Dark Shadow ~Severus Snape

Step by step

Me desperté en una habitación que luego reconocí como la de Severus. Me volví hacia el otro lado y lo vi a él durmiendo tranquilamente. Todos los sucesos de anoche volvieron a mi mente de repente y no puede evitar sentir una sensación de felicidad que me llegaba.

“No me lo puedo creer” me decía internamente.

Observé todos los rasgos de su rostro muy marcados. No pude contenerme ante la tentación de acariciar su lampiña piel por lo que aparté unos mechones de su graso pelo (que tampoco lo era tanto) para poner la mano sobre su piel.

Se movió un poco ante el contacto de mi cálida mano con su fría piel y soltó un leve murmullo. Al rato pude observar que estaba sonriendo.

- ¿Estabas despierto todo este tiempo?

- Sí – dijo con la voz ronca y abriendo los ojos.

La escasa luz del sol traspasaba a través del agua y llegaba hasta la recámara por unas ventanas que no dejaban ver a las criaturas del Lago Negro ni ellas a nosotros.

Severus fue acercándose a mí poco a poco hasta apoyar su frente contra la mía.

- ¿Te parece esto un sueño? – me besó.

- Sinceramente, sí.

- Eres idiota.

- Lo sé no hace falta que me lo recuerdes. ¿Qué hora es?

- Por la poca luz que hay diría que seis y media más o menos.

- Hay tiempo, hoy sábado el desayuno no comienza hasta las 9.

- ¿Y para qué quieres tiempo? – alzó una ceja.

- Para pasarlo contigo.

Con un poco de dificultad estiró los brazos y me abrazó. Yo rodeé con los míos su cuello mientras acariciaba mi pelo. Ante la situación, nuestros cuerpos cambiaron de posición, quedando las piernas entrelazadas.
Debía admitir que estaba allí muy bien, me estaba relajando bastante y estaba calentita.

- Sev… hay cosas que quiero saber.

- ¿Qué más quieres saber que no hayas visto? – colocó sus manos en mi cintura y se alejó un poco para mirarme a los ojos.

- ¿Cuántas relaciones has tenido?

- ¿A qué te refieres con relaciones?

- A relaciones en serio.

- Ninguna.

- ¿De verdad?

- Quién iba estar con alguien como yo.

- Alguien que te admirara como persona, como yo.

- Escúchame, algún día verás la parte fea de mí y las horribles cosas que he hecho. Cuando eso ocurra te querrás alejar y no te lo impediré, lo único que quiero es que seas feliz, algo que quizás yo no te pueda dar.

- Si lo que llevo sabido no me ha echado para atrás no creo que lo haga algo nuevo.

- Tiempo al tiempo, pero por si acaso pienso aprovechar el ahora – me guiñó un ojo.

- ¿Y por qué tipo de relaciones más te podría haber preguntado?

- No sé, relaciones sexuales, amantes…

- Y ya que estamos, ¿me darías una aproximación? - me crucé de brazos.

- Uff... nunca he llevado la cuenta – alzó una ceja - ¿es algo te que molesta?

- No, solo era curiosidad, no me interesa el pasado, sino el ahora. Sev… Abrázame, por favor.

- Hecho.