Citas a ciegas [One Shots | BNHA]

Cita 1: Todoroki Shoto.

El arte es una de las formas más maravillosas para que las personas pudieran expresar sus emociones y mostrarlas al mundo.

La forma en que eran pintados los cuadros más valiosos conmovía a todas las personas, o bueno, a casi todas.

—Tal vez si cerramos un ojo y entrecerramos el otro, podamos entender esto —dijiste mientras inclinabas la cabeza. Suspiraste derrotada y volteaste hacia tu acompañante—. No hay caso, no entiendo el arte moderno.

—¿Quieres ver otra sección? —preguntó el chico bicolor. Asentiste en respuesta y caminaron a la par hacia otro salón del museo.

Al principio de la cita no estabas muy segura de que un lugar como un museo de arte sería el mejor panorama para una primera cita, pero la conversación amena con el chico te era suficiente.

—Esta es una de mis favoritas, —Apuntaste al cuadro en exposición—, el Arte precolombino siempre me ha fascinado.

—Pensé que no entendías el arte...

—Sí lo hago, pero el moderno es el que menos me gusta. Hay cuadros que valen millones solo por tener líneas rectas.

—Entiendo.

Miraste al chico como veía las pinturas serio. Conociste a Todoroki gracias a la aplicación que te había enviado tu amiga. Unos días hablando y te habías dado cuenta de que era muy gentil y simple. Decidieron conocerse, y ahora estaban recorriendo juntos el gran museo de la ciudad.

Mientras caminaban viendo los diferentes cuadros colgados, iban conversando sobre cualquier tema. El chico parecía serio, pero también era agradable hablar con él.

—Hay muchos cuadros muy bonitos. ¿No crees?

—Sí...

—Todoroki, ¿cómo conociste la página?

El chico se quedó pensando un segundo.

—Fue gracias a unos compañeros de clases. No tenía mucha fe, pero te conocí y me gustaste.

Paraste en seco y de un segundo a otro sentías la cara ardiendo, era la vergüenza que te había dado por lo que dijo el chico. Todoroki te miró extrañado por tu reacción.

—¿Dije algo malo? —preguntó, negaste con la cabeza tapándote la cara con tus manos, tal vez era una reacción exagerada, pero te lo dijo tan casual que tu vergüenza aumentó.

—No, no te preocupes. Eres muy divertido Todoroki.

Retomaste el camino y seguiste viendo las diferentes pinturas. Tal vez no lo pudiste notar, pero el chico había sonreído por lo que le dijiste.

—Gracias.

Al frente de ustedes un grupo de pequeños tenían un tour escolar, no parecían mayores a 6 años. No le tomaste mayor importancia, pero uno de los chicos los veía intensamente. Siguió mirándolos hasta que habló.

—¡Tú eres el chico que salió segundo en el festival deportivo! —Después de decir eso, sus otros compañeros voltearon hacia ustedes y se encimaron en Todoroki, que no podía moverse.

Fuiste arrastrada un poco lejos del bicolor, pero miraste la escena divertida. Las maestras trataban de calmarlos y que mantuvieran silencio, mientras el chico era tironeado por la masa de mini estudiantes. Todos hablaban al mismo tiempo y le preguntaban cualquier cosa.

Estuviste aguantando la risa hasta que todo empezó a calmarse, el grupo se despidió y las maestras le pedían perdón por todo lo ocurrido. Caminó hasta donde estabas y suspiró al llegar a tu lado.

—No sabía que eras famoso, Todoroki.

Él solo te miró neutral y volvió a suspirar. Después del incidente decidieron salir del museo, se dieron cuenta que ya estaba atardeciendo, el tiempo había pasado demasiado rápido.

El chico se dirigió a ti con una mirada de disculpa.

—Lo siento por arruinar la salida —dijo mientras pasaba una mano por detrás de su cuello—. En verdad quería conocerte mejor.

Moviste las manos de un lado a otro mientras negabas con la cabeza.

—En verdad me divertí mucho, nunca pensé que un museo sería tan divertido. —Sonreíste, y él te devolvió la sonrisa.

Como ya se hacía tarde, decidieron volver a sus casas. Fueron juntos hasta la estación más cercana, de allí tomarían diferentes trenes. Dentro de la estación esperaron a que tu tren llegara primero.

Había sido un día tranquilo y agradable, dejando de lado a los mini seguidores de Todoroki. Volteaste a verlo cuando te diste cuenta de que tu tren estaba por llegar.

—Muchas gracias por hoy, Todoroki. —dijiste—. Espero que podamos salir otra vez.

Todoroki asintió. El tren paró, estabas a punto de entrar, pero sentiste que te tomaron la mano. Volteaste a ver al chico, pero este solo tenía la cabeza gacha.

—¿Todoroki?

—No te vayas aún... —Hubo una pequeña pausa, el chico levantó una mirada seria—... Tenemos que besarnos.

¿Qué?

Quedaste asombrada por lo que dijo, sentiste los colores en tu cara otra vez. No sabías si era una broma o no.

—¡Todoroki!, ¿por qué dices eso? —El chico te soltó la mano mirándote extrañado.

—Mineta dijo que tenía que aprovechar... o algo así.

Lo miraste con el ceño fruncido, no sabías de quién hablaba. Al parecer entendió tu mirada y habló.

—Bueno, no sabía qué hacer cuando estuviera contigo, así que le pedí sugerencias a mis compañeros... ¿estuvo mal?

Reíste ante su cara de aflijo y lo miraste tiernamente, parecía todo un inexperto.

—Solo trata de no seguir las recomendaciones de ese tal Mineta, ¿sí? —Él solo asintió.

Como todo estaba solucionado, te despediste de él y te adentrarse en el tren. Suspiraste cansada, para ser la primera cita, fue movida, pero esperabas poder salir con él más adelante.

Cita 1: ??/10