DARK SOUL

By The_LittleBlonde

6.3M 461K 103K

"Si no estas dispuesta a amar sus demonios, simplemente no intentes sacarlo del infierno." -No tienes que est... More

DARK SOUL
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPITULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPITULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 22
CAPITULO 23
Capítulo 24
CAPITULO 25
CAPITULO 26
CAPITULO 27
CAPITULOS 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
Capítulo 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
CAPÍTULO 49
CAPÍTULO 50
CAPÍTULO 51 -FINAL-
EPÍLOGO
Secuela
SEGUNDO LIBRO- CONTRITUM

CAPÍTULO 40

74.4K 6.5K 984
By The_LittleBlonde

Los tenues rayos de sol atravesaron las cortinas dándome en pleno rostro. Odiaba despertarme por culpa del sol, me ponía de mal humor y generalmente cuando eso ocurría significaba que tendría un día de mierda.  Y sí, tal vez estaba siendo demasiado pretenciosa pero no podía ser optimista en mi estado actual. Ya hacían cinco semanas desde que habíamos encontrado a Iam. Él aun no recordaba absolutamente nada y al decir verdad no tenía muchas esperanzas de que ello ocurriese. Gael había logrado avanzar con él, incluso habían días en donde podían sobrellevar una charla amena entre los dos, Iam le preguntaba cosas sobre su pasado y Gael trataba de responder todas sus dudas. Aunque Gael había logrado acercarse a Iam, yo no contaba con la misma suerte.  Cada vez que se topaba con mi rostro me lanzaba todo tipo de palabras siniestras que ni yo misma sabía que existiesen. Pareciera como si mi rostro le inspirase a inventar groserías en mi honor.  No puedo negar que al comienzo fue bastante duro ya que no era común recibir insultos de parte de una persona apreciada, al menos no de la manera en que él lo hacía. Pero luego fue como si ya no me afectaran, es decir, me daba igual que me dijera cosas morbosas o funestas, ya ni le tomaba en serio sus palabras. Era como un juego de quien tienta a quien. Y el primero en enojarse obviamente perdía, por esa misma razón yo no pasaba mucho tiempo con él y era Gael quien se encargaba de todo.

-¿Jay? –Escuché la voz lejana de Gael en el corredor. –El desayuno está listo.

-¡Ya voy! –Grité mientras me levantaba de la cama y me acomodaba el cabello. Corrí hasta la cocina sin importar mi aspecto. Llevaba puesto unos mini shorts de dormir y una camiseta pegada al cuerpo. Sabía que la idea de tener a una chica vestida así en tu casa podría sonar bastante provocativa pero vamos era solo Gael, era como un hermano para mí. Y Iam, bueno él estaba de manos atadas así que yo no corría riesgo alguno.

Caminé hasta la mesa del comedor y observé el delicioso desayuno servido, no había rastro de Gael por lo que di por sentado de que había salido hacia la ciudad ya que constantemente iba a visitar a Kaley para mantenerla informada al respecto. Mis sospechas enmarcaban que entre Kaley y Gael había algo, no estaba segura si eran dos hermanos que se querían demasiado o simplemente gustaba uno del otro. Sin embargo mis dotes de cupido me decían que había atracción entre ellos. Y al decir verdad harían una pareja encantadora.

Pobre Austin, no puede competir contra Gael... Ni Pam contra Kaley.

Suspiré mientras comía mi desayuno con absoluta felicidad hasta que me pregunté si Iam no tendría hambre. Imaginarme a mí sin comida era totalmente desgarrador. Ya hacían cinco días sin comer, no sabía porque se había negado a probar bocado alguno, tal vez solo quería llamar la atención, aun así no pude evitar compadecerme. Sabía que era inmortal pero tal vez podría sentir hambre. Una desgarradora angustia se apoderó de mi estómago. Rápidamente tomé unas tostadas con mermelada y una taza de café y caminé hasta el depósito en donde Iam descansaba. Habitualmente era Gael quien se encargaba de llevarle alimentos y todas esas cosas ya que yo no podía estar en contacto con él sin desatar la tercera guerra mundial.

Tal vez por eso él era tan cascarrabias, yo misma podría ser un demonio si no me alimentaban bien.

Abrí la puerta con delicadeza mientras ingresaba al lugar. Mis pasos eran lentos y cautelosos. Como si estuviera infiltrándome en algún tipo de misión suicida. Lo observé y me percaté de que tenía los ojos cerrados. ¿Estará dormido?

No, él no duerme.

Caminé sigilosamente hasta posicionarme enfrente de él. Tomé del plato una tostada y la acerqué a su boca.

-Abre la boca. –Ordené mientras le tendía la tostada enfrente de él. Al principio no se inmutó en lo absoluto, luego de unos minutos abrió lentamente sus ojos y me observó. Parecía como si tratara de estudiar cada uno de mis movimientos. Me moví inquieta mientras señalaba la tostaba indicándole que abriera la boca.

-No tengo hambre, Jay. –Espetó en un tono neutro mientras giraba su rostro hacia la ventana y observaba los arboles con tranquilidad. Luego se volteó hacia mí nuevamente. –Pero te agradecería si me dejaras ir al baño.

¿Era amable conmigo? Trama algo…

-Creo que deberás esperar a que Gael vuelva. –Moví mis manos nerviosa ya que había sido un error darle el dato de que me encontraba sola en aquel lugar. –Ya está por volver. –Acoté tratando de tranquilizarme.

-Es urgente. –Insistió mientras me seguía observando intensamente a los ojos. Por un instante quise convencerme de que era sincero. Y como era lo suficientemente estúpida obviamente le creí.

Bajé las tostadas sobre el plato y me acerqué a él para quitarle el candado que le apresaba las manos a la pared. Al principio dudé si debía hacerlo. Pero por alguna extraña razón él se veía bastante sereno esta mañana. Era como si el Iam agresivo y grotesco hubiera desaparecido dando paso a un Iam misterioso e indiferente.

El mismo Iam que había conocido al principio…

-No te alejes mucho. –Inquirí en el momento en el que le solté por completo el candado. Estaba nerviosa, sabía que era un error dejarlo suelto siquiera por un segundo, pero Gael volvería pronto. Solo debía hacer tiempo y él lo solucionaría.

-De hecho, no pienso alejarme de ti. –Inquirió mientras me giraba y me tomaba de las muñecas dejándome de espaldas a él. Mi corazón se aceleró a mil insistiendo en que fui una idiota al dejarlo libre. Iba a morir.

-Iam, no hagas una estupidez… -Quise sonar lo bastante segura pero mi voz vibró con el miedo reflejado en ella.

-¿Sería una estupidez hacer esto? –Cuestionó mientras me soltaba las manos y colocaba sus brazos alrededor de mi cintura, cubriéndome en un cálido abrazo.  Su mentón estaba en mi nuca, su torso rígido chocaba contra mi espalda. Nunca antes había estado en aquella posición con él y no pude negar que eso hizo derretirme por completo.

-R-recuerdas?...–Tartamudeé tratando de ignorar su suave respiración en mi oreja. Podía sentir su cálido aliento chocar por el lóbulo de mi oreja.

-No, pero estudié tus recuerdos. –Se quedó callado unos segundos y luego prosiguió. –Quería saber que se sentía tenerte cerca. –Sus palabras fueron como un choque en el corazón. Sabía que no debía ilusionarme pero era algo imposible si se comportaba así.

-¿Y cómo te sientes? –Pregunté mientras me mordía el labio nerviosa mientras me preparaba para recibir su respuesta.

-Tu piel es muy suave. –Inquirió mientras pasaba una mano sobre mi brazo. De pronto sentí una electricidad recorrer mi cuerpo. Su toque era cálido y propagaba todo tipo de emociones en mí.

-Iam… -Susurré mientras trataba de controlar el flujo de emociones que fueron liberadas debido a su tacto.

-No deberías bajar la guardia. –Advirtió él mientras deshacía el abrazo. Me quedé allí atónita mientras trataba de entender que había sido todo eso. Intenté girarme hacia él pero en ese momento sentí una presión en mis muñecas que me imposibilitaba desplazarme. Bajé la mirada hasta mis manos y me quedé helada. Estaba esposada con las mismas ligas con las que Iam había estado esposado minutos antes. Se formó un nudo en mi garganta mientras sentía como una lágrima amarga caía por mi mejilla.

Eres una idiota.

Era obvio que él no sentía nada por mí. Estaba sobreactuado y aun así yo caí. Pero… ¿Cómo no caer? Era imposible resistirse. Apreté mis puños con fuerza mientras trataba de aguantar la rabia que corría por mis venas. Cerré los ojos tratando de ahogar toda la ira.

-¡TE ODIO! –Grité mientras me retorcía entre las cadenas tratando de soltarme. Algo inútil de mi parte ya que si Iam no había logrado soltarse ¿qué me hacía pensar que yo si podría? Abrí mis ojos y lo observé. Tenía un hombro reposado contra la pared mientras se cruzaba de brazos y me observaba con una gigantesca sonrisa. Una sonrisa autentica de un idiota.

-Todo mal que se hace, se paga –Explicó mientras seguía con su sonrisa de autosuficiencia. Se alejó de la pared dándome la espalda y caminó hacia la puerta. Un pánico se apodero de mi corazón. –Nos vemos en otra vida.

-¡ERES UN IDIOTA! ¡TE ODIO! ¡TE JURO QUE CUANDO SALGA DE AQUÍ TE ARREPENTIRAS DE ESTO! –Grité descontrolada mientras lo veía desaparecer por la puerta. Seguí gritando con toda la fuerza que mi garganta me permitía. Sentía que en cualquier momento iba a quedarme afónica. Seguí gritando por unos treinta minutos más hasta que mi voz cesó. Intenté gritar pero la voz ya no salía. Me había quedado sin voz. Un vacío enorme se apoderó de mi estómago. Caí de la manera más simple y estúpida. ¿Después de todo lo vivido aún no había aprendido?

Me quedé en silencio unos minutos con los ojos cerrados hasta que escuché el sonido de la puerta abrirse. Lo más probable es que fuera Gael. ¿Cómo le explicaría que dejé ir a Iam? Definitivamente era un fracaso.

-Nada en la vida se va hasta que nos haya enseñado lo que necesitamos saber –Levanté mi rostro mientras mis ojos se abrían denotando sorpresa. Era él, no se había ido. Intenté articular alguna palabra pero un leve silbido fue todo lo que logré escupir. –Lo único negativo que tienes es que nunca te callas, creo que en tu condición actual me pareces atractiva.

Se acercó a mí con una sonrisa en sus labios. No sabía qué debía esperar de él. Estaba estupefacta. ¿Cuál era su juego? No lo sabía pero definitivamente yo no quería ser partícipe.

Se posicionó enfrente de mí y deshizo las esposas con una profesionalidad que hasta a mí misma me sorprendió. Lo más probable era que se había tomado su tiempo estudiando las miles maneras de sacarse esas esposas de encima. Me sobé las muñecas donde sobresaltaban las marcas rojas. Levanté mi mirada indecisa mientras lo veía sonreír.

¿Qué demonios trama?

-Lo pensé bien y decidí llevarte. –Permanecí quieta mientras estudiaba la habitación y las posibilidades de salir corriendo de aquel lugar. Definitivamente mis posibilidades eran mínimas, para no decir nulas. Supuse que debería hacer algún tipo de trato con él pero había un pequeño detalle. ¿Cómo hacer un trato con una chica que ni podía articular una palabra? Sentía un ardor en mi garganta, no debí forzarla hasta tal punto.

-¿Pero qué mierda? –Escuché la voz de Gael de fondo. Me giré hacia él y luego todo ocurrió muy rápido. Iam alzándome sobre su hombro, yo retorciéndome intentando librarme de su agarre. Cerré los ojos un segundo y luego aparecí acostada en una cama de sabanas color crema. A mi lado estaba él sonriéndome como una criatura de cinco años que había hecho la travesura de su vida.

Continue Reading

You'll Also Like

2.6K 93 7
Es una historia romántica de un ángel y un demonio que querían conocer el amor verdadero mas allá de su familia y conocer el mundo humano sin saber q...
15.2K 1K 19
Matías, un joven de carácter antipático y solitario, encuentra refugio en su sagrada rutina semanal en la cafetería que ama. Sin embargo, el destino...
826 104 11
(TERMINADA) Max es un famoso cellista que acaba de morir. No recuerda cómo llegó a ese sitio, sólo sabe que frente a él hay una gran luz que lo invi...
223K 3.4K 6
Harley Thomas; una cristiana con ansiedad que se nutre de juzgar a los que pecan. Harry Styles; un ateo destrozado que se nutre de pecar. ¿Quién es D...