Cita 14: Chisaki Kai.

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—Hm, qué raro —susurraste extrañada mirando hacia todos lados.

El lugar donde te encontrabas era un poco aislado y no tan concurrido, pues estaba en un barrio abandonado.

—Tal vez no debí venir —dijiste nerviosa. Sacaste tu celular para llamar a tu amiga y decirle lo que pasaba.

Hace unos días atrás que te había llegado una solicitud en la aplicación, y como no le tomaste mucha importancia aceptaste sin más a quién quiera que te había enviado la solicitud. Después de aceptarla, no pasaron ni 5 minutos cuando te llegó un mensaje del mismo perfil anónimo, pero en este solo se encontraba un cifrado de una dirección. 

Cuando te llegó esa dirección no estabas muy segura de que fuese lo mejor del mundo ir a ver que pasaba, pero tu curiosidad era grande. Así que, ideaste un plan con Mina para poder ir, y que si pasara algo pudieras llamarla inmediatamente, como lo han estado haciendo desde que iniciaste en esta aplicación. Pero ahora mismo no estaba funcionando.

—Vamos, mina —dijiste desesperada mientras tenias tu celular en tu oído esperando a que la chica contestara—. Esto me está poniendo los pelos de punta.

El lugar era desastroso. La basura escombrada, las calles sucias y rastros de peleas notorias en las paredes no eran una buena señal. 

Te sentaste en el único paradero que encontraste en ese barrio y suspiraste derrotada, no contestaba nadie y el cielo estaba grisáceo.

—La señal por estos lados es mala, no creo que puedas llamar a nadie. —Una voz masculina te habló desde tus espaldas.  

Tu cuerpo se entumeció, una corriente eléctrica subió por toda tu espina dorsal haciendo que un escalofrío te hiciera temblar del susto. Cerraste los ojos con fuerza por el miedo y empezaste a sudar frío.

Tenías miedo de voltear, si el barrio en donde estabas tenía una pinta lúgubre, ¿cómo serian los habitantes?

El cielo se oscureció por las nubes grises que estaban llegando, la lluvia se aproximaba y aún estabas allí, con un extraño a tu espalda, y con el corazón a mil.

Te armaste de valor y giraste tu cabeza para ver quien era, pero no pudiste ver nada más que un torso muy cerca tuyo. Levantaste la vista hasta topar con el rostro -nada visible- del hombre que te habló antes.

Y en ese preciso momento, como si no fuera peor, la lluvia comenzó. 

Qué suerte la tuya. 

Para más remate, el techo del paradero estaba parcialmente desaparecido, roto y quebrantado en algunas parte, dejando abertura para que la lluvia te mojara. 

—Ah, yo... —No podías pronunciar ninguna palabra coherente. Dejaste de tratar de hablar y cerraste la boca, tragando en seco.

El chico te dio una "sonrisa", que aunque no se podía ver, se notaba en la forma en que achinaban sus ojos. Después de eso, este se caminó dando la vuelta al asiento, llegando hasta tu lado, aún de pie.

No te habías dado cuenta del paraguas que llevaba cuando recién lo abrió y te lo extendió para que lo tomaras. Dudaste un poco sobre si tomarlo o no, pero ya era mucho el frío que estabas sintiendo, así que decidiste por agarrarlo.

—Gracias —hablaste bajo, siendo casi inaudible. El chico asintió y se sentó a la par tuya, quedando la mitad de su cuerpo siendo mojado por la lluvia.

El silencio reinó un par de minutos el lugar, hasta que el de cabello oscuro habló.

—No pensé que vendrías.

Volteaste a verlo confundida, hasta que reaccionaste. Con esa frase te dio a entender que él había sido quién te envió solicitud en la aplicación y también te envió ese mensaje extraño.

Dejaste de mirarlo y agachaste la cabeza nerviosa.

—Me dio curiosidad saber que era, —Empezaste a hablar—, por eso estoy aquí.

—Muy valiente de tu parte venir sin saber qué podría pasar —contestó serio, se volteó hacia ti y volvió a hablar—, ¿no tienes miedo?

Te quedaste callada a su pregunta.

—Dime, [Nombre]. —Se acercó un poco más a ti, llegando cerca de tu oído—. ¿No me tienes miedo?

Te levantaste del asiento sobresaltada, quedando al frente de él, que aún se mantenía en la misma posición. La lluvia volvió a mojarte, pues habías soltado el paraguas.

—¿Por qué enviaste ese mensaje? ¿por qué yo? —hablaste buscando respuestas, la situación se estaba tornando totalmente extraña. 

El joven al frente tuyo mantuvo su mirada pegada a ti, analizándote. 

—Sabes —habló mientras dio un suspiro al aire—, hace mucho tiempo que decidí no entrometerme en asuntos que incluyeran emociones o sentimientos. —Cerró los ojos un momento, escuchando el sonido de la lluvia y tu respiración agitada—. Pero no pensé que volvería a suceder.

—No te entiendo... 

—Te vi hace un par de semanas con otro chico, —Este se levantó y se agachó a recoger el paraguas que habías botado al suelo. Le seguiste con la mirada sus movimientos, aún seguía siendo un extraño. Se levantó con el objeto ya en mano y lo posicionó encima tuyo, para que no te volvieras a mojar—, cuando me hablaste y fuiste gentil conmigo, como lo fue el jefe...

Paró de hablar y mantuvo otra vez su vista en ti, podía ver como la lluvia golpeaba su cuerpo, haciendo que la escena frente a ti se volviera triste. Otra vez el silencio reinó en el lugar, pero ahora no era incómodo, solo era serenidad.

—Deberías volver a casa —habló mientras extendía la mano libre—, está un poco más calmada la lluvia.

Asentiste tímida ante sus palabras y le viste sacar de su bolsillo un tapabocas totalmente blanco.

—Ten, —Te lo extendió al igual que el paraguas—, quédatelo.

Agarraste primero el tapabocas y te lo pusiste enseguida. El chico volvió a sonreír bajo su máscara como la primera vez. 

—Te ves bien así —dijo mientras agarrabas el paraguas de su mano—. Me voy.

Se dio media vuelta y empezó a caminar detrás del paradero, por donde se veía un pequeño pasillo, seguro que el mismo por donde llegó. Antes de no verse más, le gritaste.

—¡Espera! —El chico paró su andar, pero no se volteó—. ¿Cómo te llamas?

Esta vez solo giro su rostro para poder mirarte de reojo. No querías gritar, pero tu curiosidad por el tipo creció demasiado.

—Overhaul —dijo para luego volver por su camino—, nada más que eso.

Después de eso, no pudiste verlo más. Se había ido.

Te quedaste parada en el mismo sitio sintiéndote extraña, curiosa, nerviosa, abrumada, pero también asombrada por el hombre que ya no estaba.

—Overhaul...

No podías descifrar como estabas en ese momento, solo sentías la necesidad de querer volverlo a ver.

Cita 14: ??/10

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