Capítulo 144 - Sanadoras

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Una niña de una melena castaña hasta los hombros reía incesantemente cada vez que el joven pelirrojo la cogía y la tumbaba de nuevo en el sofá

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Una niña de una melena castaña hasta los hombros reía incesantemente cada vez que el joven pelirrojo la cogía y la tumbaba de nuevo en el sofá.

- Ten cuidado, le vas a hacer daño – le recriminó su novia.

- ¡Claro que no! – la volvió a levantar sobre su cabeza, la pequeña soltó un melodioso gorgojeo – Mira cómo se ríe.

- Se te dan muy bien los niños – le comenté al hermano del que fuese mi mejor amigo.

- Bueno, es que entre mi hermana y mis primos siempre he estado rodeado de niños – se justificó el pelirrojo.

- Pues a tu hermano mayor se le da fatal – le comenté refiriéndome al ahora marido de mi mejor amiga.

El otro chico que los acompañaba también se veía bastante divertido con la presente escena.

- Toma, Harry – Ron Weasley le pasó a su mejor amigo la niña de poco más de un año de vida.

El chico de cabello desordenado se quedó absolutamente rígido mientras buscaba con la mirada mi aprobación.

A pesar de haber coincidido un par de veces con el ojiverde en casa de Andromeda Tonks y de ser compadres del pequeño Teddy, apenas había cruzado palabra con él desde el juicio de Snape, cosa por lo que le estaría eternamente agradecida.

Hacía un año Severus me animó a cursar medimagia. Pese a ser mi sueño, me mostraba muy reticente debida a la corta edad de Lilit, pero tras muchas discusiones consiguió convencerme. Él se encargaría de ella hasta mi vuelta y yo la velaba cuando trabajaba o, simplemente, descansaba un rato.

Mi sorpresa fue mayúscula cuando me topé allí el primer día con la única fémina del trio de oro. Ambas partíamos de un ambiente similar: con algunos conocimientos previos, ella por la situación que le había tocado vivir y yo por vocación hacia lo boticario, y el ansia por profundizar y asentar aquello cogido con pinzas nos sobrepasaba. No tardamos demasiado en establecer una relación de amistad.

Lilit comenzó a corretear sobre los cojines del largo sofá, entre ambos jóvenes sentados y pasando por encima de Hermione.

- ¡Papi! – chilló la niña alegremente de un momento a otro aupándose sobre el respaldo del sofá – ¡Papi! – volvió a exclamar extasiada de felicidad.

Al escuchar aquellas palabras los dos jóvenes palidecieron al instante. Por la gran puerta de entrada al salón apareció un desaliñado Snape bostezando.

Cuando Severus pudo abrir los ojos igualmente se quedó paralizado ante la inesperada visita del Trío de Oro al completo en su salón. Con un rápido movimiento de muñeca su apariencia se adecentó lo suficiente para estar presentable, pero su cara no era precisamente de buenos amigos.

- Buenas tardes, Señor – comentó Granger con tono casual.

Severus asintió secamente y con amargura se acercó al sofá, ya que a Lilith estaba berreando palabras ininteligibles y al borde del llanto por la falta de atención de su padre. Claramente, él era el favorito entre los dos.

Dark Shadow ~Severus SnapeWhere stories live. Discover now