YouTube Girl |Louis Tomlinson|

Capítulo 46. "Mi mensaje secreto":

P.O.V. Louis:

Quería que la tierra me tragara.

Quería que me tragara y que no me dejara regresar a la superficie.

¿Cómo era posible que yo, con mi madurez, sentido común y fuerza (digamos por un segundo que tenía las dos primeras) no hubiera parado a Harry en su plan para destruir mi inexistente (por el momento) vida morosa?

Estuve allí mirando todo el tiempo.

Supe el momento exacto en el que ella vio las imágenes, lo pode sentir, prácticamente. Aunque todo lo que recibí fue la sonrisa de complicidad de Harry. Como odiaba a ese chico en esos momentos.

Aunque lo quería como a un hermano al mismo tiempo.

-          Esperemos a ver su reacción, baby Boo Bear… -dijo Harry mientras volvía a poner el móvil en la cocina, yo solo volví al sofá y me desplomé-. No seas tan melodramático, son unas fotografías muy buenas. –dijo Harry pasando delante de mí, yo no podía articular palabra en ese momento, estaba en shock-.

¿En serio había sido tan estúpido como para no parar a Harry? ¿Ahora qué pensaría de mí?

En realidad, no era todo tan malo, si le había mandado las fotografías que él dijo, serían las que tenía en el álbum familiar, el chico nunca borra nada de su móvil, así que puede que tuviera hasta su última carta para Santa Claus allí escrita.

Sinceramente lo pensaba.

Sentí mi móvil vibrar en el bolsillo de mis pantalones, señal de que tenía un mensaje de alguien. Suspiré pesadamente y, lentamente, agarré el teléfono y, para mi sorpresa, era de un número desconocido y, si mi memoria no fallaba, era del mismo número que acababa de llamar a Harry.

“Hey, bonitas fotos. ¿Sabes quién soy? Pues no te lo pienso decir… ¿lo sabes ya? ;) XOXO”

El mensaje era de ella, sin duda.

Solo ella podría poner algo así cuando quería que alguien supiera quien era. Era cuestión de lógica, básicamente, nadie haría lo mismo si estuviera en su sano juicio… aunque, pensándolo mejor… ¿alguien lo está? No digo que la gente normal no exista, pero sigo creyendo que cada uno es como es y, por loco que parezca, nadie es normal, aunque lo intente aparentar.

Los nervios me invadieron a los pocos instantes. ¿Era un mensaje de ella realmente? Mi corazón empezó a palpitar, mis manos empezaron a temblar y, de allí, todo el cuerpo.

¿Era este mensaje como un secreto? ¿Nuestro mensaje secreto?

Lo creía con muy pocas esperanzas, era solo un mensaje más.

Uno de los miles que ella habría mandado ya, uno menos en la lista de los futuros.

¿Era masoquista? Realmente lo creía ahora. Una chica que realmente me trae loco y casi no le puedo ni hablar si desmayarme. Era estresante mi vida, era tan difícil de comprender lo que pasaba que, literalmente, nadie lo sabía realmente.

Dijeron que los masoquistas disfrutan haciéndose daño. Yo no disfrutaba desmayándome, aunque lo haría mil veces más si el premio fuera una de sus sonrisas. Una de esa que te dejan si aliento, las cuales solo puedes recibir de la persona a la que quieres con toda tu alma, como pasaba en las historias que, aunque no muchos lo sepan, leo.

Zayn hizo que empezara a leer un libro y así me fui metiendo más y más en ese mundo, leía un libro o dos al cabo de un par de meses, nada exagerado, solo por diversión y aburrimiento.

Además, ¿a quién no le gusta despejarse la mente un rato? Era saludable de vez en cuando hacerlo.

Sobre todo en mi caso.

-          ¿Aún estás allí? –dijo Harry con que salía de la cocina con un poco de salsa de tomate en la cara, reí por eso-. ¿Qué?

-          Mejor mírate en un espejo y sí, al contrario que tú, mi vida es un completo caos. –le dije medio sonriendo-.

-          Pues vive la vida como puedas, te estás haciendo viejo más rápido de lo normal. –dijo mientras se miraba al espejo y se comía el tomate de su cara, era una estampa bastante cómica, debo decir-.

-          ¿Cómo lo harías tú en mi situación? Quiero a una chica y tengo como una doble vida con ella, no puedo actuar como si la conociera y ella no sabe lo que siento por ella, ni se lo imagina. –dije echando la cabeza atrás-.

-          Louis, tienes ese problema porqué tú quisiste tenerlo. Si hace un mes le hubieras dicho la verdad, ahora las cosas no estarían así de difíciles.

Y, con esto, mi ánimo se acabó de aplastar hoy.

Eso, amigos míos, pasaba cuando uno de los chicos habría su boca y me bajaba de las nubes en las que me había asentado desde hacía un tiempo.

En serio, los chicos no podían ni dejarme vivir ni un solo día en mi nube, donde las cosas son de color rosa y hay una ______ sonriente siempre a mi lado. Ese sí que sería un buen sueño, uno que, si tenía suerte, podría convertirse en realidad en poco tiempo.

Miré el mensaje de nuevo, no sabía si responder ahora o más tarde, pero decidí que la mejor opción era no dejar las cosas para más tarde, tenía que ser valiente por una vez, enfrentarme a mis miedos.

El problema era que eran demasiados.

Me estrujé el cerebro para pensar en la respuesta más divertida y con más sentido posible. Fue una difícil tarea de casi cinco minutos de borrar y escribir tantas veces que ya había perdido la cuenta.

La verdad, no sabía cómo los escritores encontraban las palabras correctas para todas las situaciones, era impresionante, la verdad.

“Pensaba decirte algo ingenioso… pero veo que no tengo ese poder todavía, me quedo como árbol de navidad este año :/”

Fue lo más ingenioso que pude escribir antes de que Harry agarrara el móvil, enviara el mensaje y me empujara hasta la cocina, donde tenía la comida hecha. Espaguetis con salsa de tomate era el menú de hoy, Harry dijo que  tenía que recuperar fuerzas después del susto que les había hecho pasar. Dijo que habíamos quedado en estar reunidos en casa en media hora, para que todos pudiéramos comer con tranquilidad.

Seguramente, si pasaba lo mismo otra vez, me iban a llevar al hospital de inmediato.

Mi diagnóstico, seguramente sería algo relacionado con los delirios del amor…