YouTube Girl |Louis Tomlinson|

Capítulo 59. "La entrevista (Larry Stylinson) II":

P.O.V. ______:

Larry Stylinson, Larry Stylinson, Larry Stylinson…

¿Qué era lo que pensaba de eso?

Ese tema había aparecido en mi mente un par de veces en lo que llevábamos de mes, pero nunca había presenciado ningún acercamiento extraño entre Louis y Harry o, por lo menos, un acercamiento de tipo amoroso.

Nunca habíamos tenido una conversación de ese tema, puede que por qué no existiera nada o que, simplemente, no encontraran el momento para aclarar el asunto. Si bien nunca había creído en ese rumor, sí era verdad que la relación entre ellos dos era muy estrecha, se podría decir que eran como hermanos, en cierta medida.

Sentía la mirada de todos en la sala: la mirada de las fans, ahora silenciosas, que intentaban descubrir la verdad; la mirada de la presentadora, que quería tener la noticia del año; la mirada del equipo de Sico, que intentaba hacer como si no fuera una bomba lo que me acababan de preguntar.

Tragué saliva, no podía equivocarme con mi respuesta.

-          Bien –comencé, aclarándome la garganta-. Sé que a muchas directioners les apasiona este fenómeno, no sé cuándo ni cómo empezó, pero creo que mis declaraciones aquí, no servirán de mucho.

-          ¿A qué te refieres con eso?

-          Me refiero a que, independientemente de mi respuesta, siempre habrán personas a las que no les importará la verdad, si digo que no existe, dirán que intento ocultarlo y, si digo que sí existe, se creará tal escándalo que será un problema –expliqué-. Me encanta que a las personas les guste la idea de que dos chicos del mismo sexo tengan un romance secreto, me apasiona que se esté erradicando la homofobia entre los adolescentes de esta forma –hablaba, intentando que todo lo que pensaba pudiera ser escuchado-. Estos chicos, sin saber cómo, están haciendo que millones de personas toleren a la comunidad gay, lésbica, hasta puede que transexual.

-          ¿Estás diciendo que todo está montado para ser una campaña contra la homofobia? –contraatacó la presentadora-.

-          Estoy diciendo que estos chicos hacen que las mentes de las personas se abran a la realidad, a lo nunca visto –me levanté, no podía seguir así, hablando con la presentadora. Caminé hasta la cámara que me enfocaba, sin temor a nada-. Sé que muchos no lo entenderán, pero ellos hacen que muchas personas no se suiciden, que no quieran morir, que vean la vida con color. Estos chicos, hacen que las personas quieran vivir. ¿Es que hay algo malo en eso? Directionators, haters, o la santísima Virgen: una persona no tiene que ser heterosexual para ser admitida en la sociedad.

Dejé la cámara, me sentía como Dios, como si un poder me invadiera, como si pudiera hacer o decir doto lo que una vez quise. Suspiré pesadamente. Había sido el mejor discurso improvisado de la historia.

Miré a mi espalda, allí se encontraba la presentadora, con la boca abierta ante mi discurso, también estaban los hombre de Sico, un poco anonadados por el rápido giro de los acontecimientos. Alguien empezó a aplaudir y, a partir de allí, todo el público lo hizo, mostrando que estaba de acuerdo con mi forma de pensar. Gritos y más gritos llenaron la sala ante mi expectación, haciendo que mis ojos se llenaran de lágrimas al ver que esas personas me apoyaban, que sentían lo mismo que había estado sintiendo durante tanto tiempo.

Me tapé la cara con las manos, incapaz de aguantar la emoción. Más de cincuenta personas estaban coreando mi nombre, aplaudiendo y diciendo que tenía razón, que la homofobia no valía la pena.

Seguramente, si el mundo de la música no me aceptaba, me presentaría como Presidente.

Me volví a sentar ante la atenta mirada de todos. Seguramente mi maquillaje estaría peor de lo que había estado en un tiempo, pero no me importaba, no me importaba si había podido hacer lo que había hecho. Había conseguido lo que muchos grupos contra la homofobia no habían podido conseguir: ser escuchada.

***

-          Te votaré en las elecciones –dijo Louis-.

Levanté un poco la ceja al verle, estaba comiendo una bolsa de patatas fritas mientras estaba sentado en un sillón, donde podía haber visto toda la entrevista. Mi corazón fue un poco rápido en ese momento, ¿me había visto defenderle con tanto empeño en frente de todo el país? Sí, seguramente hasta lo había visto la Reina Isabel.

-          No sé si estar contenta o preocupada por tus extraños gustos políticos –contesté intentando coger una patata de la bolsa, pero la apartó rápidamente-. Eh, no seas así, recuerda que me he puesto enfrente de una cámara para hablar de la homosexualidad solo por ti.

-          ¿Solo por mí? –preguntó, haciendo que me diera cuenta de cómo esta estúpida frase había sonado-.

-          Bueno, sí, ya sabes, por ti y por Harry –intenté arreglar el lio sin parecer nerviosa-.

-          Ya veo, así que me amas –contraatacó, mirando a una patata frita como si fuera más interesante que la conversación-.

Me quedé callada durante un par de segundos.

No sabía cómo contesta ante esa declaración. La verdad es que no amaba a Louis, pero tampoco podía decir que no me gustara ni un poco. Su personalidad, su voz, sus ojos, sus bromas, todo creaba un conjunto atrayente, Louis.

Sí, Louis era atrayente, pero eso no quería decir que me hubiera enamorado de él. Además, otro Louis me tenía más intrigada, mi chico de Twitter, con el cual hablaría en un par de horas. Pude notar la intensa mirada de Louis puesta en mí, como si intentara deducir el significado de mi silencio. Pero no podría saberlo ya que nunca había sido muy bueno identificando sentimientos. Sonreí, sí me gustaba ese chico, de un modo que solamente yo podía entender.

-          ¿Tan malo sería eso? –respondí, aunque no sabía que esa frase había salido de mis labios-.

Me miró. Pero esta vez fue más intensa su emoción, como su sus ojos hubieran mirado a un ángel, pero solamente me miraban a mí. A una chica normal. A una chica que había aparecido en su vida repentinamente. Sonrió, también, de la misma forma en la que yo lo estaba haciendo.

-          No, definitivamente no.