Cap. 149

2.5K 319 83
                                    

Narra Ethan

A ver, si tenía que recapitular las cosas de manera adecuada podía decir que todo había sido normal. Salí con Sam en una cita, nuestra primera cita como novios. Curiosamente decidimos...bien, el decidió que nuestra primera parada tenía que ser un puesto de crepas, que supuestamente le debía por llegar tarde. Aunque yo pensaba que eso era una exageración de su parte. Pero me gustaban las crepas, así que no había problema.

Caminábamos tomados de la mano por el centro comercial, cuando "eso" paso .La cuestión aquí era, ¿Cómo termine enredado en una situación complicada y cliché? El detonante primario fue el hecho de que una voz femenina lo llamara por su nombre y ahora estábamos envueltos en una situación silenciosamente incomoda hasta que alguien se decidiera a hablar.

— ¿Y bien?—ella se decidió a romper el silencio y Sam no ayudo mucho con su pequeña monosílaba de asentimiento— ¿No vas a presentarme a tu novio?

— ¡Ma-mamá!—ese pequeño reclamo vino acompañado de un apretón sobre mi mano. Tenía que estar muy nervioso para estar tan sonrojado.

— ¿Qué? Yo solo te pregunte su nombre—el pequeño intercambio de palabras me basto para entender que estaba pasando.

Me tomé un momento para analizar la situación y observar un poco a la señora que teníamos delante de nosotros. Era un poco más baja que Sam, tenía el cabello castaño y los ojos violetas. Era como ver una versión más femenina de mi novio. Cabía recalcar que su voz era suave y melodiosa, no como la de su hijo. El cual nunca perdía la oportunidad para gritar. En eso estaba cuando su mirada se cruzó con la mía y ahí murieron mis pensamientos.

— ¿No quieres decírmelo tú?—si las sonrisas purificaran a las personas, la de ella acabaría con un millón de demonios.

— ¡Ah sí!...Primero que nada, buenas tardes. Mi nombre es Ethan Lemmington—me abstuve de sonreír para no causar una mala impresión, seguro terminaría poniendo una sonrisa torcida y rara.

—Vaya—llevo su mano a su mejilla y sonrió—Ethan es un bonito nombre. Te queda, es como de un caballero.

—Gracias—no sabía que más se suponía que se tenía que hacer en estos casos. Por favor, no se podía esperar mucho cuando era mi primera relación amorosa y repentinamente conocía a mi suegra....supongo.

—Entonces Sam... ¿Cuándo pensabas decirme que tenías una relación?—no sabía si la dulzura de su voz debía preocuparme, pero me aliviaba ya no ser el centro de atención.

—No se supone que tenga que decirte todo lo que hago—el tono de su voz fue sorpresivamente bajo para mí. Aunque de alguna manera parecía estar refunfuñando.

— ¿Ah sí? Entonces... ¿Crees que ya te mandas completamente solo?—un escalofrió recorrió mi espalda. Por un momento fue como oír a mi madre cuando era niño y estoy casi seguro que escuche a Sammuel tragar saliva.

—Eh...no...pero...—ahí se había ido toda su valentía.

—Entonces... ¿Sí o no?—cruzo los brazos sin borrar su sonrisa.

—Es mi culpa—dije instintivamente. Tendría que ponerme la armadura para enfrentar este nivel del juego. O por lo menos así me lo imagine en mi mente para no salir huyendo—Yo no quería que el dijera nada por que empezamos a salir hace dos días y no estoy seguro aún que tan bien ira esta relación. Pienso que es una gran responsabilidad presentarse con los padres antes de saber eso...o algo así—ni siquiera yo supe lo que dije. La verdad solo estaba siguiendo la línea de uno de mis juegos de conquista que tenía en una de mis consolas viejas.

—Ya veo, pero de cualquier manera no me parece adecuado tener esta conversación en la calle, ¿No lo creen?— ¿Enserio estaba sugiriendo ir a otro lugar a hablar de esto? No estaba seguro de poder con semejante reto.

¡Bendito Whatsapp! (EDITANDO Primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora