Ad Originem Capítulo 201 - La pequeña Cieloazul Lia

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-La pequeña Cieloazul Lia-



     Ibeli, estuvo informándole a sus amigos sobre la situación con la Secta Thug.

Estos no sabían quiénes eran los Thug, pero por lo que les estuvo explicando Ibeli, sabían que no iban a pasar por un buen momento.

Estuvieron hablando seriamente del asunto hasta que una hora más tarde, el Noble Cabo de la Guardia Fortaleza Cieloazul Talos, su esposa la Noble Cieloazul Cilia y la Joven Señorita Cieloazul Lia, se presentaron en la zona boscosa al oeste de la Villa.

Al sentir sus Auras, Ibeli fue a buscarles junto con la Lobita Alana, que desde que volvió del Torneo Regional de Poder, no se separó de ella ni un segundo.

Hasta fueron juntas al Valle Salvaje para rescatar a Arin.

- ¡Hola, hermano!
Exclamó Ibeli, dándole un abrazo al Noble Cabo Cieloazul Talos y luego saludó a su cuñada y a su sobrina.
... ¿Cómo estás Cilia...? Tú cada día estás más grande y más guapa Lia...
Dijo abrazando también a ambas.

- Me alegro de verte Ibeli. Aunque según te vemos, ya te estamos pidiendo un favor. Siento tener que molestarte con esto, sabiendo los problemas que ya tenéis. De verdad que te agradezco que me ayudes...
Comentó el Noble Cabo Cieloazul Talos.

- No te preocupes por eso, tú también nos ayudaste con lo de Arin. Además yo lo hago encantada, Lia es mi sobrina y la ayudaré en todo lo que pueda.
Contestó Ibeli muy contenta de poder verles.

- Tía Ibeli, ¿este Lobo es tuyo?
Preguntó la Joven Señorita Cieloazul Lia impresionada por el tamaño de la "cachorra" Alana.

Ella era una joven de catorce años, un metro con cincuenta y seis centímetros de altura, cabello largo de color naranja claro y de ojos también anaranjados como los de su madre, pero con algunas motas verdes.

- Realmente es de Arin, pero como Alana tiene la misión de protegerme, es como si fuera mía. Nos hemos vuelto totalmente inseparables.
Respondió Ibeli rascando a Alana detrás de las orejas y esta le daba lengüetazos en la mano con cariño.

- ¡Oh, me encanta...!
Exclamó la pequeña Cieloazul Lia rascándole la otra oreja y Alana también le daba "besitos" a la pequeña.

- Por cierto, te vi en el Torneo Regional. Estuviste realmente impresionante. También me dijo Talos que derrotasteis a varios Espiritualistas de Segundo Orden en el Valle Salvaje. Sois increíbles cuñada.
Dijo la Noble Cieloazul Cilia sonriente.

- A mí no me dejaron ir a verte al torneo, pero papi me dijo que eras imparable y ganaste a un Espiritualista de Segundo Orden siendo Etapa 6. Eres increíble Tía Ibeli.
Halagó la Señorita Cieloazul Lia sonriendo sin dejar de acariciar a Alana, la cual parecía cómoda con la pequeña.

- Tampoco fue para tanto, es solo que tengo varias habilidades, que combinándolas entre ellas son bastante efectivas. De hecho, tu también eres Telépata. Si llegas al Segundo Grado podré enseñarte el uso de los 'Estados' y quién sabe, quizá también aprendas el 'Estado Místico'. Si lo aprendes, tú también serás imparable.
Dijo Ibeli acariciándola la cabeza.

- ¡Genial! Entrenaré muy duro y seré tan fuerte como la Tía Ibeli.
Exclamó la pequeña Cieloazul Lia dando brinquitos de alegría.

- Hermana, a ver si de paso eres capaz de corregir un poco su carácter. Aún anda diciendo papi en vez de padre y el otro día a padre le llamó abuelito delante de todos. Casi le da algo...
Dijo el Noble Cabo Cieloazul Talos, que al verla dar brinquitos se daba cuenta de que la tenían demasiado mimada y aún era extremadamente infantil para su edad.

Ad Originem (Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora