Dark Shadow ~Severus Snape

A little accident

Esa noche terminé de cenar rápido y salí directamente hacia el despacho de Sev, parando antes en los cuartos de baño para colocarme la capa de invisibilidad. No había ni un alma por los pasillos, pero nunca estaba de más protegerse de la vista de los demás.

Llegué a mi destino y entré en el laboratorio. Al cabo de unos diez minutos llegó él.

- Ly, ¿estás aquí? – escuché desde el otro lado de la puerta.

- En el laboratorio.

Entro en este y se acercó a darme un fuerte abrazo, apretándome contra su pecho, el cual respondí igual de efusiva. Caí en cuenta de que no llevaba su levita.

Le dí un escueto beso, ya vendrían más mas tarde.

- ¿Qué estás haciendo? – dije curiosa mirando un cardero que había al fondo.

- Estoy investigando una nueva receta.

- ¿Para qué?

- Intento sintetizar la esencia de mandrágora o al menos una sustancia que tenga efecto similar.

- Interesante.

- Es que es un engorro tener que ir dependiendo de que maduren o no y la vida es primordial. El año pasado hubo suerte, pero si hubiese llegado alguno a afectarle al corazón o al cerebro no habría habido nada que hacer.

- ¿Cuánto crees que te puede llevar?

- Depende del azar, puede que días o años.

- Suena trabajoso.

- Seguramente habrá momentos en lo que lo tenga que dejar. Por cierto, ¿qué quería mi hermano? Hércules es fácilmente reconocible.

- Pues me ha comentado de pasar un día con él allí, para que nos conozcamos mejor.

- Primera noticia, y... ¿Vas a ir?

- Me ha comprado con comida deliciosa.

Soltó una pequeña risita.

- Típico de ti. Bueno, ¿quieres empezar ya?

Iba a contestar cuando en ese momento se escuchó levemente el sonar de alguien golpeando la puerta.

- Me parece que ahora no, tienes visita.

- Terminaré pronto, ahora vuelvo.

Salió de su lugar de experimentación atravesando la puerta hacia su despacho.

Me puse a dar vueltas alrededor, como muchas veces atrás había hecho. Había varias cosas nuevas que me puse a investigar.

Escuchaba a Severus medio hablar desde la otra habitación. No sabía el qué, pero reconocía su voz. La otra era una voz femenina y un poco chillona, probablemente una alumna de un curso menor reclamando algo.

De repente el débil borboteo de fondo comenzó a hacerse extremadamente fuerte. Para cuando me daba la vuelta a verlo, había escuchado una explosión bastante fuerte y luego algunas otras más débiles.

Al segundo, noté varios ligeros, pero agudos, dolores en el brazo derecho.

Miré hacia abajo y tenía algunos arañazos en el brazo y la camisa blanda se empezaba a teñir de rojo.

Estaba algo mareada.

La puerta se abrió, intenté dar un paso hacia él, pero sentí como el cuerpo se iba a caer, seguramente las ondas de sonido de la explosión me habrían afectado al equilibrio.

Severus llegó con prisa hacia mí.

- ¿Estás bien?

- Creo que sí, dame un momento para orientarme.