DARK SOUL

By The_LittleBlonde

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"Si no estas dispuesta a amar sus demonios, simplemente no intentes sacarlo del infierno." -No tienes que est... More

DARK SOUL
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPITULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPITULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 22
CAPITULO 23
Capítulo 24
CAPITULO 25
CAPITULO 26
CAPITULO 27
CAPITULOS 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
Capítulo 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
CAPÍTULO 49
CAPÍTULO 50
CAPÍTULO 51 -FINAL-
EPÍLOGO
Secuela
SEGUNDO LIBRO- CONTRITUM

CAPÍTULO 38

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By The_LittleBlonde

Abrí mis ojos de golpe mientras sentía mi corazón latir con fuerza en mi pecho. Miré a mi alrededor percatándome de que estaba nuevamente en el hospital. Me maldije una y mil veces. Baje la mirada hacia mi cuerpo. Un suero estaba conectado a mi brazo, lo quité rápidamente e intenté levantarme de la camilla. Al parecer la habitación estaba vacía…

-¿Piensas escaparte otra ves? –Me sobresalté al escuchar la voz de Gael detrás de mí. Me giré hacia él y no pude ignorar que su parecido con Iam me traían recuerdos que hacían que mi corazón se retorciera de dolor. –Un anciano te encontró inconsciente en un callejón. Dijo que te estabas desangrando y que no sabía que te había ocurrido. –Explicó Gael mientras me miraba con sus intensos ojos azules. –¿Lo encontraste verdad? –Cuestionó mientras se cruzaba de brazos y me observaba fijamente. Tragué saliva con dificultad tratando de tranquilizarme.

-¿De qué hablas? –Sabía perfectamente de lo que estaba hablando pero me era más sencillo ignorar el tema y tapar la herida con simple indiferencia. Gael levantó unas de sus oscuras cejas interrogativamente dándome a entender que no se tragaba para nada mis palabras.

-Yo… -Titubeó un momento antes de seguir hablando. – Yo te mentí. –Se pasó una mano por su cabello demostrando su nerviosismo. –Te dije que no había visto a Iam desde tu accidente y no es exactamente así. –Carraspeó unos segundos dudando si debía seguir hablando. –Hace ocho días me encontré con él. –Mis ojos se abrieron con sorpresa al escucharlo confesar aquello. –En el momento en que lo vi sentí su energía lóbrega, como si un aura tenebrosa lo acorralara. –Corrió su mirada hacia el ventanal mientras observaba como el sol se ocultaba. –Y confirmé mis sospechas cuando me acerqué a él y no logró reconocerme. –Finalizó mientras volvía a observarme intensamente. Estaba claro que esto era más serio de lo que había pensado. 

-¿Qué confirmaste? –Cuestioné mientras sentía la ansiedad recorrer cada parte de mi cuerpo.

-Supongo que sabías que Iam era un ángel y no un caído. –Asentí ante su pregunta. –Él siempre se mantuvo  neutro para no ser descubierto. Trataba de parecer peligroso ante los ojos de los demás, de hecho lo era pero no dañaría a alguien por simple placer. Su personalidad era misteriosa e indescifrable, siempre trató de pasar desapercibido entre la multitud ya que si los caídos o los arcángeles se enteraban de que había un ángel deambulando por la tierra las cosas se pondrían feas y se complicarían tanto para él como para la gente involucrada con él. –Se quedó callado unos segundos mientras sus ojos transmitían cierta añoranza. –Cuando yo caí, él me defendió. –Inquirió mientras mi corazón latía con fuerza por toda la información que estaba recibiendo. –Cuando caí olvidé todo mi pasado, los arcángeles te arrebatan las alas junto con todos tus recuerdos de vida angelical. –Pasó una mano por su cabello mientras suspiraba profundo. –En ese momento me sentí desorientado. Las reglas no tenían sentido para mí, me creía con el derecho de arrebatarle la vida a cualquiera que se atravesara en mi camino. El libertinaje y la autosuficiencia es todo lo que me acompañaba. Cuando la oscuridad se vuelve excitante, la luz se vuelve patética. –Inquirió mientras me observaba con seriedad. –Cuando caes, te sientes omnipotente. Pero eso terminó en el momento en que Iam se cruzó en mi camino. Él me había echado una buena paliza dejándome inconsciente. –Sonrió mientras recordaba aquel momento. –Luego me acarreó a rastras y me comentó de que yo había sido un ángel de la muerte y que había caído por cometer un pecado. Me advirtió que las sombras iban a querer adueñarse de mi alma. Y durante nueve años estuvo a mi lado guiándome y recordándome sobre mi verdadera esencia. –Relató mientras suspiraba hondo. –Siempre me pregunté porque él podía recordar su pasado y yo no, hasta que un día él reconoció que era un ángel. La verdad me había sorprendido bastante. Él me había dicho que habíamos sido compañeros ya que ambos éramos ángeles de primera generación, hasta me comento el motivo de mi caída. –Corrió su mirada hacia la ventana nuevamente. –En ese momento juré guardar su secreto. Luego encontramos a Kaley, ella estaba al borde de ser consumida por una extrema oscuridad. Aun así Iam se compadeció y la resguardó, haciéndola entrar en razón, recordándole su pasado como lo había hecho conmigo. –Se quedó callado unos segundos, yo solo me quede atónita observándolo y tratando de digerir todo lo que me estaba diciendo. –Le debo mis respetos a ese idiota. –Finalizó sonriendo.

Definitivamente todo lo que me había confesado era algo difícil de digerir en unos segundos pero aun así no pude dejar de pensar en que no comprendía qué tenia que ver eso con lo que le estaba ocurriendo a Iam.

-En verdad es muy impresionante todo lo que me has dicho, en serio me cuesta imaginarme que Iam hubiera hecho tanto por ustedes. –Él me observó mientras yo hablaba como si tratara de leer algo en mi rostro. –Pero no comprendo que eso tenga que ver con la situación actual de Iam. –Finalicé mientras recordaba la manera en la que me había rechazado. Un remolino de emociones negativas se alborotaba en mi estómago.

-Iam mató a Liane después de que ella te apuñaló. –Mi corazón se detuvo en el momento en que él pronuncio esas palabras. –Él ni siquiera sabía si tú lograrías seguir con vida. Cegado por la ira le arrebató la vida a Liane. Su pecado no fue matar, su pecado fue dejarse llevar por la ira. –Confesó mientras su mirada se oscurecía cada vez más. –Los arcángeles le arrebataron las alas en el momento en que descubrieron su error. Iam cayó, por afecto a ti. –Se quedó callado unos segundos mientras retomaba la palabra. –Ahora comprendo porque insistía en que no podía enamorarse de ti. Pero es un poco tarde para arrepentirse. –Sonrió débilmente. Yo por mi parte estaba congelada. Me sentía fuera de sí. Lo que Gael me estaba diciendo  era prácticamente que Iam dio su vida por mí. ¿Cómo puede sentirse una persona al respecto? Horrorosamente mal. Esa era la respuesta. Sentía que me faltaba el aire, un fuerte vacío se apodero de mi corazón. Iam había perdido sus alas y junto con ella todos nuestros recuerdos desaparecieron. Él se había olvidado de mí, se había olvidado de todo. Iam se había ido.

¿Piensas rendirte así nada más?

Cerré los ojos con fuerza intentando contener las lágrimas que se acumularon en mi ojos. No podía rendirme así nada más. Él había renunciado a todo por mí. No podía rendirme sin intentar traerlo devuelta. Debía haber una solución, esto no podía ser el final. Si Gael lo había logrado, Iam también lo lograría.

-¿Hay… Hay alguna manera de recuperar sus recuerdos? –Tartamudeé mientras luchaba contra mis lágrimas y mi sentimiento de culpabilidad dentro mío.

-No la hay. –Respondió Gael con sinceridad. –Yo nunca logré recuperar mis recuerdos y eso que ya han pasado más de seiscientos años.

-¡Pero dijiste que Iam te había ayudado! –Grité desesperada mientras trataba de auto-convencerme de que todo tenía una solución.

-Iam logró que yo desarrollara autocontrol y no me dejara arrastrar por las sombras. Él nunca logró devolverme mis recuerdos. –Confesó Gael haciendo que mis esperanzas se rompieran en miles de pedazos.

-Tiene que haber una solución. –Exclamé con angustia mientras caminaba en círculos por toda la habitación.

-Podemos intentar que él se controle, pero no te aseguro nada más que eso. –Inquirió Gael con seriedad. –Yo no recuerdo el pasado de Iam, no sé porque él andaba entre los humanos y no entre los ángeles. ¿Cómo convencer a alguien sobre su pasado si ni siquiera sé su verdadero pasado? Será difícil Jay. –Confesó Gael. –Pero yo no pienso darle la espalda, haré hasta lo imposible para traerlo de vuelta así como él lo hizo conmigo. –Se quedó callado unos segundos y luego sonrió. –Después de todo le debo una.

¿Todo había acabado? No. Esto apenas estaba comenzando y no pensaba rendirme hasta llegar al final de todo esto. Tenía que traer a Iam nuevamente.

-Tienes razón. –Inquirí mientras me secaba las lágrimas. –Lo único que importa ahora es asegurar el bienestar de Iam y traerlo devuelta. ¿A quién mierda le importa si no logra recordarme? ¡Lo traeré devuelta a ese desgraciado y lo haré papilla por haber arriesgado su vida por mí! –Exclamé decidida mientras secaba las últimas lágrimas que habían caído. Gael sonrió ampliamente mientras me observaba.

-Esa es la actitud que quería ver en ti. –Su sonrisa se ensancho aún más. –Tal vez las cosas se pongan peligrosas así que intenta mantenerte alerta ante él, recuerda que ya no es el Iam que conocíamos.

-Entiendo. –Admití mientras por dentro sentía mi corazón romperse aún más. Él ya no es el Iam que conocíamos.

-Vamos, tenemos que traer devuelta a ese idiota–Exclamó Gael mientras habría la puerta y salía de la habitación.

