Aquí todo puede salir mal, solo hay que tener fe y creer en milagros
— ¿Mamá?
— ¡Ana, mi amor! —gritó de vuelta. No lo pienso dos veces, corro en su encuentro y nos fundimos en un caluroso abrazo. Las lágrimas corrían sin control por mi cara, lágrimas de felicidad. No podía creer que mi madre estuviera aquí, que fuera tangible. No podía creer que la traición de Core nos uniría. La traición de Core...
—Mamá, tenemos que salir de aquí... muchos guardias de la OMAPE vienen para acá, en este mismo momento —informo separándome de ella con desesperación. Acababa de encontrar a mi madre, no sería justo ni podía separarme de ella en estos momentos. Mi madre asintió como si lo supiera, entonces miro al espejo con cuidado. Cerró con llave la puerta, y se enfrentó al espejo. Estaba mucho mas calmada que yo, yo prácticamente er aun manojo de nervios mientras que ella era todo control y orden.
—Tenemos que romper esto —anunció.
—Tratábamos, pero es a prueba de balas... —digo frustrada. Si tan solo tuviéramos armas o algo afilado.... ¡Pero que idiota soy! Rebusco mi collar en mi cuello y me lo arranco apresurada. Corro a la pared más cercana y lo estampo contra esta. Tenia tiempo sin usar mi collar, pero que mejor momento que este. Susurro: Quebre em colar. Deixe-me ver o seu interior. La pared se abrió ante mi y mi guarida quedo al descubierto. Entro rápidamente y comienzo a lanzar armas a lo loco fuera de ella. Cuando escucho la puerta siendo aporreada, me desespero más. Calma ahí caballo, solo lo estas empeorando. Salgo de mi guarida y comienzo agredir al espejo indiferente a las miradas perplejas de todos. Estupido espejo que no se rompía con nada. ¿Por qué tenía que ser tan duro? Cada golpe, lo daba con temer a que la puerta se abriera, con cada golpe, soltaba todo el miedo que había dentro de mi. Solo... necesitaba que esto se abriera.
—Ana... Ana... ¡Ana! —grito Gabriel delante de mi. Parpadeo sorprendida por su repentina aparición y exaltación— lo lograste —murmuro señalando al espejo. Miro con incredulidad como el espejo estaba agrietado por todos lados, solo un toque, solo uno, y se rompería. Mi respiración era agitada, había perdido el control. Miro a mi madre con vergüenza de que me viera en este estado, pero ella mirada a otro lado. Sigo su mirada y maldigo por lo bajo. La puerta quedó hecha pedazos y la OMAPE nos apuntaba con sus armas. ¿Nada de todo lo que digan puede ser usado en su contra, eh? ¿Directo al grano?
Nadie se movia, nos mirábamos como esperando quien haría el próximo movimiento. Quizas porque tenía una metralleta en mi mano y una mirada de loca, estaban andandose cautelosos. No lo pienso dos veces, disparo al espejo. Todo pasó en cámara lenta. La bala golpeo el espejo, el espejo poco a poco se rompió en pedazos y se derrumbo. Todos miramos como el suceso ocurria con diferentes semblantes en la cara. Luego de eso fuera como si alguien presiono un botón de "Acelerar" ya que todo pasó demasiado rápido. Los guardias de la OMAPE entraron en manada a la pequeña habitación. Mi madre, Gabriel y yo comenzamos a luchar contra ellos. El vidrio ya estaba roto, pero la mas cercana era mi madre para irse. Tenía que irse y dejarnos encargarnos de esto. Corro hasta la pared y arranco mi collar, lo guardo entre mis pechos y vuelvo a la lucha. Que bueno era tener este sostén resistente, debería comparme unos cuantos más.
No era una asesina. En toda mi vida habia preferido dejar incosciente a mi oponente, aunque a veces no era tan fácil. ¿Pero hoy? Simplemente no podía contorlarme, mi instinto no se contorlaba. Todos estos guardias apuntaban a matar, aunque claro, con sus dardos para drogarnos. Pero permitiría que me capturaran, no de nuevo. No permitiría que capturaran a Gabriel, ni a mi madre... no, no lo haría. Me negaba a darme por vencida. Con mis cuchillos extendidos, corto, corto, corro, corto a todo lo que se moviera. Estaba cegada por la lucha. Solo podía ver rojo, rojo, puro rojo. Me agacho y un dardo se clava en la pared con fuerza, un dardo que pudo muy bien estar clavado en mi cabeza. Me levanto de golpe y sacando la pistola de mi cadera, disparo. Aparto la mirada rápidamente antes de moverme en dirección al espejo. Espio como le iba a mi madre y a Gabriel, cuando verifico que seguian vivos y siendo ellos, me tranquilizo lo suficiente para seguir. Jamás había luchado contra tantos guardias de la OMAPE juntos. Y eso era inquietante, los números no estaban a nuestro favor y eso me molestaba. Por fin logro juntarme con mi madre y Gabriel, juntos continuamos la lucha.
— ¡Ahora! —grito inesperadamente. Empujo a mi madre y a Gabriel a través del espejo roto, ellos no comprendieron hasta que estuvieron tumbados en el otro lado. Quizás debería haber explicado mi plan, pero tenía un incoveniente: muchos guardias con oídos que podían frustrarnos los planes.
— ¡Ana, ven! —grito mi madre.
—Yo los contengo —grito de vuelta. Cinco guardias me rodeaban, mientras otros diez venían entrando al cuarto. Y más allá, podía ver a otros cientos venir. ¿Saldría viva de esta? No podía asegurarlo. Pero no me importab, lo mas importante era que mi madre y Gabriel, si. Los cinco guardias a mi alrededor cayeron al piso, cada uno muerto. Ahogo un grito y soy jalada hacia atrás. Los vidrios me rasguñaron el traje, pero mientras era cargada lejos de la conmoción, podia ver como los guardias corrían en nuestra dirección. Mi madre les cerró la puerta en la cara.
Gabriel me bajo y me miro de arriba abajo. — ¿Estas bien? —preguntó preocupado.
—Si —respondo un poco aturdida. Mi madre me abrazo con fuerza, le devuelvo el abrazo con la misma intensidad. Sentía como mi pecho se hinchaba de emoción. Todos estos años lejos... necesitaba salir de este infierno y colocarme al dia con mi madre, lo necesitaba mas que nada.
—Tenemos que irnos, pronto tumbaran esta puerta —ordeno mi madre. Gabriel y yo asentimos en acuerdo. Mientras corríamos por el pasillo, lejos de los guardias de la OMAPE, por mi mente paso que no estaba Core con nosotros. Ella se había quedado atrás, en ese despelote, quizás ya estaba muerta. O quizás estuviera ayudando a tumbar esa puerta para que nos mataran. Me quito esas ideas de la cabeza, eso ya no era mi problema. Ya no más. Me había traicionado. No cabía lugar para ella en mi corazón, jamás. Miro a mi madre delante de nosotros, corriendo y guiándonos. Eso era todo lo que necesitaba. Lo habia logrado, había encontrado a mi madre y estaba vida. ¿Qué opinas de eso ahora, Liam? ¡Ja!.
Ana wins.
Todos mis esfuerzos habían dado fruto, no había pasado como lo había imaginado o planeado, pero lo más importante era que había pasado. Mi madre estaba aquí conmigo, y no iba a permitir que la OMAPE me la volvíera arrebatar. Nunca más. Estaba alborde de las lágrimas, y mi concentración corrompida. Esto tenía que parar. Si no me concentraba podía ponernos el peligro, y dos personas dependían de mi. No podía desconcentrarme. Corro mas rápido para alcanzar a mi madre que estaba dando una curva hacia la izquierda cuando de repente ella se detuvo de golpe. Golpeo su espalda y Gabriel golpeó la mia. Gruño por lo bajo. ¿Qué carajos paso?
—Mamá...
—Guardias —susurro mi madre. Mierda, mierda. No nos podíamos devolver porque lo mas probable era que los guardias ya hubieran roto la puerta y nos estuvieran buscando, y ahora... ¡Había mas guardias al frente! Estabamos acorralados. Joder, joder, joder. Me urgia salir pronto de aquí, me estaba provocando ya un dolor horrible de cabeza. Miro a mí alrededor buscando una salida. Pero claro, no encontraba una cercana.
—Aquí... —susurro Gabriel. Me vuelvo para verlo apuntando a una puerta, que estaba gusto detrás de mi. ¡Tonta de mí! En serio, estaba perdiendo el toque. Agarro por el brazo a mi madre y entramos en la puerta que Gabriel mantenía abierta, entonces él la cerró. Estaba un poco oscuro, no sabía donde carajo nos habíamos metido. Esperaba que no fuera nuestra propia tumba. Miro arriba y abajo, ¡era una escalera! Dios me estaba sonriendo en este momento. Fe y muchos milagros. Si en el ascensor habíamos bajado, para salir de este lugar, teníamos que subir. No había un plano que pudiéramos estudiar de la OMAPE, no estaban disponibles en la web o en ninguna biblioteca. Así que, cuando decidimos, o más bien, yo había decidido venir aquí, había aceptado todo el riesgo para improvisar. Y era lo que estábamos haciendo, improvisar constantemente.
—Arriba —murmuro subiendo las escaleras. Mi madre y Gabriel me siguieron de cerca, mantuvimos un ritmo rápido pero al mismo tiempo estábamos sigilosos ante cualquier imprevisto. Y por imprevisto me refería a los guardias de la OMAPE. Y a atentos me referia dispuestos a lanzarnos por las escaleras de vuelta. ¿Cuántos pisos habíamos bajado? Cuando habíamos subido tres pisos me detengo en la puerta cerrada. Esta debería de ser PB. Me apoyo en la pared y abro la puerta con cuidado, me asomo por la rendija para observar como estaba el movimiento. Algunos guardias corrían en dirección contraria a la que tomaríamos. Perfecto, fuera guardias, fuera, shu shu. Luego de un momento no había nadie. Nadie.
— ¿Sin moros en la costa? —preguntó Gabriel.
—Si —respondo. Miro a mi madre con mucha emoción— pronto estaremos fuera de aquí, lejos de esto y todo estará bien mamá.
Los ojos de mi madre se llenaron de lágrimas. —Claro mi amor —dijo con mucho cariño en su voz. Cariño de madre, lo que me había faltado toda mi adolescencia. Todos estos años, no pude resistirme. Corro abrazarla con fuerza y algunas lágrimas se me escaparon sin mi permiso. Me aparto rápidamente y me seco las lágrimas, teníamos que apurarnos. Se fuerte Ana.
—Vamos —apuro. Salimos cuidadosos de las escaleras y observando ambos lados, corremos hacia la derecha, el lado opuesto de los guardias. Me imaginaba que había algunos guardias afuera, cuidando que no escapáramos. Pero podríamos con ellos. Meto mis manos en las dos nuevas pistolas, recargadas y listas para todo. Había sacado además, dos cuchillos mas para mi y otros para mis acompañantes. Cuando damos una curva quedamos frente a frente con dos guardias. El encuentro nos tomo por sorpresa a todos. ¡Maldicion, seguía muy distraída! No lo pienso mucho, levanto mi mano y disparo a ambos. Los dos cuerpos cayeron al piso mientras les paso por encima en dirección a la salida. No miro atrás, porque sabía, que si miraba atrás, a esos cuerpos en el piso, me iba a romper. Y no podía romperme, no en este momento, no ahora. Corremos por los pasillos defendiéndonos cuando nos cruzábamos con uno que otro guardia hasta que llegamos a la entrada, donde estaba el guardia cuidando la puerta tecnológica. No lo pienso, le disparo por la espalda. El guardia no se volvió, cayó de rodillas al piso, sin darme la cara. Mucho mejor, no podría soportar verle la cara de nuevo.
—Ana... —murmuro Gabriel sorprendido. No le respondo ni lo observo. Voy hasta el guardia y agarro su mano, la coloco en el aparato capta huellas. La puerta tecnológica se abrió, dejando a la vista unos cuantos guardias mas esperándonos. Ellos no fueron tan lentos. Dispararon automáticamente, nos cubrimos de los dardos, pero seguimos avanzando. Disparamos y uno por uno, los guardias cayeron al piso. Estaba sudando, mi corazón latía frenéticamente y sentía como si todo fuera a salir mal en cualquier momento. Estabamos tan cerca de salir, tan cerca que no podía creerlo. Corremos hasta la salida, sin mirar, disparo a los dos guardias de la puerta. Cuando salimos del pasillo, al aire libre, mi boca casi se cae de la incredulidad. Joder. ¡Estábamos rodeados de guardias! ¡Rodeados! Habian como.... Cientos de guardias aquí. No lo podía creer. Habíamos logrado salir del edificio. Habíamos llegado tan lejos... tan... para ¿morir aquí?
—Mierda —murmuro mi madre. Mierda, pues. Lo siguiente pasó demasiado rápido. Cientos de guardias avanzaron para acorralarnos. Nosotros comenzamos a dispararles y abrirnos paso en dirección al bosque. Pero se nos hacía dificil, había muchos guardias. ¿La única buena noticia? No trataban de matarnos. Solo querían drogarnos para volver a meternos dentro de ese asqueroso edificio y hacernos miles de experimentos y torturas, nada más. Tratando de esquivar los dardos, logramos llegar a la mitad del campo. Casi llegábamos al bosque. Habíamos dejado una estela de muertos a nuestro paso. No me enorgullecía de eso. Me agacho y disparo a un guardia antes de que apenas lograra apuntarme.
— ¡Ana! —gritó alguien en la distancia. ¿Uh? Trato de no desconcentrarme, pero me era imposible con ese grito y la repentina agitación del entorno. Muchas intenciones, me abrumaban. Trato de concentrarme en algunas por individual, pero era un poco difícil y mi cabeza me traicionaba tratando de girar para descubrir el dueño de ese grito. Gruño frustrada mientras con mi cuchillo corto una yugular. Girándome tan rápido que no podía ver la sangre, corro y disparo a un hombre que trataba de asestarle a mi madre. Mi madre me guiño un ojo y ambas seguimos luchando. Reviso por Gabriel, que seguía cerca y vivo. Bien. Esta pelea era y sería infinita. No creía que pudiéramos lograrlo, eramos muy pocos contra tantos. Escucho varios disparos a la vez, miro a mi madre y a Gabriel, pero ellos no eran. Sus balas se habían acabado hace poco, y usaban sus cuchillos. Y yo no había disparado. ¿Quién podría ser? Algunos guardias corrieron en dirección opuesta, me imagino que para enfrentarse a quien sea que fuera. ¿Debería preocuparme? ¡Eran muchas cosas! Dios mio, dame un respiro.
Sigo mi lucha, tratando de despejar mi mente. Reacciono demasiado lento a lo siguiento, solo por milímetros un dardo no me daba en el ojo derecho. Joooooooder. Quizas no nos quiran matar, pero si dejarme tuerta o algo asi. Mi corazón latia desbocado, parecía que en cualquier momento se me fuera a salir. Disparo en dirección a ese imbécil. Mi paciencia estaba agotada. Estaba cansada y solo queria salir de aquí con todos los que me importaban vivos. Entonces al girarme para esquivar otro dardo, me quedo paralizada. No podía ser, mis ojos me estaban fallando. Esto tenía que ser por el cansancio.... ¿o no? ¿Qué carajos hacían ellos aquí? Dios, cuando decía que eramos muy pocos para tantos guardias no decía que los enviaras a ellos. ¿A ellos? ¿En serio? ¡Comenzaría a hiperventilar en cualquier momento! Lo que era absurdo, dado que el sol estaba pegando fuerte. Me encuentro con la mirada de un chico rubio que en seguida me guiña un ojo y me mira con alegría.
—Niall... —grito incrédula.
— ¡Cuidado! —gritó Melany disparando en mi dirección. Parpadeo abrumada y me quito rápidamente antes de que la bala me diera, pero esa bala no era para mí. Girandome, veo como un guardia de la OMAPE caía al suelo con una pistola. Gruño por lo bajo y le robo la pistola, quizás me funcionará. Las armas de tus enemigos son tus amigas ¿No era asi?
— ¡Mamá! ¡Gabriel! —grito lanzándoles una pistola a cada uno. Quizas evitemos matar a más personas si solo las drogamos. Dios sabe que ya tengo una larga cuota de muertos por hoy, ni siquiera sabia como dormiría en la noche. Entonces corro en dirección a Niall y Melany, mas decidida y voraz. Disparo, corto, disparo, corto, corto y disparo a todo guardia que se me atravesase por enfrente. Cuando llego al frente de Niall, casi lo golpeo.
—Ana...
— ¿En que carajos estabas pensando al venir aquí? —pregunto molesta— ¿tú lo trajiste? —pregunto mirando a Melany. Siento un dardo cerca de mí, me agacho y me giro, disparando al guardia automáticamente.
—Él se vino solo, no creas que alguien lo invito —gruño Melany golpeando a un guardia y acuchillándolo. Parpadeo, al parecer no era la única sin piedad. Eso me hacia sentir mejor conmigo misma. Disparo a otros guardias que se me acercaban, mientras Niall hacia lo mismo.
—Escuche a Mishell hablando y bueno, o ella me dejaba venir... —respondió Niall mientras le disparaba a alguien— o yo venia solo.
—Debes dejar de hacerte el héroe —gruño.
—No me hago nada, solo quería que estuvieras bien.
— ¡Ana, hija de tu mamá! —gruño alguien detrás de mi. Me giro justo a tiempo para ver como Angel le disparaba en toda la cabeza a un guardia. Dios ¿Cuándo nos habíamos convertido en esto?
—Angel... no me jodas, ¿tú también?
—Yo soy el líder de esta emboscada, de nada —grito riendo Angel. ¡Santo seas Angel! Estaba nerviosa ahora, había más personas y más riesgo a que ellos salieran lastimados, pero había más de nosotros. Lo que significaba que teníamos más esperanzas. Gracias mi Dios. Me vuelvo rápidamente para dispararles a tres guardias antes de buscar por mi madre y Gabriel. Los encuentro un poco mas allá, tenían que llegar a donde estaban. Aquí estábamos más cerca del bosque.
— ¡Mamaaaaaaaaaaaaá! ¡Gabriel! Acerquenceeeeee —grito en su dirección varias veces. Cuando por fin me escucharon, trataron de llegar hasta donde estabamos pero se tardaban un poco. Muchos guardias con ellos. Desde mi posición les disparo a varios guardias que los rodeaban, y con mi otra mano le disparaba a los que trataban de acercárseme. Entonces se me acabaron las balas, y no me quedaban mas recargas. ¡Geeenial! Le lanzo mis pistolas en la cabeza a dos guardias, que cayeron al piso inconscientes. Pobres, tendrían un gran dolor de cabeza y de cuerpo, todos los pisoteaban. Que desconsiderados. ¿Dónde estaba el instinto de compañerismo? Mínimo tenían que detenerse a ver como estaban... y dejarnos escapar. Seria tan genial si nos ejaran escapar. Más disparos, más golpes, más alboroto.... y mi madre y Gabriel por fin lograron llegar a mi altura. Me sentía acorralada. Había guardias por todos lados. ¡Parecen moscas, se multiplicaban! Veo a Mishell luchando con 6 guardias a la vez, sin ni siquiera estar despeinada. Mínimo yo parecía algo horrible, sudada, despeinada, con mal olor y con sangre. Tanto mía como de los demás. Era asqueroso.
Me agacho con un grito rápidamente cuando una lanza es lanzada en mi dirección. Me levanto incrédula y le disparo a quien sea que haya sido. Habíamos robado armas de los guardias caídos, y entonces disparábamos con ellas y cuando se les acababa la carga los agredíamos con ellas. Rebuscarnos y toda la cosa... pero... ¿una lanza? ¡Esto no era el siglo medieval! Solo imaginar que esa cosa podía atravesarme peor que un cuchillo me daba escalofríos.
— ¡Oigan, cuidado, este es un vestido decente! —grito Melany molesta. Giro la cabeza por un momento para observar como Melany le cortaba el cuello a un guardia con fuerza y sin temblores— ¡Idiota! —grito empujando el cuerpo con su pie. Me vuelvo algo abrumada y sigo luchando. Yo no podía tener su sangre fría para estas cosas. Sabía que cuando todo esto terminara, todo el dia de hoy me caería encima y me rompería. Y para cuando sucediera eos, necesitaba estar sola. Ana y sus demonios, nada más. Nos reunimos en un círculo, cuidándonos las espaldas. Melany, Angel, Niall, Mishell, mi madre, Gabriel y yo, todos juntos unidos por una causa mayor. Poco a poco, nos vamos acercando al bosque, con cuidado, lentos pero seguros y vivos.
