Subí mi mano de su pecho a su nuca lentamente para acercar sus labios a los míos, la bese, fue un beso intenso pero tierno, sin ninguna intención sexual, trataba de decirle que si confiaba, no para contarle lo que sucede, pero demonios, confiaba en ella hasta el final.

- Quisiera creerte, espero que puedas ser capaz de decirme las cosas antes de que sea muy tarde, solo así podre protegerte realmente- confeso mientras acariciaba mis mejillas.

Está bien, definitivamente sospechaba cosas, lo más importante es que sospecha que yo se cosas que ella no con respecto a este caso.

La abrace y nos recosté en la cama quedando sobre ella, podía escuchar como sus latidos acelerados fueron bajando sus revoluciones, necesitaba contarle la verdad, pero no sé hasta qué punto eso perjudicaría nuestra cercanía y su amistad con Galindo, era algo jodido tener que explicarle el porqué de las cosas, hablar de nuestros padres no era tarea fácil y no me sentía capaz de quitarle la máscara a German Calle.

Tres toques en la puerta y la voz de villa diciendo que la comida estaba lista bastaron para que Daniela se levantara sin darme tiempo de protestar, ella recibió dos platos de ese delicioso manjar, los acomodo en la cama y me pidió que esperara mientras desaparecía por las escaleras, volvió con dos copas, una con vino y la otra con jugo.

- ¿De qué es?- pregunte señalando el cristal que contenía el líquido amarillo pálido.

- Mango en leche- dijo con una sonrisa ladina.

- Wow, aun lo recuerdas- me sorprendía gratamente que aún lo supiera- ¿de dónde salió? Yo no lo pedí.

- Lo traje al llegar, no lo notaste por estar en los brazos de la persona equivocada- cuestiono mientras tomaba de su copa el licor rojo oscuro.

- Muchas gracias- me acerque dejando un pico rápido en sus labios- el vino esta exquisito- dije relamiendo mis labios recibiendo un guiño de su parte.

- Come- señalo la comida y solo eso basto para empezar a devorarla, comer es uno de mis mejores placeres, siempre estoy pensando en comida, en comer y sus derivados.

- Debo viajar a Barcelona- dijo con tranquilidad mientras yo por estar engullendo la comida estuve por morir al tratar de responder rápidamente, me miro preocupada mientras masajeaba mi espalda- ¿mejor?

- Si, lo siento, ¿Cuándo?- pregunte, eso no me lo esperaba.

- Mañana por la noche, serán solo dos días- dijo tomando un poco más de vino.

- ¿Qué te lleva a Barcelona?- indague.

- Son asuntos personales, en realidad no es nada, solo necesito tener el control de eso.

- Entiendo- dije dudosa.

- Quisiera llevarte conmigo y luego ir a Venecia, pero no creo que sea adecuado- dijo con prudencia.

- Tampoco lo creo, ¿viajaras sola?- no sé porque había preguntado eso, pero parece que di en el clavo por la expresión en su rostro.

- No, una amiga viaja a España y nos iremos en su Jet- dijo mirándome por encima de la copa.

- Puedes usar el mío- ofrecí.

- No quiero molestar, además ya he quedado con ella- sonrió.

- No molestas, me sentiría más cómoda si me tomaras la palabra- insistí.

- No hay de qué preocuparse- respondió.

- No me preocupo, ¿Qué amiga?- solté.

- ¿Cómo?- su cara era pura confusión.

- ¿Qué amiga se ofreció a llevarte?, ¿amiga o amiguita?- hice comillas con los dedos.

- ¿Ubicas a Halsey?- rodé los ojos.

- Si, la ubico, estuvimos colaborando en algunas beneficencias, ¿de dónde la conoces?- seguí interrogando.

- Me asignaron su protección hace un par de años, unos terroristas la habían amenazado precisamente por ser activista de algunas causas y estuve algunos meses con ella- respondió con naturalidad.

Estuve... estuve... estuve... ese estuve retumbaba en mi cabeza con un eco irónico.

- ¿Te la cogiste?- Calle expulso todo el contenido de su boca, las sabanas quedaron manchadas de vino- entonces si te la cogiste, aparte quieres que este cómoda con el hecho de que viajaras con ella en su jet privado- calle seguía tosiendo tratando de recuperarse, su rostro estaba rojo.

- Dios mío, Poché, no tienes de que preocuparte, solo es un viaje- se defendió.

- ¿Cuántas veces cogieron?- la mire seria.

- Poché...- se acercó y yo me aleje.

- Responde...- insistí.

- Solo un par de veces, fue hace mucho tiempo, ahora somos amigas.

- Te vas en mi Jet- ella estaba preparada para darme un argumento pero no la deje hablar- no es una petición, te vas en mi Jet, si no, lo tomare como que no te importa lo nuestro, no me siento cómoda con esa situación y no la voy a consentir, es tu decisión- dije tajante.

- Iré en tu Jet, ahora dime... ¿desde cuándo María José Garzón es celosa?- sonrió.

- Desde que no sé qué has hecho en los últimos doce años, desde que decidí que eras mía de nuevo.

- ¿Tuya?- dijo mordiéndose el labio inferior.

- Mía, en cuanto arreglemos toda esta situación lo haremos oficial, daré entrevistas en todas las revistas, todos van a saber que Daniela Calle Soto está conmigo- sonreí.

- Cierto, había olvidado que eras una de las empresarias solteras más cotizadas del mundo- dijo con ironía- si quieres hacerlo oficial debes pedírmelo de una forma muy romántica.

- ¿Por qué yo debo pedirlo?- cuestione cruzándome de brazos y haciendo un puchero.

- Tu eres la que quiere dar la entrevista en exclusiva de que me tatué "propiedad de Garzón" en una nalga- dijo mientras me sacaba la lengua.

- Buen punto- admití.

Sentí como mi reloj empezó a parpadear, era paula, necesitaba comunicarme con ella sin que Calle lo notara, discretamente me puse el audífono y me excuse diciendo que necesitaba ir al baño.

- Garzón- hable para indicarle a la mujer que ya podía hablar.

- Tenemos un pequeño problema- dijo la mujer al otro lado de la línea un poco perturbada.

- ¿Qué sucede?- insistí.

- Mario Ruiz- no sé porque, pero mi piel se erizo.

- Habla de una vez Paula...- presione para que dijera lo que ya sospechaba.

- Esta muerto...

CONTRA EL TIEMPO (Caché)Where stories live. Discover now