Dark Shadow ~Severus Snape

Hungerford

Se levantó y me extendió la mano.

-Vayamos a dar una vuelta y, por cierto, la próxima vez te llevaré a algún lugar que no sea Irlanda, pero ha sido improvisado y esto ha sido lo primero que se me ha ocurrido.

-Está bien, y no te preocupes, me encanta esto, de verdad - agarré su mano.

-Me alegro.

Comenzamos a caminar entre las colinas y los prados, atravesando pequeños puentes de madera, hasta llegar, por casualidad, a una cascada con el mismo tipo de piedra en su parte superior.

-Es precioso - pensé en voz alta.

-Me alegro de haber acertado - miró su reloj -. Es aún temprano, pero ¿quieres ir a tomar algo?

-La verdad es que sí, me encuentro un poco seca.

-¿Quieres algo en especial?

-No, elige tú.

-Está bien, agárrate, nos apareceremos.

Sentí ese típico tirón al aparecerse y cuando abrí los ojos. Al poner los pies en tierra firme sentí el sol en mi cara y lentamente fui abriendo los ojos.

-¿Dónde estamos? - pregunté.

-Hungerford.

-Esto es precioso, la mezcla perfecta entre la naturaleza y la urbanización.

-Me alegro que te guste porque espero que no sea la única vez que pasemos por aquí. Estamos algo lejos de la calle principal, pero podemos ir a donde quieras.

-Ahí mismo - señalé un pequeño PUB detrás suya.

-¿Segura? - se volvió y levantó una ceja.
-Segura, vamos.

Le cogí de la mano y tiré de él hacia el interior del local. Tenía un ambiente humilde y dentro de él no había muchas personas, pero tampoco se podría decir que estuviera vacío.

Nos acercamos a la barra y el joven de la barra se nos acercó.

-¿Qué desean?

-Algo de lo más fuerte que tengas y... - me miró esperando a que le dijera algo.

-Belvoir de limonada.

-¿Un Jack Daniels estaría bien señor?

-Sí - respondió tajante.

-Serían 10£, señor.

Pagó y nos sentamos en una mesa cerca de a la salida.

-Podías a ver pedido algo más fuerte.

-Mi cuerpo no es muy partidario del alcohol, además aquí aun soy menor.

-Es verdad, llevo tanto tiempo desconectado de aquí que no había caído en el año de diferencia.

-¿Desconectado? Yo creo que no, tu eres 100% de allí.

-Claro que no.

-Claro que sí. Llevas toda tu vida inmerso allí y seguro que no te ves viviendo aquí.

-No, pero...

-Pero nada. ¿Qué vamos a hacer después de esto?

-Ya lo verás.

-Eres malo.

-Lo... - le puse un dedo sobre sus labios para que se callara.

-Shh... Me encanta esta canción.

Cuando terminó la canción él abrió la boca.

-No imaginaba que te gustara este tipo de música.