Capítulo 110 - Bellaᵗʳᶦˣ

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- Lyra, no creo que esto haya sido buena idea - Copeland se aferró con fuerza a la manga que cubría mi brazo

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- Lyra, no creo que esto haya sido buena idea - Copeland se aferró con fuerza a la manga que cubría mi brazo.

En el primer día no festivo de la primera semana completa de enero el paraje a las afueras de Hogsmeade lucía totalmente blanco y sentía el frio calar hasta mis huesos.

No muy lejos quedaba el bosque, un ejemplar de libro de la estisilva europea, repleto de hayas de todas las edades, aunque en su mayoría enormes ejemplares centenarios de varias decenas de metros de altura.  Sus hojas, caídas el temprano otoño, eran sustituidas por una capa de nieve que abrazaban las múltiples y sinuosas ramas desnudas.

Bajo un tejado que sostenía una gruesa capa de copos de hielo acumulados, en la linde del pueblo con el bosque, una casa de madera con aspecto podrido se exhibía frente a nosotras.

Francamente, no daba muy buena espina.

- No lo aparenta, pero es un sitio seguro - dije con confianza.

- ¿Has entrado alguna vez?

- No - admití.

- ¿Entonces cómo lo sabes?

- Porque este sitio ha sido una recomendación de alguien - comenté, recordando a Hellen.

- Lo siento, pero yo no pienso entrar ahí, me vuelvo al castillo - me soltó con la intención de deshacer el camino.

- Cope, no me seas cobarde.

- Pues haberte traído a Fred, yo no soy una Gryffindor.

- ¿Me vas a dejar sola?

Hubo un instante de silencio, en el que la oji azul vaciló entre hacer caso omiso a su instinto, que la instaba a correr lejos de allí, o quedarse conmigo.

- Que sea rápido - se cruzó de brazos y anduvo hacia la puerta, entrando primera.

El sonido de la puerta al abrirse llamó la atención del señor tras un poyete de piedra. Este se veía bastante mayor, mucho más que Dumbledore, con sus 114 años.

Entré detrás de Cope.

- Buenas tardes - comenté nada más poner un pie dentro de la tienda. Se veía bastante amplio tras el muro, lleno de materiales para trabajar tela y diversos metales.

- Inequívocamente, es usted una Malfoy.

- ¿Hay algún inconveniente?

- Para nada. Su familia siempre ha demostrado ser fieles clientes, aún recuerdo la primera vez que la dulce Ivy entró por aquella puerta, acompañada del señor Abraxas.

- ¿Tu madre no se llamaba Narcisa? - preguntó Copeland desconcertada.

- No habla de mis padres, sino de mis abuelos - le expliqué.

- ¿Qué desea la Señorita? - preguntó el hombre con curiosidad.

- Lyra, por favor - comenté con humildad.

Dark Shadow ~Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora