35. Desvirtualizando

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—Te quedarás aquí—indicó Hallie—. Y cuando me acerque a ella, grabarás nuestro primer abrazo, pero esconde el teléfono y mantente lejos, no quiero que se dé cuenta de que estás aquí.

—¿No le dijiste que venía? —preguntó Tom, un tanto descolocado.

—A nadie—replicó Hallie—. Ella piensa que la recibiré sola.

—Espera—bajó el celular que sostenía, listo para grabar— ¿Tampoco saben tus padres que estamos en el aeropuerto esperando a tu amiga de internet?

Hallie levantó uno de sus dedos y lo llevó a los labios, en petición para guardar silencio. Tom rodó los ojos, y asintió.

Había invitado al chico solo como una medida de seguridad, era rubio, alto y fornido, cualquier situación extraña él podía ser capaz de resolverlo. Si la persona que Hallie estaba esperando no era Leila, él podía acudir a rescatarla.

¿Por qué él y no alguien más? Fácil, sus tíos ni Zachary jamás hubieran accedido. ¿Qué otra opción tenía? ¿Pedirle a Samantha, que estaba más loca que ella, que la acompañara?

Y una parte, solo una diminuta, desconfiaba de conocer por primera vez a su mejor amiga. En los periódicos, en las noticias, siempre se hablaba de los peligros que podían suscitarse por una cita a ciegas, aplicaciones para conocer personas, etcétera, esto por supuesto que no se trataba de una relación amorosa, pero había un vínculo poderoso. La amistad solo era otro tipo de amor.

—O sea que, si esto sale mal, en vez de convertirse en un vídeo viral para redes sociales, ¿será una prueba para mostrar a la policía? —dijo Tom, insinuando el peor de los escenarios.

—Ja, ja—espetó con sarcasmo e hizo un mohín—. Solo cúbreme, ¿sí?

¿Por qué nadie le tenía fe a su amistad sincera? ¿Por qué todos daban por hecho que era peligroso? Y si así lo fuera, ¿por qué era tan tentador caer? ¿Por qué amarla era una locura?

Cruzó los dedos atrás de su espalda con la esperanza de que todos estuvieran equivocados. Después recibió un mensaje de Leila, el avión había aterrizado y el corazón le bombeó con fuerza, ahora solo estaban a latidos de distancia.

Leila: Estoy en el área para recoger la maleta.

Leila: ¿Estás lista para conocerme, ibf? :3

Los nervios gobernaban el interior de Hallie, y se hicieron presentes con un sudor en las manos y choques de electricidad en sus piernas, temblaba de felicidad, agitó sus rodillas sin mover los pies del suelo.

Nubes, ¿me ayudan por favor? Necesito verte ahora

Tómenme de los pies, sé que es una locura.

Pero estoy lista.

Recordó la letra de la canción que Leila le había mandado por mensajes.

En muchos de sus sueños, había imaginado la escena distinta, siempre creyó que ella era la que subiría a un avión, y no Leila.

Limpió el sudor de las manos en el vestido rosa corte imperio y se desplazó hacia las escaleras eléctricas donde habían acordado como punto de reunión.

Cada pisada que daba era una sensación nueva en su estómago, estaba ansiosa por verla bajar, sentía el pulso en el cuello, y creía que podía percibir las ondas de los latidos en cada rincón del cuerpo.

Una vez que la vio a lo lejos, sus ojos se encontraron y Leila soltó la maleta sin importar el paradero, corrió en dirección hacia ella, el organismo de Hallie respondió de forma inmediata y le hizo competencia en la carrera.

¿Contigo sin Internet? (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora