Cap. 130

2.8K 318 195
                                    

Narra Elliot

Suspiré por millonésima vez en tan solo una hora de mi vida. Había decidido pasar a la ofensiva con el pelinegro que era la causa de mi tormento. Después de ese desagradable encuentro con esa pelirroja estaba asustado de que ella pudiera ganarme. Seguir siguiéndole los pasos y llevar acabo mi plan largo tenía que quedar en el olvido. Pero tampoco estaba funcionando como yo quería.

Hoy mi punto de ataque era en el centro comercial. Willow había ido a comprar unos zapatos nuevos. Y juro que yo casi no estaba involucrado en el hecho de que los otros hubieran...ammm... ¿Salido lastimados? Como sea, yo necesitaba una excusa para que el saliera y pudiera intentar una vez más que el accediera a mi pedido.

Así que reuní todo el valor que pude reunir y después de entrar a la zapatería, me acerque a paso rápido hasta el para posicionarme a su lado.

— ¿Hace calor no?—juro que en mi mente me metí un balazo por semejante inicio de conversación.

—Hmn...—lo vi asentir y alejarse sin más de mí. Deprimente, pero no me rendiría.

—Así que...—lo seguí caminando a su lado—¿Comprando zapatos?—creo que eso era más que obvio, pero aunque estaba acostumbrado a seguirlo... no podía evitar estar nervioso al hablarle directamente.

—...—lo vi pasarse la mano por el cabello. No sé si a modo de desesperación o de que su cabello le daba calor. Por el bien de mi autoestima opte por lo segundo— ¿No es obvio?—fue su amplia respuesta antes de moverse de nuevo.

—Eso es genial—traté de ser optimista y no perderle la pista—Solo para asegurarme... ¿Sabes quién soy?

—...—me miró de arriba abajo y tragué saliva—Recuerdo haberte visto a lado de una pelirroja, ¿es tú amiga o algo así?—tomó un zapato, observándolo detenidamente. Debo admitir que eso dolió un poco—Tú nombre no lo recuerdo...Pero tampoco recuerdo que me lo hayas dicho.

—Entiendo...—Ok, eso realmente me había lastimado. Si estuviéramos en un juego mi vida hubiera bajado demasiado con ese golpe directo—Mi nombre es Elliot—aunque creo que ya era la décima vez que lo decía.

—Oh...—Otra de esas famosas respuestas que no me daban nada.

De nueva cuenta se alejó, pero esta vez para hablar con una de las señoritas que trabajaba ahí. Yo sabía que el calzaba 11G, ya que esa marca que él estaba viendo manejaba el largo del pie y el ancho también. Suspiré tratando de recobrar mi ánimo. Realmente quería ser tomado en cuenta por él. Pero eran mayor la decepción que el triunfo. La vi asentir y retirarse con el zapato. Pensé que era mi oportunidad de acercarme de nuevo.

—Me gusta el que escogiste Willow...te quedara bien—aunque para mí todo le iba perfecto.

—Lo sé, gracias.

— ¿Harás algo después de esto?

—No, solo iré a mi casa...—y justo cuando iba a decirle algo... estornudo. Era una persona educada que lo hacía sobre su antebrazo, pero más que eso la manera felina en la que lo hacía me acelero el corazón. No pegaba nada con él.

—Salud—dije tratando de contener la sonrisa que se formaba en mis labios.

—Lo siento...y gracias.

Cada vez que pensaba en rendirme, él hacía que yo me volviera a enamorar de él. En ese momento la chica volvió. Él tomó el zapato y como la persona practica que era, se lo midió e inmediatamente dictamino que ese era el correcto. Se me hizo curioso que tuviera calcetines azul marino en vez de negros. Una cosa más que anotar en mi libreta de cosas sobre Willow. Por andar divagando mi objetivo se alejaba a pagar. Así que me apresure a atraparlo.

¡Bendito Whatsapp! (EDITANDO Primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora