YouTube Girl |Louis Tomlinson|

Capítulo 14. "Animadoras... ¿dulces?":

P.O.V. ______:

Ese día mi madre nos llevó en coche a mi hermano y a mí, necesitaría toda la energía posible para enfrentarme a ese espantoso día, ese asqueroso y deplorable día.

Mi hermano seguía repitiéndome una y otra vez lo de la cabina de besos, estaba por estrangularle en cualquier momento si no se callaba. Solo esperaba que sus amigos no agotaran los tickets en mi puesto… eso sería un poco repugnante por su parte.

En la entrada del centro mi madre aparcó el coche, nos bajamos de él inmediatamente despidiéndonos de ella, Eliot me cogió el skate y fue a su clase mientras le gritaba cuatro cosas para que me lo devolviera, pero lo dejé para no ser el centro de atención de las personas que se encontraban en el pasillo en ese momento.

 Me moví rápidamente y entré en clase, lo malo de eso fue encontrarme con el equipo entero de animadoras esperándome para asaltarme con un montón de “cosas indispensables” para la cabina.

-          Tienes que maquillarte y arreglarte el pelo. –dijo una con un estuche de maquillaje en la mano-.

-          Me parece que tendremos que hacerte un completo… -dijo otra-.

-          ¿Completo? ¿Completo de qué? –pregunté con voz aguda y los ojos muy abiertos, me empezaban a asustar-.

-          Ya lo verás, pero no te puedes negar, el profesor nos ha dado su consentimiento. –dijo sonriendo Chastity-.

-          Mientras no me cortéis el pelo… -dije rindiéndome, eran demasiadas para combatir, aunque se defendieran con pintalabios-.

-          Aleluya. –dijeron todas a la vez, incluso parecía planificado, pero solamente tragué saliva y me senté en una silla mientras ellas recogían todo lo necesario para mi cambio de look, el profesor solo nos miraba incrédulo-.

Al cabo de un rato me dijeron que teníamos que ir al baño para “una sesión completa”, por lo menos respetaron mi elección y no me cortaron ni un mechón… Me echaron una especie de potingue en el pelo, sacaron una plancha, cepillos, accesorios para el pelo, etc. Me sorprendía de todo lo que llevaban, la mayoría de ellas discutían por el color de algo o si echaban más o menos de ese bote ¿Me estarían tintando el cabello? No lo sé, solo esperaba no tener en pelo rubio de bote. Me parece que me pasaron la plancha unas tres personas a la vez, el lavabo parecía una auténtica peluquería: el pelo, la cara, las uñas de las manos y de los pies… Por suerte llevaba zapatos abiertos ese día.

Me secuestraron durante una hora por lo menos, me habían lavado el cabello, me lo habían untado con algunas cosas que vete tú a saber para qué servían, las uñas de los pies y las manos estaban de color rosa pálido, mi cara no se había movido en un cuarto de hora mientras me maquillaban… fue un horror aquello, casi me arrancan un ojo.

Todo el mundo me miraba de manera muy rara, parecía como si las otras chicas fueran invisibles para sus ojos y eso era completamente antinatural para todos, al final me dejaron ver el resultado de sus locuras, lo único que sabía era que Chastity me miraba con un poco envidia, pero por suerte el sentimiento de orgullo lo eclipsaba todo, me pareció muy extraño por parte de ella.

Al verme en el espejo casi me caigo al suelo: mi pelo estaba liso en una trenza en el lado  derecho, pero lo raro de eso era que mis puntas estaban rubias, me habían hecho unas mechas californianas “masivas” y a mitad de mi cabello era rubio, mis pestañas medían alrededor de 3 centímetros, tenía las rayas de arriba y de abajo en ambos ojos, mis ojos estaban pintados de un rosa pálido, al igual que mis labios, mi pies estaba un poco más morena y me veía irresistiblemente sexy, demasiado para la ocasión, no quería que los chicos me besaran y ellas me arreglaban, ¿irónico, verdad?

-          ¿Qué me habéis echo? –fue lo único que podía decir-.

-          Te hemos mejorado. Solo un poco, pero lo suficiente, es nuestro regalo para agradecerte que demandaras al entrenador por acoso a una menor –dijo solemne Chastity, el tipo al que se refería era el antiguo entrenador de las animadoras, se sobrepasó con ellas y tomé medidas por mi parte, él amenazaba a todas con imágenes comprometidas pero conmigo no pudo y lo demandé, en mi primer año reconozco que fui animadora y era buena amiga de Chastity, antes de que me dejara tirada por otra chica más “cool”-.

-          No sé si reír, llorar o daros un abrazo… -dije confundida-.

-          Si lloras no vamos muy bien. –dijo sonriendo una chica-.

-          No sé si me arrepentiré de esto, pero no tengo nada que perder así que… -abrí los brazos y se me tiraron encima todas, me parece que ya no las odiaba tanto como antes…-.

Al entrar otra vez por la puerta de la clase todos me miraron en shock, los chicos abrieron la boca y, en mi opinión, se les vio hasta la campanilla. Mis amigos estaban fuera acabando de montar la cabina, el profesor nos había dicho que nos preparáramos, por lo menos las chicas y nos chicos que participaban. Sí, he dicho chicos por qué las chicas lo pidieron casi a gritos y el profesor no se pudo negar, le hubieran masacrado a golpes de zapatos con tacones de aguja.

Salí de allí para ir al patio, allí estaban todos preparando cada cabina o parada, la nuestra, por suerte la mía (sarcasmo hasta el infinito y más allá), estaba en el centro de todo el movimiento, justo en el centro de todo.

Todo el mundo me miró cuando salí, me puse roja de inmediato y mis ojos se agrandaron más de lo recomendable, medio instituto me estaba mirando. Caminé hasta Rachel, ella estaba con la boca abierta de par en par, los otros estaban igual, nadie entendía nada.

-          Animadoras. Baño. Cambio de look. Cabina de besos. Horror y trauma. –dije abrazándola dramáticamente-.

-          ¿Las animadoras te han hecho esto? –asentí con la cabeza-. Me encanta el pelo, es medio rubio… -dijo casi riendo-.

-          Me tintaron mucho y decidieron que el rubio tenía que estar en más de 20 cm de mi cabello… -dijo seria, mi cabello me llegaba hasta el trasero, por lo que tuvieron mucho cabello con el que jugar-.

Qué horror de día.

Mi suerte no funcionaba hoy, todo iba al revés.