Suspiré profundo mientras me proponía a seguirlo. Debía estar lista para lo que se iba a venir. Tenía que prepararme mentalmente para afrontar todo tipo de situaciones que se podrían presentar. Estaba claro que aún no estaba lista pero no podía darme el lujo de tomarme un tiempo para recuperarme. Lo primordial en estos momentos era encontrar a Iam antes de que sea demasiado tarde.

Corrí tras Gael mientras salíamos del hospital dirigiéndonos a su auto. No sabíamos dónde podría estar Iam, buscaríamos a ciegas pero estaba segura de que no nos detendríamos hasta encontrarlo.

Durante el trayecto en automóvil Gael me fue explicando todas mis dudas e incertidumbres. Por lo que logré comprender Iam dejo de ser ángel por dejarse llevar por la ira y  matar a Liane, le arrebataron sus alas y junto con ello perdió todos sus recuerdos anteriores. La oscuridad lo persigue, la sed de sangre, libertinaje, destrucción. Iam era un arcángel de primera generación, era uno de los  seres más fuertes del reino celestial, si utiliza sus poderes para el mal podríamos estar en serios problemas. Otro tema que Gael me dejó claro fue que Iam siempre ayudo a todos los caídos a recuperar sus recuerdos, ya que él seguía siendo un ángel conservaba tanto sus recuerdos como los de los demás ángeles. Él ayudo a Gael, Allem y Kaley a recordar sus concepciones de ángel y así ellos no cayeron en la oscuridad. Les llevo aproximadamente de nueve a doce años hacerlos entrar en razón. De hecho no podía esperar más ya que yo misma había perdido mis recuerdos y solo hace unos días había logrado recordar. Más de trescientos años me había tomado recordar. Le rogaba a Dios que Iam no se llevara el lujo de tomarse tanto tiempo. Pero había un pequeño detalle. Gael, Allem y Kaley no conocen el pasado de Iam y eso sería un gran problema  a la hora de querer hacerlo entrar en razón.  

Estábamos perdidos en la ciudad, no sabíamos a donde buscar. Revisábamos cada rincón con la esperanza de encontrar alguna información acerca del paradero de Iam. Después de varias pesquisas en distintos lugares Gael había recordado un lugar en específico donde Iam frecuentaba constantemente en compañía de Allem. Sabíamos que las posibilidades de encontrarlo en aquel lugar eran mínimas. Al llegar allí no observamos nada peculiar, el lugar parecía solitario. Cuando estuvimos a punto de marcharnos vi a lo lejos una pequeña silueta en el muelle, era él. Sentado en el borde del muelle con la vista perdida en el mar. La luz de la luna bañaba las aguas dándole un aire misterioso al lugar.  En el momento en que nos acercamos su postura se tensó. Estaba de espaldas a nosotros pero estaba segura de que se había percatado de nuestra presencia. Sin siquiera decir una palabra se giró con una rapidez que nunca antes había visto en él.

No sabía cómo ni cuándo había ocurrido todo tan rápido pero yo estaba totalmente inmóvil. Iam me tenía de espaldas tomándome de las muñecas mientras me apuntaba en la cabeza con un arma. Podía sentir la fría superficie del revólver en  mi frente.

-No hagas una estupidez por la cual puedas arrepentirte más tarde. –Advirtió Gael mientras tensaba su postura y observaba fijamente a Iam. Sentí el extremo del arma presionarse con más fuerza sobre mi piel. Tragué salida con dificultad mientras sentía que una gota de sudor caía por mi cuello.

-Mejor cállate si quieres volver a verla con vida. –Escupió las palabras sin un ápice de humor. Sentía como mis muñecas me ardían por la brutalidad con la que me sostenía.

-Creo que su muerte no me afectará tanto a mí como a ti. –Espetó Gael con desinterés mientras se encogía de hombros. Le tiró una última mirada a Iam y luego se dio la vuelta como para marcharse. En ese momento una punzada de pánico se instaló en mi corazón. Cuando estuve a punto de convencerme de que Gael me dejaría sola sentí como el agarre de Iam se desvanecía y yo caía al suelo. Me tapé los oídos con fuerza en el momento en que escuché un fuerte disparo. Me giré hacia atrás con el corazón latiendo a mil para observar quien había recibido el impacto.

La imagen que visualicé no lograría borrarla ni en un millón de años. Era Gael tirado en el suelo con el abdomen perforado por la bala, una abundante cantidad de sangre salía de su boca mientras Iam lo tenía agarrado de la garganta. Un escalofrío corrió por toda mi columna vertebral. Iba a matarlo.

No puedo dejarlo.

Me incorporé del suelo torpemente mientras me acercaba al  arma que había caído cerca de mí después de la lucha entre ambos. Tomé el revolver que minutos antes había estado sobre mi cabeza y apunté hacia Iam mientras la mano me temblaba violentamente. Mis lágrimas comenzaron a caer descontroladamente mientras sentía un dolor desgarrador en mi corazón.

Lo siento Iam, en verdad lo siento.

Sin pensar en nada más apreté el gatillo con fuerza y disparé.

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