Gala

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Los días pasaron sin más. El lunes 22 regresamos a casa en el Express y el 24, a las 10 de la mañana me encontraba terminando de prepararme.

Llevaba un vestido negro de pana junto con unos leotardos igualmente negros y una sudadera gorda, pero ajustada debajo.

Un elfo llamó a la puerta, pues no tenían permitido entrar en las habitaciones, diciendo que un hombre me esperaba en la puerta.

Salí ya lista y le di, cómo él mismo me había enseñado, dos besos a Nikolaj.

Antes de irnos se posó en el hombro del castaño la mandíbula de la cabeza de serpiente que adornaba su bastón y varita.

- Nik, por favor, tratamela bien. Más te vale que no ne entere yo de otra cosa - se escuchó la voz del más adulto.

- ¡Papá! - le recriminé - Ya soy mayorcita para saber con quien me voy.

- Tranquilo Lucius - comentó el castaño -, sabes que conmigo está en buenas manos. Mi hermano me inculcó bien cómo tratar a una dama.

- Eso quiero creer, que no me entere yo de lo contrario - y se fue mi padre, cerrando la puerta tras de él.

Me ofreció su brazo y yo lo tomé. Nos aparecimos en el patio de su casa.

- Por si estás tentada en entrar mi hermano no está, sigue en Hogwarts. Así que en... un minuto se activa el traslador.

Era una taza antigua.

- Espero que seas mejor guía que tu hermano - dije riendome.

- Eso no lo dudes - me guiñó el ojo.

Pasamos todo el día dando vueltas por la ciudad y disfrutando de la buena comida y el tiempo.

Sevilla tenía muchos lugares con historias interesantes y leyendas, tanto en el mundo muggle como en el mágico.

Visitamos la catedral y sus pasadizos subterráneos que conectaban al Ministerio de Magia, las Setas muggles, unos jardines Reales preciosos y la judería, que era una de las versiones española del Callejón Diagon.

Nikolaj era muy natural conmigo y me reía mucho con él. Lo conocía de poco, pero se iba ganando cada vez más hueco en mi corazoncito, era un amor de persona.

Antes de volvernos nos topamos con un grupo de varias adolescentes y un muchacho que lo reconocieron y fueron a saludarlo.

Resultaron ser alumnos suyos de la escuela donde enseñaba inglés. Fueron todos muy amables, hasta intentaron hablar conmigo. Les costaba un poco pronunciar, pero los entendía.

Cuando dieron las ocho en España (las siete en el Reino Unido) nos dispusimos a volver. Regresamos a su casa, un pisito bastante grande situado en un pueblo cercano a la ciudad.

- Gracias Nik, he disfrutado mucho del día. Y de la comida, también.

Él dejó escapar una risa.

- Cuando quieras repetimos. Cualquier cosa por mi cuñada favorita.

- No tienes otra - puntualicé.

- Míralo por el lado bueno, menos competencia para ser la favorita. Por cierto, ¿te dejo en tu casa o prefieres arreglarte en la nuestra y venirte con nosotros?

- Puestos a elejir prefiero en vuestra casa, que si no te veo llegando tarde, pareces una mujer estereotipada a la hora de arreglarte.

- Pero si aún tenemos hora y media. Bueno, vayamonos, le pediré a Cissy que te envié lo que necesites.

- Está bien.

Volvimos a usar el mismo traslador.

Ambos entramos en la casa medio riéndonos por las bromas del propio Nik.

Dark Shadow ~Severus SnapeWhere stories live. Discover now