Cap. 112

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Narra Jaden

Me sentía mucho mejor después de haber arreglado ese pequeño incidente con Danny. Al final no se había molestado tanto como para dejarme. Pero aún me seguía preocupando que mi mejor amigo no se apareciera por la escuela.

—Estúpido Troy...—pensé molesto por que por su culpa no podía sentirme completamente feliz—Un minuto...—me detuve en seco por un segundo—¡Troy! —Exclamé apresurando el paso para alcanzarlo—¿Dónde te habías metido?

—Hola Jaden—me saludo con esa gran sonrisa de siempre. Aunque podía sentir algo diferente en él.

—¿Hola Jaden? ¿Eso es todo lo que tienes que decir después de que te desaparecieras varios días? —pregunté algo molesto.

—No seas paranoico—negó ligeramente.

—¿Qué te sucede Troy? ¿Es por lo que paso con Arien?

—Eso ya no tiene importancia—se encogió de hombros, pero estoy casi seguro de que por un segundo frunció el ceño como si intentara olvidarse de eso.

—No estas siendo sincero conmigo—mascullé por lo bajo—Estoy preocupado por ti Troy. Pensé que tú...—no quería terminar la frase, pero a él no tuvo problemas en hacerlo.

—¿Qué estaría muerto? Podría, pero hay cosas que aún quiero hacer

—¡Deja de mentir Troy! —me detuve y lo jalé del hombro—¡Si te sientes mal solo dilo! —Ni siquiera cuando su padre murió se había portado de esa manera.

—¡¿Acaso tanto deseas verme derrotado?!—Me tomó del cuello de la camisa y me miró fijamente—¿Por qué no puedes dejarme en paz?

—¡Porque eres mi mejor amigo! —no era nada agradable estar ligeramente levantado del suelo. Estúpido troy que tenía que ser más alto—¡Si no me dices nada, no puedo ayudarte!

—¿Ayudarme? No puedes ayudarme—me soltó y mantuve el equilibrio—Por qué no te vas a hablar con tu novio o algo así. O tal vez eres tan idiota que ya te termino.

No me resistí y le metí un puñetazo en la mejilla derecha, supongo que lo tome por sorpresa ya que se tambaleo un poco. Me miró por un segundo y luego se lanzó sobre mí. Fue inevitable que comenzáramos a pelear. Desde hace un tiempo había una fuerte tensión en nuestra relación. Entre más quería acercarme a él, se alejaba mucho más. Sabía que los golpes no eran la solución, pero solo éramos un par de adolescentes.

—¡Que creen que están haciendo! —una voz femenina irrumpió en la escena.

Sin ninguna dificultad la recién llegada jalo a Troy de la camisa y lo tiro en el suelo. Luego se sentó sobre su espalda y le sostuvo las manos detrás de la cabeza. Solo había una persona en el mundo que yo conocía y podía hacer eso.

—¡Déjame en paz Zeina! —gritó el rubio removiéndose. Nunca entendería como le hacía para ser tan fuerte—¡Jaden empezó!

—¿Eh? ¡No es cierto! Fue el quien empezó a decir un montón de estupideces—Dije mientras me levantaba y quitaba un poco de polvo de mi ropa.

—¡No me interesa quien empezó! —exclamó tan molesta que ambos nos quedamos callados—Ya no son unos niños pequeños—suspiró y dejó libre a Troy—¿Siempre tengo que ser yo quien los separé?

—Perdón Zeina...—susurré algo asustado. Eso era verdad, ella siempre tenía que intervenir.

—¿Y tú no tienes nada que decir? —esta vez su atención se concentró en mi supuesto amigo.

—...—no dijo nada y se apresuró a entrar a la escuela. Justo en ese momento sonó la campana.

—Deberías tenerlo vigilado, está actuando más raro de lo normal Jaden—dijo mi hermana mientras levantaba su mochila.

¡Bendito Whatsapp! (EDITANDO Primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora