Ad Originem (Volumen 2)

Ad Originem Capítulo 262 - La cábala de Atenea

-La cábala de Atenea-

     La Gorgona Maestra Euríale y la Gorgona Reina Medusa, se dirigieron a la residencia donde la Gorgona Maestra Esteno llevó a la Lady Atenea, Heracles, Al-Sabbah Suer y Arin.

La Gorgona Maestra Esteno, ni siquiera entró con ellos, dio las indicaciones pertinentes a sus criadas y se quedó en el jardín de la residencia esperando a que hablaran tranquilamente.

Lo cierto es que la residencia, ubicada justo al lado del oasis, era bastante bonita. Incluso tenía un hermoso jardín con multitud de flores rodeando la residencia y el oasis.

Tenía un elegante y lujoso recibidor hecho con madera noble y llena de adornos de oro y plata con engarces con gemas de todo tipo y que daba a un enorme salón que no era menos lujoso y que era usado comúnmente para grandes reuniones y festejos.

Y aparte del enorme tamaño, todo ese lujoso espacio tenía interminables acabados exquisitos.

La residencia contaba con veinticuatro espaciosos y también lujosos dormitorios, todos ellos con su cuarto de baño y solo la cocina era más grande que cualquier vivienda de L'oasi delle Miniere (El Oasis de las Minas).

Aunque lo cierto era que, ellos cuatro no vieron mucho más que la entrada y el gran salón.

Según pasaron por la puerta, Arin abrió sus ojos de par en par.

Todos esos distinguidos adornos y acabados le parecían enormemente fascinantes y se estremecía pensando en todo lo que debía costar.

Sin embargo, cuando quiso compartir sus valoraciones con los demás, descubrió que todos estaban ya en el enorme salón, ya habían tomado asiento y una de las tantas Gorgonas que servían a las Gorgonas Maestras, estaba tomando nota de lo que iban a tomar.

Arin se daba cuenta de que si no estaban tan asombrados como él, debía ser porque sencillamente habrían estado en estancias como mínimo igual de lujosas y de hecho, no se equivocaba.

Heracles no tenía un domicilio fijo, desde aquel fatídico día en que mato a su mujer y sus hijos en uno de sus incontrolables ataques de ira.

Desde ese desdichado día, exceptuando cuando estuvo autoexiliado en el Valle Salvaje que residió en una pequeña cueva, jamás dormía más de dos o tres días en el mismo sitio y si hablamos de su antigua casa, esta tampoco era muy lujosa, pues siempre fue alguien humilde en todos los sentidos.

No obstante, había estado bastantes veces en el Monte Olimpo.

Entonces, ¿cómo podría compararse el lujoso Palacio de Zeus, con esta extravagante residencia ocasional?

Obviamente era lujosa y distinguida, mas no le dedicó más de un vistazo a la entrada y el salón.

Atenea directamente vivía en el Monte Olimpo y estaba más que acostumbrada a ver todo tipo de lujos.

De hecho, al ver la entrada no se puede decir que le gustara, pues estaba saturada de joyas innecesarias, al menos bajo su opinión.

A ella realmente no le pareció tan elegante y más bien le parecía todo un poco forzado.

Al-Sabbah Suer, vivía en la lujosa Fortaleza Alamut.

Actualmente llevaba siete meses sin aparecer por ahí, pues ella siempre fue muy inquieta y le gustaba conocer sitios nuevos y adoraba enfrentar mil y un peligros.