Lawless Gangster [En Español]

Capítulo 34

★★★★★★★

—Sigue soñando—. Xiao Li miró a Luo Dong sin disimular el asco y el odio que le generaba el solo mirarlo.

—Está bien si no quieres matarlo—. Luo Dong sonrió con aire de suficiencia, —Cualquiera que sea el resultado, ustedes dos todavía tienen una buena amistad. Les permitiré ser una pareja cariñosa en esta vida.

Sus ojos como los de una serpiente venenosa miraron a Xiao Li mientras una sonrisa demente tiraba de sus labios. Xiao Li devolvió esa mirada despectiva con una mirada fría como una piedra que pareció congelar el aire a su alrededor. El viejo obeso, estafador e imperioso y el joven enojado y fuerte se enfrentaron, usando sus ojos para comunicar el desdén y la enemistad que tenían el uno al otro mientras avanzaban en una batalla. En el silencio abrumador que hasta ahora se había generado, la sala de repente estalló en un débil ataque de risa.

Han Jia se volvió para mirar a Xiao Li; parecía haber una sonrisa en sus labios. —Acaba conmigo, Xiao Li.

—¿Qué tontería estás diciendo?—.Xiao Li dijo en voz baja.

A pesar de que estaba pálido, débil y en una situación extremadamente difícil, con solo una de las sonrisas de Han Jia, el ligero toque elegante de playboy de Jin Ting apareció una vez más. —Siempre te lo dije, siendo humano... mientras hay vida, tienes que disfrutar el presente mientras puedas—, su voz era ronca y salió lenta, pero aun así trató de mantenerla estable. —Porque en un momento como este, donde te enfrentas a la muerte, mirarás hacia atrás y verás que al menos has vivido unos días felices y cómodos. Xiao Li, he vivido lo suficiente... valió la pena. No me arrepentiré aunque muera.

—¡Cállate!— Xiao Li luchó contra el agarre del que era presa. Luo Dong dio una señal y los hombres que sujetaban a Xiao Li, quienes rápidamente lo soltaron, permitiéndole dirigirse rápidamente hacia el lado de Han Jia. Lo ayudó a levantarse mientras se aseguraba de ser cuidadoso. —Hoy, o salimos juntos o nos quedamos aquí juntos.

—¿Ya no necesitas a tu hermano?— Han Jia preguntó. —No soy una buena persona. Merezco lo que sea que me pase hoy. Tú... cuando regreses, no debes pensar en la venganza. Si Qing-Ye no te favorece, no hay forma de que puedas lograr tal compromiso...

—Esas palabras deben dirigirse a Dong-Ye, ¿eh?—, no había rastro de calidez en los ojos de Luo Dong mientras los miraba. —¿Me estás diciendo que Xiao Li no buscará venganza o me estás insinuando que Xiao Li es la perra de Li Shiqing? ¿Cuál es? ¿Temes que Dong-Ye te lo ponga difícil?

Aunque Han Jia estaba teniendo dificultades para respirar, Xiao Li le tocó la mejilla y susurró: —No te preocupes por esto.

Antes de que pudiera terminar su oración, una ruidosa explosión amortiguada se escuchó a la distancia.

Xiao Li sostuvo cuidadosamente el cuerpo débil de Han Jia antes de levantar lentamente la cabeza para mirar a Luo Dong. Una sonrisa torcida apareció en su rostro mientras simultáneamente decía: —Deberías preocuparte de que se lo dificulte a él.

Cuando dijo la segunda mitad de esa oración, se escuchó una explosión tras otra, cada una más fuerte que la anterior indicando la proximidad. Luo Dong estaba demasiado conmocionado para decir algo cuando el sonido de otra explosión golpeó sus oídos. La fuerte explosión rugió como una tormenta arrasadora que hizo que todo el edificio se sacudiera al instante. En cuestión de segundos, la pared se rompió, los paneles de las ventanas se rompieron repentinamente bajo la tensión, dando paso al vidrio roto y otros escombros para volar hacia el centro de la habitación. Además de eso, el techo tembló como si mil caballos estuvieran cabalgando desde arriba. El polvo y las piezas de material de la construcción cayeron, prácticamente volando por toda la habitación. En solo un minuto, toda la habitación se perdió de repente en el caos.