Ad Originem Capítulo 228 - Concilio en la Asamblea

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-Concilio en la Asamblea-



     Diez días pasaron rápidamente y las noticias de que en la Asamblea habría un Concilio, en el que los Nobles Cienfuegos y los Nobles Cieloazul se verían las caras, llegaron a oídos de casi todas las personas de la Villa Fortaleza.

De hecho, en la villa era el tema más hablado en eso días y en la mañana del décimo día, no eran pocos los que rondaban las inmediaciones de la Asamblea.

Incluso habían dos corresponsales de la Gaceta Familia Pichonveloz.

A diferencia de los demás "cotillas" que intentaban pasar desapercibidos, estos, preguntaban a todo aquel que se encontraba por la plaza de la Asamblea, por los posibles motivos que llevaron al enfrentamiento entre ambas familias y querían saber su opinión sobre qué familia creían ellos que saldría airosa.

Aunque nadie quiso entrar a dar valoraciones sobre tan poderosas familias y menos aún elucubrar pronósticos, ante un tema tan delicado del que poco o nada sabían a ciencia cierta.

Los primeros en llegar fueron los Magistrados de la Asamblea junto a sus Asesores, a excepción de los representantes de las familias enfrentadas.

El Magistrado Baluarte Rojo Kutino, el Magistrado Lagoscuro Keltir, el Magistrado Terranova Aiorels, la Magistrada Vallermoso Margarita y la Magistrada Vientofurioso Evori.

Cerca de quince minutos después, llegó la Familia Noble Cieloazul.

Yendo en cabeza su Líder, el Noble Magistrado Cieloazul Caelos con su mujer, la Noble Cieloazul Udali, su hermano, el Noble Cieloazul Iscer junto a su mujer, la Noble Cieloazul Vecia, su hermana, la Noble Cieloazul Caelia con su esposo, el Noble Cieloazul Debos, su hijo, el Noble Cabo Cieloazul Talos junto a su mujer, la Noble Cieloazul Cilia y su sobrina, la Señorita Cieloazul Isceria.

Todos ellos entraron sin perder ni un segundo y escasos minutos después, apareció la Familia Noble Cienfuegos.

Estando en primer lugar su Líder el Noble Magistrado Cienfuegos Aravo, su hijo, el Noble Teniente Cienfuegos Arkil junto a su esposa, la Noble Cienfuegos Juana, su hijo el Noble Rector Cienfuegos Aius, su hija la Noble Cienfuegos Alba, su nieta la Señorita Cienfuegos Ana y su nieto, el Noble Cabo Cienfuegos Asibal junto a su esposa, la Noble Cienfuegos Navia.

La Asamblea era un elegante edificio de forma circular, de gruesos muros adornado con altas columnas redondas de arquetipo dórico y un techo con forma de cúpula con adornos de vidrio en su mayoría.

Por dentro no era tan amplio, aunque si era alto.

Había un pasillo central de unos treinta metros con una bonita alfombra roja que conducía al estrado.

El estrado lucía los cuadros de todos los Presidentes de Asamblea que había habido hasta la fecha y estaba compuesto por un escritorio con una butaca para el presidente y un pequeño banquillo cuadrado con barandillas para quien tomara la palabra.

Y alrededor de toda la sala a excepción de la zona posterior al estrado, estaba la tribuna que tenía forma de escalinata, con un bonito acolchado de color rojo y el techo era una cúpula de estructura rocosa, con enormes vidrieras.

Los Magistrados de las Familias Fundadoras charlaban entre ellos en el pasillo, hasta que aparecieron los Nobles Cieloazul y los Nobles Cienfuegos.

Tras ser saludados, fueron a su zona de la tribuna a excepción del Magistrado Baluarte Rojo Kutino, que por veteranía asumía temporalmente la posición del Presidente en Funciones de la Asamblea.

Ad Originem (Volumen 2)Where stories live. Discover now