P.O.V. Louis:
“Creer en uno mismo es esencial, creer en los demás es opcional”.
Eso era lo que la gente siempre decía, pero creer en los demás es esencial para creer en uno mismo, los chicos y yo creíamos eso, creer en los que te creen, en los que creen que puedes dar más de lo que todos esperan, más de lo que tú esperas.
Por la mañana cogimos un avión hacia Londres, teníamos una reunión con nuestro representante para hablar del tour y temas relacionados, pero la prensa, como siempre, no desaprovechó la oportunidad para publicar algún que otro artículo sobre nosotros y mi supuesta “novia”, ya no era una novedad que hubiera siempre algún artículo sobre nosotros dos.
Aún creía que todo lo que estaba pasando era irreal y, aunque parezca mentira, un poco precipitado por parte de todo el mundo. Toda la prensa, todas las chicas, todo, era demasiado explosivo para mi gusto, todo lo que había pasado en una semana, era lo contraria a lo que había pasado con Eleanor en un mes.
El artículo en sí estaba bien, habían investigado demasiado para mi gusto, pero lo peor que habían hecho era inventarse la noticia. Casi todo lo que esa noticia decía era una patraña, básicamente contaba la historia de su “doble relación”, su otra “pareja”, por así decirlo, es Max, sí, sé quién es él, es su mejor amigo, una de las personas en las que ella confía plenamente.
______ me había contado varias veces que su relación no era muy normal, me asustó al principio, pensaba que eran “amigos”, pero ella dijo todo lo contrario a lo que estaba pensando: ellos eran como hermanos. Aunque ella ya tenía uno un par de años más pequeño que ella, Eliot, lo había visto en algunos videos, sobretodo en el último.
Eran iguales.
Era la versión masculina de ella, pero en el buen sentido. Lo que más lo delataba para certificar que eran familia eran sus ojos, esos ojos que solo había visto en esa familia, los ojos que miraban dentro de mi alma sin siquiera mirarme directamente, esos ojos que no me cansaba de observar con curiosidad.
Dicen que los ojos son el espejo del alma.
En su casi era cierto, esos ojos eran impresionantes, único y especiales de por sí, eran una puerta hacia su alma, lo había visto a veces, en los videos que nunca me cansaría de ver.
Nunca me cansaría de verla a ella.
Al viajar del avión, todos nos fuimos a nuestras respectivas casas, las cuales no se encontraba muy lejos una de la otra, habría como un par de calles de distancia a lo máximo entre la casa de Zayn y la de Niall, que eran las que estaban más alejadas, podíamos molestar a cualquiera, eso era divertido a veces.
En casa, literalmente me derrumbé en mi cama, necesitaba pensar sobre demasiadas cosas, de eso estaba seguro. Me levanté rápidamente, sabiendo que en una hora teníamos que estar en una reunión, eso era un poco precipitado, pero en este grupo nunca sabías lo que te podías encontrar.
Suspiré un poco resignado, estaba un poco harto de dar tantas vueltas, solo quería conectarme a twitter y esperar, eso era todo. Escuché la puerta de casa abrirse, Harry, nosotros compartíamos casa, me sentía más cómodo con él aquí, me sentía más lleno. Él se dejó caer sobre el sofá, lo vi cuando pasé por allí para ir al baño, sinceramente, necesitaba una ducha, rápido.
- No tardes mucho, cenicienta. –dijo medio gruñéndome, no le hice caso, me puse a reír-.
- No es culpa mía si tus rizos necesitan más tiempo que mi cabello. –dije mientras cerraba la puerta del baño.
Veinte minutos después, salí de allí, vestido y preparado para la reunión, aunque solo me había cambiado de atuendo, conservando el mismo estilo. Harry estaba en el otro baño, seguramente bañándose todavía, ese chico a veces parecía una mujer con lo que se ponía en el cabello, pero a veces yo era igual.
Pasé como media hora viendo un programa de deportes, esperando a Harryy a sus rizos, que pronto cobrarían vida si se ponía otro champú más, tenía ganas de ver eso, sería la cosa más molona del mundo…
En el coche, el cual compartimos para ahorrar y para ayudar al medio ambiente un poco, hablamos de todo un poco, pero de nada en particular, yo tenía la cabeza en otro lado, sentía como mi corazón bobeaba más sangre al pensar en ella, en mi chica de YouTube, la que estaba en la mismo ciudad que yo en esos momentos, la que, aunque pareciera un poco raro o psicótico, podría estar respirando el mismo aire.
Al llegar al imponente edificio, que era realmente imponente, suspiramos todos, los demás acababan de llegar, al igual que nosotros.
- Hey, ¿entramos? –dijo Zayn relajado, todos asentimos y entramos al edificio, la gente al principio no nos tomó importancia, pero algunos dejaron de hacer lo que estaban haciendo durante un segundo para mirarnos atentamente-.
- Wow, incluso aquí marcamos tendencia. –dijo Harry un poco divertido, acercándose a la recepcionista-. Hola, ¿nuestro manager está ocupado? Nos dijo que no lo estaba. –dijo mirando a la algo acalorada chica, me dio un ataque de risa ante su reacción, Harry era erótico hasta con el más mínimo gesto-.
- La verdad, una chica vino hace unos minutos para verlo, la muy testaruda casi me mete en problemas. –dijo sonando un poco molesta, ¿una chica había venido a ver a nuestro mánager?-.
- ¿Una chica? –preguntó Niall curioso-.
- Sí, ella vino aquí y, bueno, solo me dijo que quería verlo. –dijo obvia, pero ante nuestras caras de desconcierto volvió a hablar-. Era una chica muy guapa, eso lo noté, ojos grises, cabello castaño claro, pálida… no sé qué más decir, era una chica normal, un poco rara, puedo confirmar. –dijo-.
- Dios, necesito conocerla. –dijo Harry, se le había iluminado el rostro, ese chico no tenía remedio, lo habíamos perdido-. Gracias. –dijo sonriéndole a la chica-.
Sin decir más, nos encaminamos al despacho donde, supuestamente, nos estaba esperando nuestro representante, aunque la chica que lo estaba buscando seguramente estuviera hablando con él… la descripción de la secritaria me hizo acordarme de ______, pero era imposible que ella estuviera aquí, estaría en su hotel, divirtiéndose con sus amigos.
- ¿Quién creéis que es? –pregunté mientras caminábamos-.
- No lo sé, pero no creo que sea tan mala como la chica nos la ha pintado, es fácil hacerla enfadar. –dijo Liam, él tenía toda la razón con eso-.
- Lo sé, pero tengo curiosidad. –dije simple-.
- Yo creo que es ______. –dijo Harry un poco divertido-.
- Anda ya, no te rías de mí. –dije pegándole en la parte posterior de su cabeza-.
- Yo creo que la descripción se acerca. –dijo Niall apoyando a Harry-.
- Dios, dejad al pobre chico. –dijo Zayn un poco enserio, pero creí ver un destelló de diversión en sus ojos-.
- Desisto, si es ella, juro que no vivo para contarlo, así que no me importa. –dije abriendo lentamente la puerta del despacho donde supuestamente nos estaban esperando-.
Al entrar, vi a un ángel.
Lo vi, lo digo enserio, era ella, la chica que me hacía sonreír cada día. Ella estaba aquí, sentada en uno de los sillones que estaban enfrente de la mesa, estaba aquí, en la misma sala que yo, respirando, literalmente, el mismo aire.
Sentí como me miraba, sus ojos estaban puestos en mí, piedras preciosas tan difíciles de encontrar. Sentí como mi cuerpo caía, pero yo la continuaba mirando, como si mi mundo hubiera desaparecido y, en cambio, fuera ella todo lo que podía ver, en cierto modo sí era cierto.
Estaba mirando a la perfección.
Vi en su cara preocupación y lo supe, me estaba desmayando, pero esa vez no tenía miedo, estaba con ella, en la misma sala, más cerca de ella de lo que alguna vez pude soñar, más cera de lo que nunca había estado.
Era mucho más guapa en persona, sus ojos eran más reales, su cabello más brillante, sus labios más deseables, me fijé en las ondas de su cabello, eran relajantes, me relajaban a pesar de estar cayendo al suelo…
Era perfecta.
Parecía de porcelana, como, si con un golpe, se pudiera caer al suelo, pero sabía que dentro había una guerrera, una chica que no se dejaba tirar por nadie, ni por un imbécil como yo. Un imbécil que no podía dejar de suspirar al verla, no podía dejar de sus pirar ni cuando oía su nombre, era adictiva.
Me decepcioné un poco al quedarme sin su imagen, pero sabía que me había desmayado y, por consiguiente, iba a dormir un rato…