Capítulo 89 - Adiós

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Mis manos sudaban

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Mis manos sudaban.

Estaba en frente a la puerta de entrada de la Mansión Malfoy. El sol bañaba la parte delantera de los terrenos, donde la última adquisición excéntrica de mi padre, un pavo real albino, se paseaba.

Toqué al pomo de la puerta con mi varita para abrirla y nada más poner un pie dentro del recibidor un elfo apareció.

- Señorita, no la esperábamos tan pronto.

- Necesito hablar con mi madre - fui directa al grano.

- Los señores están... ocupados.

- Y yo no tengo tiempo que perder.

El elfo doméstico, vestido con apenas unos harapos, parecía estar poniéndose nervioso.

- ¿Dónde están?

- En el despacho del amo, mi señora. Pero... no creo que sea oportuno molestarlos.

- Has hecho tu trabajo bien, el resto déjamelo a mí - intenté sonar amable.

El joven elfo pareció calmarse.

- ¿Algún menester en que le pueda servir?

- No, puedes irte.

Nada más desaparecer partí hacia el despacho en la segunda planta. Las grandes puertas del despacho estaban cerradas y a sabiendas de lo que podía haber dentro no iba a ser yo quien las abriera.

Golpee con los nudillos la puerta una vez y, como esperaba, esta no se abrió.

Me dirigí a mi habitación y cogí un trozo de pergamino, el cual envié directamente a hacia aquella habitación. Esta nota decía:

"Estoy en mi cuarto

- Ly"

Mis pensamientos y mis pies me llevaron hacia mi gran armario de sicomoro, lo abrí y suspiré. Aun usando magia iba a ser algo muy costoso, tanto en esfuerzo como en tiempo.

Comencé a mirar una a una las prendas. La mitad de estas tenían unos tres años y había algunas ya muy usadas de las que me daba pena desprenderme. Después pasé a todos los cajones.

En uno de ellos encontré un trozo de pergamino doblado. Me senté en la cama y lo abrí con cuidado, pues no tenía ni idea de lo que había dentro.

" Ojos negros son mi perdición." Estaba escrito en letras de tamaño mediano, aunque bastante grande en comparación a mi habitual y reducida caligrafía. Justo debajo de estas había un montón de líneas entrecruzadas y que formaban dos ojos y unas cejas. Para tirar de cabeza era bastante similar a la mirada de Severus.

Estaba perdida en mi cabeza a la par que mirando detenidamente el dibujo cuando el sonido de alguien golpeando la puerta me sacó del trance.

Alcé la mirada instintivamente, encontrándome a mi madre. No estaba precisamente de buen humor.

Dark Shadow ~Severus SnapeWhere stories live. Discover now