Cap. 157

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Narra Ethan

Por tercera vez en toda mi vida me sentía inquieto. Siempre procuraba ser alguien que pudiera mantener la cordura en cualquier situación, pero algo como esto salía fuera de mi control. Además el que todo se repitiera en mi cabeza como si de una mala película se tratara no me ayudaba nada. ¿Por qué tenía que haber pasado algo así?

Era un simple y estúpido dibujo...Wou, no sabía que pensar de esa forma me dolería tanto. Yo siempre admiré a mi papá y su forma de contar increíbles historias. Para alguien que perdí todo desde joven, tener un sueño era lo más preciado para mí.

—Solo debes calmarte y disculparte con él—pensé caminando de un lado a otro en la sala de espera.

Esperaba que no fuera tan grave y que Sammuel no tuviera ningún impedimento para participar en el concurso y conseguir su beca. Era realmente importante para él.

***

Era uno de esos días en donde mi mente se había secado lo suficiente para atorarme en la trama de mi historia, tan cerca del final y al mismo tiempo tan hundido en una hoja en blanco. Generalmente hubiera empezado a golpear mi frente con el restirador o maldecir a diestra y siniestra. Pero mi queridísimo novio decidió que acostarse sobre una manta de manera ilegal en la azotea de los dormitorios era la medicina perfecta.

—No veo como esto pueda ayudarme en algo—suspiré mirando el limpio cielo azul, ni siquiera había una jodida nube a la que pudiera buscarle forma

—oh vamos, las estrellas suelen hacer formas caprichosas y extrañas

—Las estrellas siempre tienen la misma alineación—respondí negando ligeramente, aunque el no pudiera verme.

— ¡O puedes ver dragones cruzando por el cielo a la velocidad de la luz! —gritó emocionado mientras extendía sus brazos.

—Si existieran los dragones no existirían los humanos—solté una pequeña risa, era demasiado ocurrente en algunas ocasiones.

— ¡Coexistían con los vikingos!

—Oh, en ese caso perdona mi ignorancia. Había olvidado que vivimos rodeado de vikingos—sonreí pensando en lo gracioso que él se vería con un casco y ropa vikinga—deberías escribir una obra sobre eso.

— ¡Oye!—pico mi mejilla con algo de fuerza, pero no me dolió—a veces solo es bueno subir y sentir el viento sobre el rostro. A veces es salvaje y a veces es una suave brisa, pero igual sirve para refrescar la cabeza y las ideas—se estiro como si se tratara de un pequeño minino.

— No sabía que podías decir cosas tan inteligentes.

—Me acabas de ofender, yo siempre pienso cosas inteligentes ¡Pero tú no las aprecias!

—Lo siento—solté sintiéndome un poco culpable por varias cosas que pasaron por mi mente.

—A veces...—el tono de su voz fue demasiado serio de la nada—cuando me siento sin inspiración y siento que ser actor no es para mí, subo aquí y solo miro el cielo. De alguna manera me ayuda a relajarme.

—Ser actor ¿Es a lo que te quieres dedicar?—me acomode para poder ver las expresiones de su rostro.

—Sabes yo de verdad... ¡De verdad quiero ser actor! Pero no de esos que salen en las películas de Hollywood y tienen el mejor cuerpo del universo—se levantó y miró el cielo como si fuera lo más interesante del mundo—Si no de teatro, quiero dedicarme por completo al teatro. Me encanta la magia del backstage. Los cambios de vestuarios que se hacen a la velocidad de la luz y el tener que aprender de memoria todos los movimientos y el guion.

¡Bendito Whatsapp! (EDITANDO Primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora