Ad Originem (Volumen 2)

Ad Originem Capítulo 222 - Cruel Destino

-Cruel Destino-

     La Gorgona Maestra Euríale se disponía a acabar con Arin, que apenas podía mirarla a los ojos, pues sus heridas chorreaban tanta sangre que perdería el conocimiento en cualquier momento.

Incluso su cabello y su ojo verde dejaron de ser dorados y volvieron a la normalidad, así como sus 'Estados' y su Aura, que rápidamente se iba apagando.

Suer estaba algo mejor que Arin, pero no mucho mejor.

Aunque Arin se puso delante y se llevó la peor parte, ella también fue atravesada por tres lanzas de la devastadora 'Lluvia de Lanzas de Agua Oscura' y era obvio que no les quedaba mucho tiempo de vida a ninguno de los dos, pues ambos se estaban desangrando.

Quizá ese era el motivo por el que Suer miró a la Gorgona Euríale sonriendo, pensando que se quedaría con las ganas de hacerla su esclava.

- ¿Dissfrutasss con tu agonía? ¡Sssh...! Jajajaja... JAJAJAJAJA... ¡Sssh...! No te preocupesss, ensseguida esstoy contigo. ¡Sssh...! Esspero que no esstess tan grave como parece ¡Sssh...! Ssería una pena que te librarasss de sser mi masscota. ¡Sssh...! JAJAJAJAJA.
Comentó la Gorgona Maestra Euríale a Suer al verla sonreír y desvió su mirada hacia el resto de las Gorgonas, que estaban a una veintena de metros de ellos.
... Xxutha... ¡Sssh.! Mataron a tu hermana Chreivakte... ¡Sssh.! Esss jussto que sseasss tú quien acabe con él. ¡Sssh...! Todo tuyo Xxutha. ¡Sssh...!
Indicó la Gorgona Maestra Euríale sonriente.

La Gorgona Líder de Grupo Xutha se acercó hasta Arin lanza de acero en mano y apuntó con ella a su corazón.

Arin miró apenas un par de segundos a la Gorgona Xutha y simplemente cerró los ojos, dejándose llevar.

Pues ya no podía ni moverse y posiblemente hasta había perdido el conocimiento.

La Gorgona Xutha lo miró una última vez, antes de alzar su lanza y al momento de bajarla para clavarla en su corazón, se detuvo.

Volvió a alzarla con el pulso tembloroso y al bajarla de nuevo se detuvo otra vez y miró a la Gorgona Euríale con pesar.

- ¿Qué ssucede Xxutha? ¡Sssh...! No hay problema en que sseasss tú la que lo mate ¡Sssh...! Esss mi pressa ¡Sssh...! pero mataron a Chreivakte. ¡Sssh...! No tengo problema en que la matesss tú Xxutha ¡Sssh...!
Indicó la Gorgona Euríale, pensando en lo respetuosa que era la Gorgona Xutha, para no atreverse a tocar a su presa, sin asegurarse bien de que tenía permiso.

- No Maesstra Euríale...¡Sssh...! No... no esss esso... ¡Sssh...! Yo... no puedo matarle... ¡Sssh...! Yo... Hah... Yo quissiera... quissiera que le perdonara la vida. ¡Sssh...!
Confesó la Gorgona Xutha, casi sin creer lo que ella misma estaba diciendo.

- ¿Xxutha...? ¡Sssh...! ¿Perdonarle la vida? ¡Sssh...! No lo entiendo, mataron a Chreivakte. ¡Sssh...!
Expuso la Gorgona Maestra Euríale sin creer lo que estaba oyendo.

- Lo ssé Maesstra Euríale... ¡Sssh...! Me avergüenza decirlo, pero... ¡Sssh...! Tuvo doss clarasss ocassionesss de matarme y no lo hizo. ¡Sssh...! Inclusso no dejó que otrosss me matassen ni a mí ni a nuestrasss hermanasss... ¡Sssh...! Ssé que losss Humanosss no sson másss que ssuciosss animalesss... ¡Sssh...! Pero no esste Humano. ¡Sssh...!
Se sinceró la Gorgona Xutha, sin atreverse a mirar a los ojos a su Maestra Euríale por lo que estaba diciendo, pero era algo que tenía que decir porque para ella era una cuestión de honor.