23.- Pero mínimo unos besos, ¿no?

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—Son las diez de la noche y estamos comenzando una película de terror, no podré dormir.

—Esa es la idea —Leila sonrió—, prefiero no dormir por una película, que por un chico que me rompió el corazón.

Hallie rodó los ojos.

—Pero tendré miedo... ¡prefiero imaginar el rostro de Zachary que el de una monja!

—Ya, por eso cambiamos a Insidious. Dale play.

Hallie suspiró. Su mejor amiga de internet había planeado una noche de películas a distancia. Cada una tenía en sus portátiles netflix, a la par de hablar por una llamada telefónica para emitir comentarios de la película.

Hallie colocó un bowl de palomitas cerca de sus piernas, se acomodó en posición de loto y miró hacia la pantalla de la laptop. El escenario parecía perfecto para tomar una fotografía y publicarla en instagram después de una edición fotográfica en VSCO.

Entonces, sin hacer ruido, tomó una sesión de fotos. La película pasó a ser solo sonido de fondo, mientras ella deslizaba sus dedos en el celular editando y publicando en instagram, era parte de su Nomofobia ser así. Aparentar que era un fabuloso viernes por la noche publicando en redes sociales, y no disfrutar realmente el momento.

—¿No estás prestando atención, cierto?— escuchó de la llamada. Al menos no era videollamada.

—Claro que sí—tosió Hallie. ¿De qué iba la peli?

—Mentirosa, acabas de hacer un nuevo post.

—Si lo miras es porque tú también estás en el celular—se defendió.

—Tonta—rió Leila—, es porque me ha llegado la notificación.

—Tú ganas, ¿me haces un resumen de los primeros veinte minutos?

No se perdía de mucho, los primeros minutos de las películas de terror siempre eran aburridos según el parecer de Hallie; contexto de una familia que se muda a una nueva casa, blah, blah, blah. ¿En qué momento comenzaba la acción?

Justo en medio del clímax, Hallie escuchó un ruido que golpeaba su ventana.

—Leila... Creo que alguien está aquí conmigo.

—No, es la brisa.

—Okay...—pasaron algunos minutos—, ¡Leila, están gritando mi nombre!

—Estás alucinando, no es nada.

—¡Voy a morir!

—A ver, ¿y si deslizas un poco la cortina?

—Me da miedo, ¿y si encuentro realmente a alguien que me mira desde fuera?

—No creo, llamo a la policía por ti—Leila intentaba tranquilizarla.

—Pero...

—Vamos, no es tan difícil. Solo mira de reojo a la ventana.

Hallie tragó saliva, y se acercó a la cortina, asomó su cabeza solo un pelín:

—Maldición, si hay alguien.

—¿Lo ves? Te dije que no había nad... ¿Qué? Repítelo.

—¡Lo sabía! —hiperventiló Hallie—, es mi fin.

—Mmmmh, respira —dijo Leila con la intención de ganar unos segundos más—, lo solucionaremos, mmh...

—Espera—aguardó Hallie mientras desempeñaba el cristal—. Creo que es Zac.

—¿En serio?—preguntó incrédula—. ¿Y si es un fantasma?

—Lo averiguaremos ahora— Hallie tomó su celular para fotografiar al extraño que estaba afuera de su edificio, mirando hacia su ventana

¿Contigo sin Internet? (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora