—Sam...tranquilo—una mano se posó en mi hombro y giré mi cabeza para mirar a Briana—No te alteres.

—No estoy alterado...—susurré por lo bajo. Aún intentaba procesar lo que había pasado.

—Si lo estas—su mano se posó sobre mi puño y solo ahí me di cuenta que la tenía fuertemente apretados.

—Déjame solo Briana—Me alejé de ella y bajé un poco más mi boina. Estaba molesto por sus palabras, pero más que nada me detestaba un poco por haber dicho todas esas cosas que no sentía en absoluto. Siempre terminaba arruinándolo todo—Sabes, nos vemos luego—dije mientras me daba la vuelta y me iba por el lado contrario al que se había ido el pelinegro.

No quería convertirme en esa horrible persona que me había hecho tanto daño, definitivamente no quería ser como él.

Narra Ethan

Cuando sentí que ya estaba suficientemente lejos de ellos mi paso comenzó a acelerarse. No entendía que sentimiento era más fuerte en mi interior, si el de enojo o el de dolor. ¿Por qué me afectaba tanto algo que ya sabía? Comencé a correr, a pesar de que mi condición física era un asco, cuando vi que estaba cerca del edificio de estudiantes.

Corrí sin detenerme hasta que por fin entre a mi habitación. Era más que obvio que no había nadie y no me moleste en encender las luces. Me moví por la habitación con la respiración agitada y revolví mis cajones hasta que encontré mi reproductor de música. Era un chico bastante raro, ya que, aunque no lo usaba seguido siempre lo tenía cargado por cualquier emergencia. Lo prendí y me puse los audífonos.

—¡Nunca estaría enamorado de un chico tan desagradable como Ethan! Es decir, solo basta ver lo extraño que es. ¡Parece un zombi y se la pasa jugando videojuegos hasta la madrugada! Preferiría amar a una roca.

Mordí fuertemente mi labio inferior y me dejé caer boca abajo sobre la cama. Escogí una canción al azar y subí el volumen al máximo. A mi nada me afectaba, pero esta vez era diferente. Me moví hasta quedar en posición fetal y maldecí a las personas que no habían creado una opción para tener el volumen aún más alto. No quería saber nada del mundo.

***

—¿Qué traes ahí? —dijo uno de mis compañeros del colegio mientras me quitaba mi block de dibujo.

—¡Oye! Eso es mío—exclamé algo asustado mientras intentaba quitárselo, pero solo logré que me empujara y terminara sentado en el suelo.

—Pero mira que tenemos aquí—esta vez fue su amigo quien intervino—Al pequeño cuatro ojos le gusta dibujar.

—¡Mi nombre es Ethan! —odiaba que me molestaran por mi problema visual.

—Para mí solo eres un bicho raro—dijo el que me había robado mi cuaderno.

—¿Qué persona normal trae una mochila florecente a la escuela? —el tercero de los chicos me levanto con toda facilidad y esta vez me robo mi mochila.

—A mí me gusta dibujar y me gustan las cosas florecentes—odiaba ser bajito.

—Veamos que traes contigo—antes de que pudiera hacer algo abrió mi mochila y tiro todo su contenido en el suelo—Que lindo, tú papás deben quererte mucho para comprarte tantas cosas—Sonrío y mi querido estuche de colores, que mi madre me había dado por mi cumpleaños, fue pisado con tanta fuera que se rompió y varios de los colores se quedaron junto con él.

—Tu nunca dejaras de ser un niño raro, por eso es que nadie quiere hablar contigo—mi temblorosa mirada se separó de la escena donde una de mis posesiones más preciadas se había destrozado. Solo para ver como despedazaban mis dibujos uno por uno.

—No...deténganse...—susurré tan bajito que apenas si yo mismo pude escucharme.

—¿Dijiste algo? Creo que no ha entendido pequeño enano—mi cuerpo tembló al ver como se acercaban a mí—Eres desagradable, eres el niño más raro de toda la escuela. ¡Nunca nadie va a quererte! —exclamó divertido mientras sus amigos se reían a carcajadas—Te vamos a dar una lección—cerré los ojos con fuerza justo cuando iban a empezar a golpearme.

—¡Hay! ¡Déjenlo en paz! —abrí los ojos de golpe cuando escuché que alguien era golpeado. Era mi hermano mayor, el cual le había dado un golpe en el estómago a ese niño.

—¡No te metas Willow! Puede que seas más alto que nosotros, pero no te tenemos miedo.

—¿Enserio? —se trono los dedos y sonrió—Si yo fuera ustedes empezaba a correr—Sus secuaces salieron corriendo al instante. Y al verse desprotegido el también había salido huyendo. Mi hermano había ganado, como siempre lo hacía—Ethan, te he dicho que debes ser más valiente—me sonrió cariñosamente mientras me ayudaba a levantarme.

—No puedo, yo...yo solo soy un niño raro—dije conteniendo mis ganas de llorar.

—No seas tonto, tu eres genial—me despeino el cabello—Siempre que alguien te haga sentir mal puedes venir a contarme y yo le daré su merecido—asentí suavemente.

***

Me quité las gafas y las deje a un lado de la almohada. Las lágrimas no tardaron en caer y en un auto reflejo me abrace a mí mismo.

—Willow...—Extrañaba demasiado a mi hermano. Pero yo sabía que nunca volveríamos a ser como antes.

Estaba cansado, ya había sido menospreciado demasiadas veces. Mis amigos actuales siempre me ignoraban. Incluso antes del intercambio hacían planes en los que no me incluían por que creían que yo seguro preferiría estar jugando algún juego o leyendo un manga. Había soportado demasiado tiempo el dolor de ser echado a un lado.

Yo también quería ser escuchado.

Yo también quería tener a alguien que realmente quisiera conocerme.

Pero tal vez debería acostumbrarme a ser rechazado.

———

Hoooola, ¿Qué tal? ¿Alguien quiere un pañuelo? *Saca una caja* ¿No? Ok~

Pues este es el capítulo del día de hoy. Lo subí tarde porque apenas lo terminé owo

Pobre Ethan~ u.u Pero en fin, el #PorUnWattpadMejor que sustituye al "Continua" "Sigue" "¿Dónde está janny?" viene patrocinado por:

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