Quién me diría que esa persona que un día conocí como un desconocido podría despertar en mí tanto interés.
No sé en qué momento pasó, ni cómo fue que empecé a sentir aquello.
Su nombre resuena siempre como un susurro dentro de mi cabeza... Severus S...
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Aquel día lo pasé en la Mansión Malfoy hasta el nochecer.
- ¿Preparado para tus TIMOS, enano? - pregunté sentándome al lado de mi hermano.
- Aún queda una eternidad para eso. Y te saco una cabeza, enana - contraatacó con resentimiento.
- Si tú lo dices... - en ese momento mi padre pasó por detrás nuestra y se sentó en su sitio de la mesa.
- Vaya mañana más ajetreada - el hombre se acomodó la ropa en condiciones antes de empezar a comer.
- ¿El ministerio o cuestiones de banca? - preguntó curiosa la mujer rubia frente a mí.
- El consejo de educación, acabo de volver de Hogwarts, he estado allí asistiendo a una reunión de presentación de la profesora impuesta por el Ministerio.
- ¿Quién? - pregunté interesada.
- Dolores Umbridge se encargará de Defensa Contra las Artes Oscuras de acuerdo con el ideal del ministerio. Serán aún más basura que siempre, pero lo que me preocupan son vuestros TIMOS y EXTASIS.
- ¿En qué se basó vuestros EXTASIS de DCAO?
- Un duelo contra un Auror - respondió mi padre llevándose un trozo de pescado a la boca -, mientras más tiempo duraras mejor nota tenías.
- El mío se basó en romper maldiciones - comentó la mujer del anterior -. Me fue fatal – admitió -, pero tampoco es como si mi vida me fuera en ello, daba igual las notas que obtuviese.
- Es fácil decir eso, pero esos exámenes sí que son algo que pueden definir el futuro de una persona. Nunca se sabe las vueltas que pueden dar la vida. Y si hay algo de lo que estoy segura no seré es una mujer florero.
- Cissy, creo que no ha sacado nada de ti - se mofó mi padre.
- Pue tampoco es que tenga mucho de ti - contraatacó.
- Tengamos la fiesta en paz, háblame de esa mujer - propuse.
- Es una mujer detestable, pero cercana al ministro, lo que le ha conseguido buenos puestos desde temprana edad.
- ¿Es muy mayor?
- Ciertamente, no podría decir, evito mirar su fea cara - mi hermano se comenzó a reír por lo bajo -, pero creo que no demasiado.
Tras la comida, me escapé al frondoso bosque trasero y refrescarme en el lago y posteriormente me fui al Callejón Diagon en busca de los libros que utilizaría a partir del día siguiente. Draco había ido a por ellos esa misma mañana, acompañado de mi madre.
- Papá, no tenías por qué pagarlo tú, tengo mi dinero.
- ¿Necesitas algo más? - preguntó ignorando mi comentario.
- Pues... - me paré a pensar por un momento - Creo que necesitaré un par de pijamas de invierno.
