5.- Internet Best Friend.

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Una vez más, Hallie estaba bajo sus sábanas escondiendo la luz que emitía la pantalla de su laptop. Si sus tíos se enteraban de que intentaba entrar de nuevo a sus redes sociales, la regañarían quitándole el aparato, como siempre.

Pero ella era una persona muy necia, y en cierta parte, masoquista. No dejaba de leer todos los mensajes y comentarios que le habían dejado en su Twitter, Facebook e Instagram, todos eran negativos, pesimistas y groseros, nada se rescataba de ahí, ni siquiera los emojis, eran de caquitas, de caras de vómito y asco.

Se llevó una mano a su boca para suprimir su llanto que la podía delatar a las tres de la mañana. No era sano ese ambiente, se sentía atacada y despreciada. Y no sabía sobrellevarlo, solo se hacia daño a sí misma revisando con detalle cada comentario y dejando que se quedaran grabados en su mente.

La mayoría de la gente era desconocida para ella, pero la reconocían por su vídeo viral de la compra del teléfono último modelo. Y no importaba de qué parte del mundo fuera, en internet se podía destruir a una persona aún sin conocerla.

Pero el motivo por el cual le afectaba tanto a Hallie esa vida cibernética era porque desde mucho tiempo atrás había pensado que era su hogar, se refugiaba en internet, en todo lo que podía aprender y conocer estando ahí. Administraba páginas de Facebook, le gustaba seguir artistas y ser parte del club de fans, como la presidenta de esos grupos, claramente.

Y así formar parte de un grupo social, aunque fuera simplemente virtual. Sin embargo, había olvidado el lado malo de internet: el ciberbullying. Y cada día sentía como todo se propagaba, y prolongaba. Había más visitas y compartimientos del video de su amiga Samantha.

¿Debería considerarla amiga?, ¿o qué era ella? para empezar, ¿Hallie alguna vez en su vida había tenido una amiga de verdad?

Hundió la cara en el teclado de su laptop, deprimida. Y no se percató de que estaba apretando la tecla de "Enter".

—¡No, no! —se le escapó un poco elevar la voz. Hasta que se tranquilizó y revisó las solicitudes que les había dando sin querer "Aceptar".

Le llamó la atención una en particular, su nombre era "Leila Miller" y en su foto de perfil se mostraba una chica, más o menos de su edad, que estaba tomando el sol en la playa. 

Estaba por eliminarla de sus amigos cuando recibió un mensaje de ella.

Leila: Hola.
Visto a las 3:22 a.m.

Leila: He estado esperando toda la semana a que me aceptaras mi solicitud de amistad.
Visto a las 3:23 a.m.

Leila: Es que necesito hablar contigo de algo en especial.
Visto a las 3:24 a.m.

Leila: Por favor.
Visto a las 3:28 a.m.

Leila: También estoy recibiendo bullying por tu vídeo.

Hallie: ¿Mi vídeo? Yo no lo subí.

Leila: Pero apareces tú.

Hallie: Ajá. ¿Y qué con eso? ¿Vienes también a dejarme mala fama?

Leila: No, tranquila. No quiero hacerte daño.

Hallie: ¿Entonces qué quieres?        

Leila: Mmmmmh, esto no está resultando como pensaba.
Visto a las 3:37 a.m.

Leila: ¿Puedes revisar mi perfil? Eso es lo que quiero, por favor. Ve mis fotos.

Hallie no sabía por qué estaba perdiendo el tiempo en esto, sin embargo, decidió stalkearla como la chica pidió, ya no había nada peor, según creía.

Conforme iba avanzando en las fotos, se dio cuenta del parecido que tenía con ella y que no había descubierto porque en su foto de perfil traía gafas de sol y no se lograba apreciar bien el rostro.

Pero en sus otras fotos de etiqueta, se notaban sus rasgos semejantes. Ojos color azul, tipo almendrados, nariz recta pero pequeña, que cuando sonreía mostrando los dientes, se alargaba a los lados justo como a ella le pasaba. Y los labios rositas caracterizados por ese labio superior bien pronunciado y definido. El cabello rubio, largo y quebrado, piel un poco bronceada, y el mismo cuerpo, gran atributo de pecho y no tanto de trasero, pero manteniéndose delgada y estética.

Era como mirarse en un espejo, pero sabía que Hallie no era ella, porque jamás se había tomado fotos con esas personas con las que Leila aparecía, no había visitado esos lugares y no posaría así frente a la cámara. Estaba segura de que no era Photoshop.

Hallie: Estoy impresionada, nos parecemos mucho. OMG😱

Leila: Gracias por notarlo, me están confundiendo contigo porque te has viralizado.

Hallie: Jajaja, lo siento.

Hallie: Espera, no lo siento, porque no es mi culpa, pero lamento que cargues con esto por tener tan hermosa cara, jajaja.

Leila: Lo único bueno que le veo es que gracias a esta tragedia conocí a mi gemela. Dicen que hay 7 personas en el mundo que se parecen a ti, y gracias a internet conocí a una.

Hallie: Y hablamos el mismo idioma y nacimos en la misma época, es una gran coincidencia. Guaaaaau.😱😱

Leila. Ya sé, es de locos. ¿De dónde eres? ¿Estarás muy lejos de mí?

Hallie: De Obless ¿Y tú?

Leila: Hawái

Hallie: Vaya, si que estás apartada del mundo, jaja.

Leila: Pero amo esta vida ♥

Tenía razón, reflejaba una hermosa vida en sus fotos, con una familia adinerada y unida, que según Hallie, en modo de detective, tenía padres juntos y dos hermanas menores a ella, pero que parecía que se llevaban bien por las fotos que siempre se tomaban juntos y las mascarillas que se hacían y posteaban con gracia.

Hallie sonrió deseando conocer una familia así.

Hallie: Cuéntame de tu vida, seguro es más interesante que la mía.

Leila: Espera, ¿seremos amigas?

Hallie: Pues sí, ni modo que familia jajaja.

Hallie se estaba desenvolviendo más, entrando en confianza y dejando la seriedad de lado. Había encontrado algo bueno en medio de este caos que vivía.

Hallie: ¿O crees que seamos como la película de Disney?

Leila: Depende, te llamas Hallie, pero ¿naciste el 11 de octubre? Jaja.

Hallie: Jajaja, adoro esas escenas del campamento.

Leila: Sí, las travesuras que se hacen son muy graciosas e ingeniosas.

Hallie: ¡Lo sé! ¿Cuál es tu favorita?

Y así iniciaron una amistad, en medio de la madrugada, comparando gustos de películas de Disney Channel, en algunos coincidían, en otros casos diferían. Pero lograron llevarse muy bien, siguió avanzando la noche hasta llegar la mañana, y Hallie se encontraba más entusiasmada mirando la pantalla de su laptop, ya no se sentía triste, ahora contaba con una amiga de internet.

•••

Alrededor de las dos de la tarde escuchó los gritos de su tía. Y cómo ella no quería levantarse, la mujer tuvo que despertarla alzando las cobijas.

—Ya no voy a permitir que faltes clases. Eres una irresponsable.

Hallie hundió su cabeza debajo de la almohada. Tenía más ojeras que ojos, y estaba muy cansada por desvelarse. Prefería permanecer acostada.

—Levántate, alguien vino y dice que trae sus apuntes para pasarte la tarea.

Rápidamente llegó a su pensamiento el nombre del chico que le gustaba y quien era el único que le intentaba hablar con pretextos escolares.

—Ay no, en pijama jamás—Hallie buscó sus chanclas para meterse a bañar y recibir presentable a Zachary. 



¿Contigo sin Internet? (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora