchar su nombre. Mentí cuando dije que no recordaba que había pasado cuando estaba bajo el poder de Lorena. Me acuerdo perfectamente, es como estar en tu cuerpo pero no lo controlas tú. Es exasperante. Recuerdo como Lorena me tocaba y me besaba sin yo querer. Como se reía de mis inútiles esfuerzos por salir de su control. Fue escalofriante y me dio miedo. No quiero que todos sepan lo débil que fui, lo débil que me sentí en ese momento. No quiero que sepan cómo Lorena me tocaba sin mi consentimiento, por su placer propio, no el mío. Aunque ¿Qué voy a saber yo de placer?
Saco un saco de boxeo y lo guindo. Entonces con todas mis fuerzas comienzo a golpear. Mis pies se doblan lo justo y mis manos tienen la forma correcta. Golpe, golpe, jadeo, golpe, golpe. Doy un paso atrás y pateo. Golpe con la derecha, golpe con la derecha, golpe con la izquierda, patada con la derecha. Doy unos saltitos y continúo con mi rutina. No sé cuánto tiempo transcurre antes de que alguien me encuentre. Estoy sudado y jadeando como un perro.
— ¿Ángel? —pregunta alguien detrás de mis espaldas. Dejo de golpear y pego la frente del saco. Jadeo ruidosamente y cierro los ojos.
—Soy yo —digo entre jadeos. Me vuelvo y me encuentro con Melany. Me siento tímido al instante. Estoy sudado, huelo a mono o a algo peor y estoy en malas fachas. Ya va y ¿Por qué a mí me preocupa cómo me veo delante de Melany?
— ¿Estas practicando? —pregunta Melany acercándose. Me alejo hasta la esquina y abro el mini bar. Saco una botella de agua fría y bebo un gran sorbo.
—Si —respondo y tomo otro sorbo. Cierro los ojos y disfruto del agua. Tan pura… tan mágica… aunque este procesada, sigue siendo agua, le sigue quedando esa parte de pureza que la convierte en magnifica. Al menos para raros como yo.
— ¿Una pelea? —pregunta Melany con una ceja alzada y las manos en la cintura. Paro de beber y la miro divertido aunque no digo ni una palabra. Alzo una ceja y asiento. ¿Por qué no? Puede ser divertido, además que siempre he peleado es con Gabriel y sería muy útil practicar con otra persona. Otro estilo de pelea. Melany se vuelve y va a buscar la colchoneta mientras que yo retiro el saco y lo guardo. Me dejo caer en el piso descansando unos segundos. Si quiero una pelea, una buena pelea con Melany debo de descansar un rato. No sé cuánto llevo golpeando el saco pero creo que mi sudor es una señal— eh, mueve ese culo y ayuda a la dama —gruñe Melany. Sonrío de lado. Las mujeres quieren ser tratadas como iguales, pero solo cuando les conviene. Ruedo los ojos y me levanto a ayudar a Melany. Cuando la colchoneta está colocada Melany y yo nos miramos— ¿no vas a decir nada? —pregunta Melany con una ceja alzada y las manos en la cintura. Sonrío y me encojo de hombros.
—Soy un hombre de pocas palabras —respondo. Melany se ríe. Y es la cosa más hermosa que eh escuchado.
—Entonces, hombre de pocas palabras, prepárate para caer —dice arrogante. Entonces se me abalanza. Su pie viene directo a mi cara pero se lo atrapo y hago que Melany gire y caiga al piso de espaldas. Melany gruñe. Sonrío y le tiendo la mano para ayudarla a levantar. Melany la toma, pero me mete los pies y jala haciendo que me caiga a la colchoneta. No puedo evitarlo, me río. Melany está a medio metro de mi de rodillas. Me levanto rápidamente y Melany también. Nos miramos y nos desafiamos hacer el primer movimiento, pero ese no lo hare yo. Melany se impacientara. Tengo mucha paciencia, puedo esperar. Comenzamos a movernos en círculos y a mirarnos fijamente. Luego de un rato de tantas vueltas comienzo a marearme. Esto es ridículo ¿Melany no piensa atacar? Pero yo no atacare primero, eso lo tengo claro. Tenemos una lucha de miradas. Mis simples y aburridos ojos marrones contra sus hermosos ojos verdes. Mi boca se curva en una sonrisa, esto es entretenido. Melany entonces se abalanza sobre mi y me golpea en el estómago, sacándome el aire. La agarro de su brazo y se lo retuerzo detrás de su espalda. Los dos jadeamos y mi sonrisa es deslumbrante. Me estoy divirtiendo. Melany se retuerce pero aprieto más su brazo hacia arriba y ella gime de dolor. Quizás debería aflojar, le estoy haciendo daño pero entonces, ella tendría una oportunidad y perderé. Melany resopla frustrada. Me acerco a su oído.
— ¿Estas lista para rendirte? —pregunto en su oído. Siento a Melany retorcerse en mis brazos. Sonrío arrogante aunque no pueda verme. Con mi brazo libre aprieto a Melany contra mi. No podrá escapar y tendrá que rendirse algún dia.
—Joder…. Suéltame —gruñe Melany.
— ¿Eso es un si? —pregunto. Melany se retuerce nuevamente pero no la dejo libre.
—Si, joder, si, joder suéltame —gruñe Melany. La dejo libre y me alejo un metro. Melany puede buscar venganza luego. Melany se masajea su brazo y me mira molesta. Sonrío triunfante. La vencí en su propio reto. Melany sigue mirándome y sigue masajeándose el brazo. Culpa comienza a florecer. Le hice daño, soy una bestia.
—Lo siento —digo mirando al piso.
— ¿Por qué? —pregunta con confusión Melany.
Frunzo el ceño. — ¿Por lastimarte?
—Te saque el aire y te lance al piso, no hablemos de lastimar. Buena pelea, la próxima te voy a ganar, eh —dice divertida Melany. Me regala una sonrisa radiante y camina hasta el mini bar. Sonrío de regreso. Eso ha sido divertido. Comienzo a recoger la colchoneta y la guardo. Cierro el compartimiento y vuelve a quedar oculto. Me rasco la cabeza y me vuelvo. Melany me está mirando fijamente. La miro de vuelta. Ella se pone roja y su ceño se frunce. Le regalo una sonrisa. Lo más probable es que se pregunte como mierda le gane. Fue fácil, si me preguntas.
—Nos vemos —digo despidiéndome y subiendo las escaleras.
—Chau chico mudo rudo —grita Melany detrás de mi. Escucho su risa y me le uno. Divertido. Subo a mi habitación y veo la hora. Las 8:45 am. Wow, el tiempo pasa rápido. Me doy un baño y me visto con un bluejean un poco pegado y una camisa ceñida negra. Entonces bajo a desayunar. Ya todos están aquí, menos Melany. Me siento enfrente de Niall y al lado de Gabriel.
—Pase a tu habitación temprano y no estabas —dice Gabriel. Lo miro y asiento en afirmación. Kevin está haciendo arepas. Me miro las manos y comienzo a juguetear con ellas— Ángel, lo que quise decir, fue ¿Dónde demonios estabas? —pregunta Gabriel irritado. Ah, eso quiso decir. Pensé que hacia una afirmación.
—Aprende a usar los signos de interrogación para una pregunta —suelto— y estaba en el sótano, practicando.
—Te levantaste temprano entonces —dice Gabriel. Asiento para confirmar. Gabriel resopla irritado— por Dios, odio que seas tan callado. Me estresas —gruñe Gabriel. Sonrío pero no digo nada. ¿Para qué decir tantas palabras estúpidas? Aja, si, claro, no. Son estúpidas. Las palabras lastiman a las personas. Las palabras lastimaron a Lucie mucho más que el accidente. No quiero, no puedo hacerle eso a alguien. Con solo pensarlo… gruño por lo bajo y golpeo la mesa. No Ángel, la ira es mala. Es mala. Recuerda la última vez, recuerda lo que paso. Inhala, exhala, inhala, exhala. Cuando por fin recupero la respiración normal me permito abrir los ojos. Gabriel me está mirando raro y sé que él sabe que me pasa. Me pasa seguido. Los recuerdos.
—Bebes, mis hijos —dice Kevin como una si una madre fuera— ya está la comida —dice cariñosamente. Ruedo los ojos mientras Liam ríe.
—Que rico, mami —dice en voz aguda Liam— la quiero con revoltillo.
—No seas marico, ven a prepararte tu mierda tu —dice Kevin riendo. Liam rueda los ojos y se levanta. Todos lo hacemos. Kevin hace las arepas y todos no las preparamos. Liam prepara sus revoltillo. Yo las prefiero con queso y mostaza. Gabriel con queso y jamón. Miguel con revoltillo. Kevin con atún. José con queso. Niall con queso y jamón. Gago se la prepara con jamón solo. Melany entra en la cocina y nos ve a todos preparándonos nuestras arepas.
—Gracias por esperarme —gruñe y se va a preparar la suya. Queso, jamón y salsa rosada. Todos nos sentamos a desayunar. Mi mirada se encuentra de vez en cuando con Melany. Terminamos de desayunar y cada quien friega su plato. Entonces nos dispersamos. Miguel, Liam, Melany y Gabriel subieron para prepararse a salir a luchar, lo más probable. Aunque si todo va bien, cosa que dudo, ellos saldrán ilesos. Kevin y yo nos fuimos a prepararnos pero para otra cosa, igual de importante, buscar a Ana. Tengo una idea de donde comenzar. Antes nos dividimos, pero creo que esta vez deberemos estar juntos. Algo me dice que Ana está en peligro. Saco mi cinturón para llevar armas y me engancho dos cuchillos, los dos con runas Mors y dos pistolas con las mismas runas. Subo a mi habitación y me coloco una chaqueta larga para cubrir el cinturón. No podemos ir por la calle armados hasta las orejas sin llamar la atención. Aunque a donde vamos, no creo que haya muchas personas. Bajo y me encuentro a Kevin listo para partir.
— ¿Y a dónde vamos? —pregunta Kevin.
—No muy lejos —respondo. Antes de salir nos encontramos con Niall, que esta pálido y un poco molesto.
—Eh, tranquilo, la encontraremos —dice Kevin para tranquilizar a Niall. Niall asiente ausente y sube las escaleras. Frunzo el ceño pero no digo nada al respecto. Caminamos hasta la acera y cruzo a la izquierda. Estoy seguro que Ana debe de estar por aquí. Lo más seguro es que se golpeó la cabeza y llevara todos estos días allí. Cruzamos a la izquierda de nuevo y seguimos caminando por la acera— chico ¿A dónde vamos? —pregunta Kevin. Ruedo los ojos.
—A encontrar a Ana.
Y ANA SIGUE PERDIDAAAAA!!!
¿Pero soy yo... o algo pasa entre Melany y Ángel? Esperemos que no sea de un solo sentido... ok, me callo. ¿Que hace Melany con esa ropa de cualquiera? ¿Sosprechas de que...? comentenlas.
Les dejo el trailer abajito por si no lo han visto :3
Ana sigue secuestrada y esta gente no sabe ni en donde estan parados, pero creo que Ángel esta muy decidido ¿no creen? yo creo que el va a encontrar a Ana. PORFIN!! Si a Ana la hubiera buscado su mama, esto no buscar a Ana seria resumido en menos de un capitulo jajajaja xd pero no, la mama es otra por alla por el limbo. #Estres.
GRACIAS A TODOS POR LEER YA TENEMOS 7MIL lecturas<3 I LOVE YOU.
Voten, comenten y compartan<3
Los quiero mucho, Merlys.