Especial [+18]: Kirishima Eijirou.

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Especial 200k lecturas [+18]

—Woah, también tengo este juego.

Alzaste la carcasa del videojuego para que el chico, que estaba sentado en la cama, lo viera. Lo dejaste a un lado y seguiste mirando cada uno de los juegos que tenía el chico junto a la consola.

Una de las aficiones más destacadas era que te gustaban los videojuegos; no le hacías el desquite a ninguno, podías jugar cualquiera con tal de pasarla bien.

Kirishima revisaba su celular mientras esperaba a que terminaras de elegir cuál de todos juegos jugarían ahora. En verdad, había pedido la consola a su amigo eléctrico, pues él no tenía una en su habitación.

En ese instante se encontraban en la casa del pelirrojo, pues estaban de vacaciones y lo habían liberado de las clases para ir a visitar a su familia. Al ver que tenía tiempo, te llamó para pasar juntos divirtiéndose; el problema fue que no lo dejaron salir, pues tenía que ir a cuidar la casa mientras sus padres trabajasen.

—¡Este! —gritaste levantándote rápidamente del suelo para acercarte al chico. Te abalanzarse sobre él, cayendo encima de la cama y arriba de él. Kirishima río al verte entusiasmada, pero dejó de sonreír al ver el juego.

—¿Estás segura?

—¡Sí! ¡Me gustan los juegos de citas! —saliste de encima del chico y te acercaste a la televisión, que ya tenía todo conectado, e insertaste el juego para que se viera en la pantalla.

Kirishima dio una sonrisa torcida, estaba feliz de verte tan emocionada, lo malo era que conocía a su amigo, y ese juego de citas no sería para nada romántico.

El pelirrojo se levantó de la cama, tomó el par de almohadas y se las llevó hasta donde estabas, pues la televisión estaba un poco lejos, y la consola no tenía mandos inalámbricos. Tiró los almohadones al suelo, uno para él y uno para ti. Se sentó sobre el y espero a que hicieras lo mismo.

Cuando ya terminaste de poner todo, te diste la vuelta y viste como el chico ya estaba sentado en el suelo. Con su mano palmeó el cojín a su lado para que te sentaras a su lado. Te acercaste a él, pero no te sentaste donde él dijo, sino al frente de él, entre sus piernas.

—¡¿[Nombre]...?!

—¿No te molesta? —preguntaste. Giraste el rostro para poder verlo. Kirishima mordió el interior de sus mejillas y negó moviendo la cabeza—. ¡Genial! Se siente bien estar cerca tuyo.

Le sonreíste mientras cruzabas las piernas para mayor comodidad. Así, empezaste a ver el inicio del juego.

Los minutos pasaron, y con ellos el desarrollo de la historia, que ahora te dabas cuenta que no era para nada lo que pensabas. El problema era que no podías parar, querías saber que seguía. Kirishima por su parte trataba de pensar en otras cosas, cosas que lo ayudasen a no delatarse. Tenerte cerca y que te movieras por todo, no era bueno para su hombría.

—¿No crees que deberíamos ir a comer algo? —preguntó el chico. El aire que soltó llegó a tu nuca haciéndote estremecer—. ¿Estás bien?

—¿Ah? Sí. Solo déjame terminar este capítulo y bajamos.

En la pantalla aparecían dos chicas en ropa interior, pidiéndole al protagonista elegir entre una de ella para ir a su habitación. Justo cuando salió una imagen erótica en el juego, sentiste algo caliente en tu espalda baja. Llevaste tu mano hasta atrás para sacar lo que te molestaba, pero en consecuencia, escuchaste un gemido proveniente del pelirrojo.

—[Nombre] —susurró Kirishima tapándose la boca para no soltar un sonido gutural. Le habías apretado su miembro sin querer. Soltaste su bulto al ver lo que provocaste, pero el chico impidió que alejaras la mano—, por favor, sigue...

Citas a ciegas [One Shots | BNHA]Where stories live. Discover now