Capítulo 137 - La

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Hacia más de una semana que no pisaba mi casa

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Hacia más de una semana que no pisaba mi casa. Tampoco me había movido de la habitación de Severus más que los cortos paseos que hacía a Lincoln's Inn Fields cada dos días para ducharme.

La mitad del tiempo fue muy difícil afrontar la situación. Severus pasaba gran parte del día durmiendo y en los momentos que no, yo movía su cuerpo para intentar estimular sus músculos. Cuando al fin comenzó a comunicarse con monosílabos me percaté de que ni siquiera recordaba la Batalla de Hogwarts.

Para mantenerlo mentalmente activo le llevaba libros que devoraba en pocas horas. Los hechizaba para que quedaran frente a sus ojos y la pagina se pasara cuando él mirara la última palabra de esta.

Para cuando salí de mis pensamientos, la auxiliar ya se encontraba cerrando la puerta de la pequeña habitación tras su marcha.

Acababan de inyectarle la comida por la sonda y limpiar el estoma del estómago. La situación resultaba muy incómoda para Severus, quien debía tener a un ayudante de medimago pegado a él durante unos 15-20 minutos. Por supuesto, era la comidilla de toda la plantilla que el de la 1632 había despertado.

Tras darle un beso en la frente a Severus, salí del cuarto para ir a por el desayuno a la cafetería. Cogí un par de enormes bollos de canela de la cinta y me serví un café para acompañar. Tras pagar, me senté en una de las mesas más alejadas del salón.

Un búho se acercó hacia mí y soltó dos periódicos en frente. Uno de ellos era el profeta y el otro una copia de Corazón de Bruja donde yo misma salía en plena portada, con una nota adhesiva de parte de Ellen. Ya no había vuelta atrás, la próxima vez que pusiera un pie fuera de la habitación de Severus seguramente me encontraría a alguien señalándome.

Nada más terminar la comida y las tres páginas de lectura del artículo me eché las copias debajo del brazo y deshice el camino.

- Esto es una mierda – sus delgados brazos cayeron sobre su estómago, no podía sujetar libros de tamaño estándar durante más de unos segundos.

- Lo sé – tomé de nuevo asiento a su lado.

Como paciente, Severus era un tremendo dolor de cabeza, como uno prácticamente incapacitado, el infierno en vida.

Tenía suerte de que durante el coma movía todas sus articulaciones, a excepción del cuello, cada vez que venía a visitarlo. Si no hubiera tardado semanas en moverse como lo estaba haciendo.

- Ellen ya lo ha hecho - le informé escuetamente.

- Entonces hazlo – respondió con secretismo.

- ¿Estás seguro?

- No, pero que más da.

Habíamos acordado, de mutuo acuerdo, que cuando Ellen escribiera el artículo sobre nosotros yo le retiraría el hechizo que ocultaba su identidad.

Dark Shadow ~Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora