YouTube Girl |Louis Tomlinson|

Capítulo 36. "Querer es fácil...":

P.O.V. Louis:

Esa noche dimos nuestro último concierto, el último concierto que daríamos de nuestro primer tour, hoy era 1 de Julio de 2012, mañana por la mañana partiríamos a Londres de nuevo, con la sensación de haber cumplido un sueño más, uno de los tantos que teníamos.

Fue una noche especial.

No solo para mí, también lo era para los chicos, ellos se merecieron cada aplauso, pada grito y cada palabra que las directioners nos regalaban, esa noche todas estuvieron impresionantes, como siempre. Yo, por mi parte, intenté esforzarme más de lo que me había esforzado la última semana, con más chistes malos y con más caras raras.

Estaba feliz.

Feliz de que ella estuviera, de alguna manera, a mi lado.

Los chicos ya se habían enterado de todo, con mi cara todo el mundo suspiró aliviado, esta última semana todos parecían tensos, más concentrados en su trabajo, más aburridos. Yo había vuelto, me había pasado una semana en la oscuridad y, ahora, irradiaba luz por donde pasaba, se podía ver a quilómetros de distancia.

Louis “The Tommo” Tomlinson había regresado.

Ahora todo el dolor que había pasado se quedaba en el recuerdo difuso de un sueño, de una pesadilla demasiado larga. Eleanor y yo empezamos a hablar de nuevo, a veces nos mandábamos mensajes y, tengo que decir, que la veía feliz después de un mes de estar apagada, todos habíamos vuelto a la normalidad.

Bueno, lo único que me traía de cabeza era que la prensa había empezado a acosar a ______, la pobre chica estaba recibiendo de todos lados, siempre se inventaban calumnias sobre nosotros dos, la verdad es que la fiebre de la nueva pareja de moda no se le pasaba a nadie, incluso cuando la pareja no existía. Me dolía que algunas de nuestras chicas no la aceptaran, ella siempre había estado bien con todos y, ahora, la insultaban por todas las redes sociales, aunque ella se mantenía fuerte.

Siempre me había gustado eso de ella, siempre siendo ella misma, sin fijarse en lo que los demás critiquen. Harry muchas veces dijo que quería ser una persona como ella, una persona que no se dejaba molestar por lo que la gente dijera de ella, a veces sentía que era como Harry, pero siempre encontraba algo que la diferenciaba y la hacía parecerse a otra persona, era como si alguien hubiera cogido las mejores cualidades de todas las personas y se las hubiera entregado a ella, cosa que merecía más que nadie en el mundo.

Pero, como en cualquier humano, no era perfecta, era impulsiva, un poco mandona y con carácter, pero eso la hacía más real, como si estuvieras hablando de una famosa perfecta, ella era famosa.

La había hecho famosa a causa de un error, ¿eso era un error? No lo sabía, pero eso era lo que ella siempre había deseado, ser escuchada más allá de las paredes de su cuarto, más allá de los mares, más allá de nuestro planeta…  puedo que lo último no lo deseara, pero seguramente sí le haría ilusión.

Me sentía un poco intimidado con la idea de ser pareja de ella sin siquiera conocerla, pero, de cualquier forma, se sentía bien, como si estuviera libre.

No fue hasta que nos fuimos a dormir que pude descansar en paz, sin las burlas de los chicos ni los comentarios de la prensa, solo yo, twitter y ella.

Aunque no me había respondido al mensaje.

¿Se había olvidado de mí? Seguramente no. La conocía lo suficiente como para saber que intentaría aprovechar lo máximo su visita a Londres y que, por consiguiente, se desconectaría de las redes sociales completamente.

Solté un suspiro, esa chica me tenía loco.

No sabía lo que me pasaba, me costaba pensar en otra cosa si su imagen estaba en mi cabeza, era demasiado extraño lo que me ocurría, no sabía si ir al doctor, aunque creía saber su veredicto.

Me estaba enamorando. Eso fue lo último que pensé antes de dormirme, lo sé por qué me desperté con el sonido del intento de una voz femenina susurrando en mi oreja, eso fue espeluznante.

-          Lou, despierta. –Dijo alguien a mi lado, sonaba tan raro que parecía un sueño-. Quiero que me poseas, soy ______... –dijo la voz, sabía que era de Harry, pero me asusté igualmente-.

-          ¡IDIOTA¡ -dije saltando de la cama, cayendo al suelo-. ¿¡COMO PUEDES DECIR ESO, ANIMAL¡? –Dije un poco traumado, pude oír el sonido de unas carcajadas a mi espalda, era otra broma de los chicos-. ¡HIJOS DE VUESTRA MADRE¡ ¿CÓMO PODÉIS HACERME ESTO?

-          Fácil. –dijo Liam-. Es divertido ver tu expresión.

-          A mí no me hace gracia despertar así. –dije mirando a Harry, que estaba riéndose en el suelo-. Eres un unicornio retrasado, Harry. –dije sin más-.

-          ¿Soy el qué? –dijo desconcertado, intentando no estallar otra vez en una carcajada-. Eso lo conozco yo. –dijo entrecerrando los ojos-.

-          Sí, es de ella, llama así a su mejor amigo, solo cuando este hace algo tonto. -dije recordando lo que una vez me había confesado ella-.

-          No sé si es saludable pensar en la misma cosa tanto rato. –dijo Niall un poco pensativo-.

-          Si es ella, lo es, es muy saludable. –dijo Zayn riendo, seguramente recordando mi estado de humos del día anterior-.

-          Eres un gilipollas, ella es mía. –dije un poco a la defensiva-.

-          Si ella te escucha diciendo eso te mata, no es de nadie. –volvió a decir Zayn-.

-          Si no os vais ahora os mato, literalmente. –dije sonriendo y apuntando a la puerta-.

Ellos solo bufaros y se fueron, yo me volví a desparramar en la cama, la verdad es que esos chicos estaban muy mal de la cabeza, nunca se les acababan las ideas. Miré mi ordenador, acordándome de ella, de twitter, de su respuesta, la única cosa que quería saber era si me perdonaba, si perdonaba mi estupidez, mi curiosidad, mi estado irracional de “macho alfa” y mis celos hacia todos los chicos de su instituto.