Cap. 119

3K 356 104
                                    

Narra Taylor

Suspiré pasando la hoja para seguir leyendo mi libro, aunque realmente no estaba concentrado en mi lectura. Baje el libro y mire por la ventana. ¿Cuantos días llevaba viviendo de incógnito en la casa de Zeina? Ya había perdido la cuenta. Era curioso notar que mi madre no me estaba buscando, no sabia si esa era una buena o una mala señal.

Pero más curioso que todo eso era saber que Jaden nunca notaba que me quedaba a dormir, si se daba cuenta cuando estaba en el comedor o en la sala con Zeina, pero nada más. A lo mejor el estar saliendo con Danny Owen lo volvía aún más idiota.

— Me pregunto si a Zeina le habrá servido la idea que le di— susurré para mi mismo— ¿Seré capaz de enamorarme de alguien a tal grado?— Cuando era pequeño llegue a sentir cierto cariño hacia mi pelirroja amiga, pero eso había quedado enterrado en alguna parte

— ¡Taylor!— la puerta se abrió de repente y casi me caigo de la silla.

—¿Q-Que pasa?— susurré algo nervioso por el susto que me había provocado.

—¿Otra vez estabas leyendo un libro?

— Me gusta leer— deje el libro a un lado y la mire— y no me digas que así nunca voy a conseguir una pareja, no estoy interesado en esas cosas— me adelante a decir antes de que ella empezara a sermonearme— ¿Como te fue con Willow?

— Mal, muy mal— se olvido de mi y camino hasta dejarse caer de cara sobre la cama

— Eso debió doler.

— No tanto como mi orgullo lastimado— se quejó sin moverse ni un solo milímetro.

— ¿Te rechazo?

— No, ni siquiera me recuerda— desde que ella me había contado de ese chico pensé que no era alguien con quien Zeina debiera estar— Además tuve un encuentro desagradable— se giro quedando boca arriba— un chico también esta detrás de él. Un chico alto de falso cabello blanco que ni siquiera me dijo su nombre

— Así que tienes un rival parecido a ti.

— ¡El y yo no nos parecemos!— grito sentándose de golpe— Es tan...tan...— respiro profundo— por su culpa Willow se fue por quien sabe donde y lo perdí de vista. Pero dijo algo que me dejo pensando.

— ¿Que te dijo?— me senté a su lado.

— ¿Crees que me hace falta ser más femenina? Tu sabes de esas cosas, digo...tú...— parecido dudar en seguir.

— Ya no me afecta hablar sobre eso, de alguna manera aunque no lo creas le tengo cariño a Patsy, ella no tenia la culpa de que mi madre fuera tan mala— reí nervioso— perdona por hablar así, como si fuera alguien más.

— Descuida, perdoname a mi por hacerte una pregunta tan tonta.

— Creo que tu deberías ser tal y como eres. Si a él no le gustas así, entonces no es un chico con el que tu deberías estar. ¿No lo crees? Además, ¿Que te gusta de él?

— Bueno, es un chico muy maduro.

— ¿Solo eso?— coloqué mi mano en su hombro.

— Es tranquilo y además es muy guapo.

— Eso no basta para que alguien te guste Zeina— di un ligero golpe con mi mano sobre su cabeza— para que alguien te guste debe hacer que tu corazón se acelere y que muchas cosas que el hace te encanten. Como decirlo...— no quería confundirla demasiado— como tu hermano por su novio.

— ¿Yo que? — Zeina había dejado la puerta abierta y el castaño había hecho acto de aparición mientras caminaba y tecleaba en su celular al mismo tiempo— Yo se que es imposible que no hablen de mi, pero si es de mala manera me voy a molestar— ahí estaba de nuevo,esa manera en la que me miraba cada vez que estaba cerca de su hermana.

¡Bendito Whatsapp! (EDITANDO Primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora