25-. Batería al 100%

2K 204 216
                                    

El temor a que no funcionara y estos meses fueran una pérdida de tiempo, eran unos de los tantos pensamientos que Hallie tenía cada que recordaba que Zachary tenía intenciones de marcharse a finales de año.

Si Zac le rompía el corazón no lo consideraba como la peor parte. Era mucho peor no haberlo intentado. Y aquello era un riesgo que estaba dispuesta a asumir por amor.

No se trataba de una repentina atracción del momento, o de un amor pasajero. Amaba a Zachary. Lo descubrió cuando se volvieron a besar en la granja, el lugar no era precisamente el mejor de todos, pero a veces los escenarios menos románticos, se vuelven especiales al compartirlos con «esa» persona importante.

De solo acordarse, sonrió involuntariamente. Y acarició sus propios labios, buscando con la yema de los dedos algún rastro de él, una esencia que emanaba cuando la besaba.

Podía acariciar sus labios todo el día a no ser que ocupara las manos para escribir en el colegio. Era una lástima tener que seguir con su vida académica luego de enamorarse.

Sobre todo si quería salvar el semestre sin reprobar asignaturas que, en teoría, ya estaban perdidas.

Bueno, solo miraré a Zachary por última vez para recargar energía y después me concentraré en la escuela. Se dijo a sí misma.

Pero era imposible dejar de pensar en él si lo observaba mientras leía y subrayaba los libros. Zachary alzaba el mentón para comprender y reflexionar, chasqueaba los dedos y realizaba apuntes en su libreta. Todo un hombre inteligente y estudioso, Dios, era tan atractivo a sus ojos que podía gastar el resto de la clase en mirarlo.

Desafortunadamente, la clase terminó, y Zachary comenzó a empacar.

–Acabó muy pronto la clase, ¿no? –Hallie se acercó al pupitre.

–Duró dos horas, ¿de qué hablas? –respondió Tom, uniéndose a la conversación–. Fue eterna.

Zachary no se pronunció al respecto. En cambio, se dirigió a la salida del aula.

–Sentí que duró como cinco minutos...–Hallie intentó hablar de nuevo, con la esperanza de que esta vez Zachary girara hacia ella.

–Parece que alguien no prestó mucha atención–volvió a responder Tom–. ¿Estabas dormida?

Hallie persiguió con la mirada a Zachary y fue tras él no sin antes despedirse de Tom:

–Te veo luego, ¿vale? –dijo apresurada y corrió hacia la puerta.

Alcanzó a Zachary a escasos metros, en el pasillo escolar.

–Hola – Hallie estiró las asas de su mochila, para ocultar sus nervios. Zachary solo sonrió débilmente – ¿Todo bien?

Zachary asintió y continuó caminando.

Esta vez Hallie no le siguió el paso, se quedó a mirar un punto fijo en el suelo, le daba tristeza pensar que otra vez la estaba evadiendo, sobre todo cuando la había vuelto a besar a tan solo unas horas antes de que se hubiera puesto el sol.

–¿Quieres que nos reunamos hoy en la biblioteca para avanzar en el proyecto? –preguntó Hallie, con temor a ser ignorada, pues solo veía la espalda de Zac.

–Mejor otro día–dijo a lo lejos, sin voltear a mirarla.

Entonces Hallie tomó de su bolsillo el celular, para ocultarse de él, y restarle importancia.

Decidió escribir un mensaje a su mejor amiga de internet:

Hallie: Lo volvió a hacer.

Leila: ?

¿Contigo sin Internet? (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora