Capítulo 45. "My little baby Boo Bear":

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P.O.V. Harry:

Esto era la guerra.

Hacía un rato que estaba observando como Louis, el cual las últimas semanas había estado más bipolar que de costumbre, estaba riendo como un tonto mientras hablaba por MI móvil sin MI consentimiento.

Ahora entendía por qué se enfadaba tanto cuando toqueteaba su móvil, era una sensación de no tener el control de algo que te pertenece, de algo que es de tu propiedad.

¿Tan mal me sentía por un simple móvil? Louis se veía feliz, como en una nube, eso me hizo feliz a mí también. Ver a tu mejor amigo sufrir por una chica que no sabe lo que está haciendo en realidad, era algo que no esperaba que me pasara, mucho menos que el que estuviera sufriendo sería Louis, el que siempre tenía las relaciones más largas y más maduras, el que siempre buscaba a la chica perfecta y siempre la encontraba.

Me encaminé hacia él, riendo ante lo que tenía pensado hacer.

Vi que su cara palidecía un poco al verme, negué un poco con la cabeza, después de todos esos días grises, al fin tenía al Louis de siempre, al que necesitábamos todos, el que nos hacía sentir mejor.

El que, de alguna manera, había sido el primero en darle el toque de locura al grupo.

Me abalancé sobre él en el sofá, en el cual estaba sentado, le empecé a hacer cosquillas, en los puntos clave, todos teníamos alguno el cual pocas personas sabían dónde se encontraba.

Con Louis yo era una de esas personas.

Le hice reír tanto que, da alguna manera, pude coger mi móvil y contestar a la persona que me había llamado mientras Louis intentaba recobrar la respiración en el suelo.

-          ¿Hola? –pregunté un poco indeciso, no creía que Louis estuviera hablando con mi madre, pero me daba algo de miedo-.

-          ¿Hola? –contestó la voz de ______, era ella, definitivamente-.

-          ¿______? –dije confundido. ¿Cómo es que me llamaba?-.

-          ¿Harry? –me preguntó, que mareo de preguntas-.

-          ¿Por qué tienes mi teléfono? –le pregunté dándome cuenta de que no había tenido oportunidad de entablar una conversación con ella-.

-          Zayn. –respondió, como si andar con cantantes y estar en la mira de la prensa fuera el pan de cada día-. ¿Qué le ha pasado a Louis?

-          Nada, por ahora. –dije hablándole a Louis directamente, él estaba mirándome serio y algo nervioso, intentando averiguar si tenía que alarmarse mucho por nuestra conversación-.

-          No le hagas nada, he sido yo la que ha llamado y lo ha entretenido. –me pidió con un tono suave, se notaba que estaba un poco preocupada, pero Louis tendría que pagar de una forma u otra y, en mi cabeza, ya había hallado la mejor forma de poner a Louis en ridículo-.

-          Eres demasiado aburrida. –dije en todo de aburrimiento, aunque la comprendía perfectamente y sabía que su situación era algo complicada, no la conocíamos de nada y teníamos demasiado confiando los unos con los otros-. Pensaba mandarte fotos de Louis de pequeño para vengarme.

Durante un par de segundos me dediqué a escuchar la respiración acompasada que se escuchaba desde la otra línea. Mi cabeza repasaba cada una de las imágenes que había recopilado del álbum familiar de Louis, el cual habíamos visto una vez que habíamos visitado su casa.

Sentí a un Louis histérico a mi lado, yendo de un lado a otro de la sala de estar, dando vueltas a la mesa y cogiéndose los cabellos con las manos.

Por un momento sentí que, si hacía más fuerza, podría quedarse calvo en cualquier momento.

Lo raro de esa situación era que, si intentaba pararme, podría hacerlo, pero seguramente sus neuronas estuvieran demasiado estresadas como para pensar en esa posibilidad. Alcé una ceja, veinte años y seguía con el mismo temperamento con las chicas.

-          ¡Mándamelas, que sufra un rato¡ -dijo emocionada, cortando el silencio que se había formado-.

-          Ahora mismo. –dije cerrando la llamada, me apresuré a enviar las fotografías que encontré, las más divertidas, aunque también las más tiernas. Louis tendría que estar orgulloso, le estaba haciendo un pequeño favor, aunque él no se diese cuenta-.

Le envié seis imágenes de Louis, todas ellas de cuando no tenía más de seis o siete años, como máximo. Louis ahora estaba sentado, con los nervios en punta y alerta a cada expresión que daba.

Era realmente extraño que una chica lo hiciera comportarse de esa manera.

Con Eleanor lo había oído suspirar un par de veces las primeras semanas, pero ni el encanto de esa chica pudo hacer lo que ella había hecho sin siquiera conocerlo en persona.

¿Tenía celos de que se olvidara de mí? A veces pensaba que lo haría, pero entonces la miraba a ella y entendía que no iba a renunciar a sus amigos por un chico, aunque estuviéramos hablando del mismísimo Louis Tomlinson.

Reconozco que me había imaginado con ella, siendo algo más que amigos.

Sí, era un muy mal amigo por haber pensado eso, pero ella me hacía sentir eso, por lo menos la primera vez que la vi.

¿Ahora? Comprendía que lo que Louis sentía era mil veces más verdadero de lo que yo podría sentir en un millón de años por aquella chica. La verdad, cuando la vi, no sentí que mi corazón se parara, como Louis sintió, solo sentí alegría.

Alegría por Louis.

Por dos personas que, en teoría, estaban a millones de años luz, pero el destino decidió darles una oportunidad. Me encantaba que hubiera ocurrido, era lo que Louis se merecía, los don, en realidad.

No podía culparla a ella de todo lo que pasaba.

No sabía con quién estaba hablando, él sabía todo de ella y, si fuera poco, no se podían ver a causa de la prensa y del miedo de Louis que, a juzgar por los últimos acontecimientos, era un miedo muy poco razonable. Ella ya había demostrado que, a pesar de que éramos bastante conocidos, continuábamos siendo personas normales.

Ahora, lo que más quería que ocurriera con esta extraña pareja era que el destino no los separara.

Se necesitaban uno al otro, todos lo notaban.

La menara en la que hablan, la manera en que se miran… como sonríen. Es la manera en la que yo quería sonreírle a la persona con la que compartiera el resto de mi vida.

¿Demasiado exagerado para haberlos visto juntos unos diez minutos? A decir verdad, ya no me sorprendía nada.

Sabía o imaginaba que Louis estaría pensando todo el tiempo en que yo era su favorito, como la mayoría decía, aunque yo no estaría tan seguro. Pienso que, no me imaginé siendo algo más que amigos en una forma romántica, sino en una forma más familiar.

Siendo como el tío Harry.

Sus hijos serían las cosas más adorables del mundo.

Unos niños con los ojos grises y con el pelo castaño, ya me los podía imaginar a mi alrededor, gritando mi nombre y pidiendo a su padre que los llevara a caballito, mientras su madre reía ante la situación.

Era una cosa inevitable si las cosas continuaban así.

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