Cita 56: Hawks.

5.4K 693 333
                                    

La luz del semáforo cambió, ya podían avanzar hacia la otra calle. Cruzaste en compañía de los demás transeúntes, y cuando llegaste al otro lado y giraste, pudiste apreciar como tu cita seguía en la misma posición sacándose fotos con algunas de sus admiradoras.

Suspiraste cansada de la situación. Sabías que era hiper reconocido donde quiera que vaya, pero esto simplemente estaba arruinando su salida.

Lo dejaste ser y decidiste por caminar sola, si te llamaba después tal vez aceptarías intentarlo de nuevo.

—¿Me dejarás otra vez?

Levantaste la mirada al cielo, el chico estaba volando sobre ti. Desviaste la mirada cuando aterrizó al frente tuyo; trataba de que lo miraras, pero no querías hacerlo.

—¿Otra vez estás celosa? —inquirió al verte en ese estado.

—No son celos, —Ahora tu vista se centraba en él—, pero siempre es lo mismo.

—Hermosa, por eso siempre te digo que vayamos a mi casa, —Se acercó peligrosamente a tu rostro—, ahí tendríamos más intimidad.

Lo alejaste de ti mientras lo mirabas con el ceño fruncido.

—No soy estúpida, sé lo que quieres. Ya te dije que no, Keigo.

Takami Keigo era un casanova, y él mismo lo había puesto en su perfil en la aplicación. "Citas casuales", lo que en resumidas cuentas era: "Tendremos sexo. Después si te he visto, no me acuerdo".

De todas las citas que han tenido, no has dejado que el chico tenga su cometido, eso ha hecho que él sea persistente contigo; y tú no eres tonta, él era demasiado atractivo como para rechazarlo. Era un juego de tira y afloja, uno de los dos se iba a cansar, o él no insistía más o tú cedías ante él.

—Eso fue en la primera cita, hermosa. Contigo sé que no puedo jugar —Te miró de esa manera seductora que tanto te encantaba— a menos que tu quieras.

Revoloteaste los ojos y seguiste tu camino, pasando de él y dejándolo atrás, aunque pronto ya estaba a la par tuya rodeando tus hombros con su brazo.

Durante el trayecto a la estación para irte a casa, estuvo insistiendo en seguir con la cita. No aguantabas ni un quejido más de él.

—Vamos, por favor. Sabes que quieres, o sino no aceptarías cada vez que te invito a salir.

—¡Bien! ¡Está bien! —gritaste parando de caminar. Nadie podía sacar la sonrisa del rostro del chico—. Solo vayamos a cualquier parte.

—¿Cualquier parte?

—No iremos a tu casa.

Dio una carcajada al aire antes de tomarte desprevenida por la cintura. Sus alas se estiraron para dar inicio al vuelo; apretó tu cuerpo al suyo, quedando apegados y con tu visión puesta en el pecho de él.

—Sujetate hermosa, si no quieres morir.

Se elevó por los aires, la vista a la ciudad era maravillosa. Aunque era pleno día, eso no quitaba que la ciudad fuera espectacular desde arriba.

—¿No te parece buena idea esta cita aérea?

—Qué original de tu parte —dijiste. Levantaste la mirada para ver el perfil del chico, estaba atento mirando al frente.

Pronto pudiste apreciar a donde se dirigían. A un par de minutos se encontraba entre los frondosos árboles afuera de la ciudad un mirador.

Cuando llegaron a suelo firme, tuviste un pequeño mareo que te hizo tambalear. Keigo te sujetó pensando que te caerías, pero simplemente fue un tropezón insignificante. Sentiste como el chico apretaba su agarre, levantaste la mirada solo para verlo sonreír.

—Ten cuidado...

Tu corazón dio un vuelco en ese instante. Él podía ser arrogante y coqueto a veces, pero cuando estaba tan calmado y tranquilo parecía ser un príncipe sacado de los libros infantiles. Su rostro perfilado, su cuerpo definido, su personalidad extrovertida. Aunque no lo quisieras aceptar, siempre volvías a aceptar una cita con él porque te atraía todo de él.

Te soltaste de su agarre rápidamente, ocultando tu rostro mirando a otro lado.

—Sí... gracias, creo. —Intentaste no verlo a los ojos.

Caminaste hasta la orilla del mirador, apreciando todo el paisaje que se deslumbraba. El héroe se acerco a tu lado, obteniendo las mismas vistas que tú.

—No estés tan nerviosa —dijo en chico mientras llevaba su mano a tu rostro y dejaba tu pelo detrás de tu oreja.

—¿Quién dijo que estoy... nerviosa? —titubeaste casi al final. Este rió ante tu actuar.

—Tus orejas se ponen rojas cuando estás nerviosa, hermosa.

Tapaste tus orejas instintivamente cuando dijo eso. Ahora tu cara completa estaba en un rojo vivo.

—¿Qué? ¿Cómo sabes eso?

—Aunque no lo creas, siempre estuve atento a ti en nuestras citas.

—No bromees, siempre que salimos estuve rodeado de tus fans que te pedían fotos o autógrafos, cómo es posible...

La mano del chico estaba ahora tomando tus manos, que aún tapaban tus orejas, y las apretó con delicadeza. No apartó la vista de tus ojos.

—Podría haber estado rodeado de otras chicas, pero mi atención siempre estuvo en ti.

Keigo se acercó hasta tu rostro, esperando ser detenido por ti para no hacer algo que no quisieras, pero al ver que no hiciste ningún movimiento, avanzó hasta unir sus labios con los tuyos. Te quedaste quieta, asombrada por lo que acababa de decir y hacer, pero pronto seguiste el movimiento del chico, aceptando el beso sin mayor problema.

Cuando se separaron, el héroe apoyó su frente contra la tuya.

—Te ves muy linda sonrojada.

—Cállate.

Aunque tus palabras fueran cortantes, todo tu ser le indicaba al chico sentimientos diferentes. Te dio una sonrisa ladina antes de separar sus frentes.

—Bueno, hermosa. ¿Qué te parece tener otra cita la próxima semana? —dijo aligerando el ambiente—. Estaré ocupado, pero por ti hago un hueco en mi agenda.

Te guiñó el ojo de forma coqueta. Soltaste una risa al ver su acción.

—Con tal de no se en un lugar donde tus fans nos interrumpan.

—Podemos ver eso, ¿a dónde te gustaría ir?

Desviaste tu mirada hacia el paisaje.

—Tal vez... una cita en casa estaría bien.

Lo volviste a mirar solo para ver su reacción; estaba ligeramente asombrado, pero pronto su rostro cambió a una sonrisa.

Se acercó a ti otra vez y volvió a darte un beso corto.

—Estaré esperando ese día, hermosa.

Y no solo él.

Cita 56: ??/10

Citas a ciegas [One Shots | BNHA]जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें