4. Sugar... ¿qué?

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Capítulo 4
Sugar... ¿qué?

Estos últimos dos días el clima cambió bastante, ya regresó el calor y el verano se encuentra cada vez más cerca. O primavera, no sé, estamos en marzo apenas.

Y, bueno, dejando de lado esa sonrisa del profe y que Mateo podría estar pensando cosas malas de mí en estos momentos, la verdad no me he sentido intranquila. Hoy es viernes sin tarea, un punto positivo a destacar y raro por obvias razones, el profe no es de esos que a veces les da por no dejar tarea. Desde que llegué de la escuela he estado distrayéndome en las «redes sociales», para mí deberían llamarse solo redes, porque no soy nada social. De amigos solo tengo a Reyna, algunos de mi salón y otros excompañeros que les dio por agregarme también. Como ya dije, no hablo con nadie, razón por la que me he mantenido leyendo artículos sobre mascarillas, escándalos de famosos, mejores series, manualidades...

En una parte de mi entretenimiento me crucé con el perfil del profe y, ¿qué decir? Quisiera que existieran aparatos para borrar la foto de tu profesor en la playa y con traje de baño de la memoria.

Sigo bajando, salen más artículos que en algún punto se volvieron todo sobre decoración de interiores.

¿Mejores cojines para tu sala? No.

Mi dedo índice queda erguido sobre la pantalla, a un centímetro de tocarla, cuando veo un artículo que llama mucho mi atención por el título de este.

«¿Qué es un sugar daddy y cómo conseguir uno?»

Lo encabeza la fotografía de un hombre de unos cincuenta o sesenta años con buen físico, barba, lentes oscuros, en un yate y con dos mujeres a cada lado. Creo que esa imagen ya me da una idea muy clara de lo que puede tratarse, pero en mi vida había escuchado semejante nombre.

¿Sugar daddy?

Como no tengo nada que hacer, me leo el artículo completo para informarme, resulta ser lo que pensé. Nada que no conozca. Hombres de dinero pagan por la compañía de mujeres bellas. Las chicas o chicos reciben dinero a cambio, o lo que quieran. El artículo también incluye al final un enlistado de los mejores cinco sitios para conocer a dichos hombres.

Interesante...

Dudo que realmente se puedan encontrar esos hombres súper ancianos y a la vez cuerpos deslumbrantes que te hacen dudar sobre su edad.

Por curiosidad, se me ocurre llamar a la única persona que puedo contarle este tipo de cosas.

—Hola, Katy —me contesta Reyna.

—Reyna, ¿qué haces?

Se escucha ese inconfundible sonido de una pluma cuando la dejan sobre algún cuaderno o libro.

—Hago una tarea... —bufa.

—¿Estás muy ocupada?

—¿Tienes algo que contarme?

—Sí.

—Tampoco es mucha —suelta una risa—. A ver, ¿qué es?

Me acomodo en mi cama, abrazando la almohada y jugando con un mechón de mi cabello.

—No es mucho, solo que estaba en internet y me encontré un artículo de... ¿Sabes que es un sugar daddy? —leo el nombre.

—Sugar... —se queda pensando unos segundos—. Ah, sí...

—¿Sabes de qué trata?

—Pf... No exactamente, pero en mi clase hay una que dice ser sugar baby, se la pasa hablando de eso con sus amigas, la he escuchado unas veces, dice que el tipo con el que está solo le pide hablar por mensaje.

Katalina I y IINơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