Cuando llegamos al borde del bosque, que para mi fue tan eterno, echamos a correr adentrándonos en el para perder a la OMAPE. Sentíamos como nos perseguían, pero nuestra meta era escapar. Escucho a Mishell en mi cabeza: Nos vemos en la casa, si no podemos vernos en estos momentos. Asiento en acuerdo. Nos separamos: Niall, Angel y Mishell corrieron hacía la derecha mientras que Melany, mi madre, Gabriel y yo corrimos hacia la izquierda. Teníamos muchos guardias detrás de nosotros, y nos volvimos a separar. Mi madre y Melany hacia un lado, mientras que Gabriel me siguió hasta el otro. Me preocupaba separarme de mi madre, pero me aliviaba que estuviera con Melany. Ella la cuidaría. Melany sabía lo importante que era mi madre para mí. Ademas, nos reuniríamos pronto. Tenía fe en eso.
Corríamos por entre los arboles, esquivando dardos, lanzas y ramas que se nos atravesaban por el camino. Estúpidos estorbos. En cualquier momento los perderíamos, o eso esperaba. No quería volverme y dispararles, perdería velocidad y probablemente me cayera. Y no quería eso. Una gran rama estaba delante de nosotros, la apartamos de nuestro camino. Estaba cansada, mis pulmones gritaban que parara igual que mi estomago, pero no podía. No los habíamos perdido todavía. Mas adelante veo una especie de cueva. Le lanzo una rama a Gabriel para llamar su atención y luego señalar la cueva. Gabriel asintió y ambos corrimos a la cueva. Las cuevas eran oscuras y siempre tenían pasadizos y esas cosas. La idea era escondernos y cuando ellos comenzaran adentrarse para buscarnos, nosotros saldríamos pitando de allí. Era todo un plan armado.
¿Por qué tenía que ser tan torpe? Algo se enredo con mi pie ¿Una rama, quizás? ¿O la rama me había jalado el pie? Eso era imposible, de todas formas. Pero entonces, ¿Cómo podía explicar que estaba cayendo por el agujero de un árbol? Si comenzaba a ver conejos con reloj, iba a hiperventilar. Grito pidiendo ayuda, pero mi voz tenía eco y sonaba hueca en el espacio. Todo estaba oscuro. No había nada flotando alrededor. Quizás el país de las maravillas estaba en escasez. Joder ¿A dónde carajos estaba yendo? ¿O a donde carajos me estaban llevando? ¿Qué carajos era esto? No podía descifrarlo. Solo sabía que seguía cayendo, que la luz del agujero se iba haciendo más distante hasta que se extinguió y solo veía penumbra. Joder, ¿iba a morir aquí? Dios mio, cuida a mi madre. El pánico me aprisionaba el pecho, mi cuerpo se erizaba sin ningún motivo, el cansancio me golpeo tan fuerte que me dejo sin oxigeno. El silencio era todo lo que escuchaba. Algo duro, que no lograba ver, golpeo contra mi cuerpo haciendo que mi grito llenara todo el espacio. Mi cabeza fue la siguiente, y entonces veía todo borroso hasta el dolor se lo llevo todo lejos y la penumbra absoluta de la inconciencia me invadió.
FIN...
Por ahora.
HOLAAAAAAAAAAA.
TERMINO.
TERMINO LOS PSIQUES.
Mil gracias por todo su apoyo a lo largo del libro, me esmere mucho haciendolo y se que falta edicion y todo eso, pero creo que es una buena historia que promete. ¿Tendra continuacion? si. Pretendo que sea una trilogia, pero todavia no comienzo a escribir el otro libro, que hasta el momento, tengo pensado que se llame "Disturbio" pero ya veremos.
Solo quiero agradecerles el apoyo, sus leidos, sus votos y sus comentarios ¿que no es la historia mas leida de Wattpad? ¡No me importa! Solo me importa su apoyo y sus comentarios de aliento. Cuando me siento triste o algo, solo tengo que leerlos para sentirme mejor.
Se que tarde dos meses o tres en subir capitulos, pero lo logre, termine el libro y entre en la universidad (actualmente estudio ya) y estoy agradecida por ello.
Gracias por leerme y confiar su tiempo en esta historia, y claro, en mis otras historias tambien.
Nos estamos leyendo <3 - Yimmerlys.
XOXOXO.