Dark Shadow ~Severus Snape

D.A.D.A.

El cese de movimiento del tren me devolvió a la realidad. Agarré mis pertenecías y bajé de él.

- ¿Estás bien? – me preguntó Cope.

- Pues no ves que está en otro mundo –dijo Fred rodeando mi cuello con su brazo.

- Sí, estaba pensando precisamente en que has crecido y ahora me siento más pequeña de lo que me encontraba.

- Habló la que nos saca dos años – puntuó George.

- Me hacéis sentir vieja – hinché los bucinadores, es decir, las mejillas.

- Habló la más infantil.

- Fred – reclamé –, tu hermano es muy malo conmigo – lo miré haciendo un puchero.

- ¡George! – me abrazó y pegó a su cuerpo – No seas malo con nuestra rubia – dijo de broma.

Le saqué la lengua a Cope y George y luego nos reímos.

Cuando llegamos, en el comedor ya había comenzado la cena y rápidamente fui a sentarme al lado de James, seguida a mi espalda de mi amiga.

- Buenas noches – saludé.

- Pásame los nugget – me pidió James.

- Muy bonito, ni siquiera me saludas – alcancé el plato.

Me dio un beso en la mejilla mientras me quitaba la fuente de las manos y sentí la mirada asesina de su novia sobre mí.

Instintivamente busqué disimuladamente con la mirada a Severus, el cual estaba hablando con el director.

Al salir del comedor noté un trozo de papel en el bolsillo de la falda, lo abrí y decía “A mi despacho. YA. SS”. Sin pensármelo dos veces fui a las mazmorras, pero di un rodeo para que nadie se diera cuenta a donde iba.

Al llegar allí me encontré la puerta abierta y entré sin pedir permiso. Severus cerró la puerta con un movimiento de varita desde su escritorio cuando notó mi presencia.

- ¿Querías verme?

- Sí, aunque solo quería decirte que el director considera conveniente que te enseñe a defenderte contra las artes oscuras.

- Es decir, que te encargues de hacer bien el trabajo de Quirrell.

- Sí y no, no te creas que esto va a ser como un paseo por medio del campo. Y lo que tenía planteado de tenerte castigada un mes se anula debido a esto – en verdad estaba un poco decepcionada, pues quería hacer la poción.

- ¿Y cuando empezamos? – dije sin muchas ganas.

- Mañana al acabar la cena.

- ¿Tan tarde?

- Lo siento, pero tengo cosas que hacer antes, quería que lo supieras ya.

- Vale – me di la vuelta para irme.

Di un primer paso y noté que tiraban de mi brazo haca atrás. Luego, me rodearon unos brazos y todo lo que era capaz de ver era tela negra.

Para cuando me quise dar cuenta Severus ya me había soltado.

- Lo siento mucho – parecía un poco avergonzado – no sé por qué he hecho eso.

- Gracias, estaba un poco de bajona por comenzar de nuevo con la rutina – reí entre dientes.

- Adios cabezona insufrible.

- Adios Sev.

Se quedó mirándome mientras iba hacia la salida, cuando llegué a la Sala Común Cope se me acercó para ver donde me había metido.