∆ Imaginas Marvel ∆ #WhateverItTakes

Steve Rogers

Título: Buscando ayuda.
Alerta: Basado en el tráiler de Infinity War algo distorsionado.
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Estabas en la sala del complejo junto con tu hermano Thor, Tony y Bruce, estabas a punto de explotar del coraje y la furia; venías de destruir a Hela junto con ellos y cuando vuelves a la Tierra te enteras que el equipo que cuando te fuiste estaba bien, ahora todos se habían separado.

-¡¿Se pelearon por unos putos acuerdos?!

-¡Fue su culpa!, ¡luego me enteré de otra cosa y me dolió más!

-¡Me importa un carajo!, ¡estamos al borde del apocalipsis por un titán loco! ¡dejen su estúpido orgullo y arréglense chingada madre!

Dejaste salir todo lo que habías tratado de guardar y contener, se sentía bien sacar todo eso así que dejaste salir una sonrisita mientras todos te miraban sorprendidos excepto tu hermano.

-Ok... Prometo que trataré de arreglar todo con Rogers pero no sé a dónde está.

-¿Y los demás?

-Visión encontró a Wanda en un pueblo muy alejado, no quiso entregarla y se quedó con ella.

-Yo iré por ellos, entre más ayuda tengamos mejor.

Te subiste al avión Stark y llegaste a la ciudad donde supuestamente fue la última vez que supieron de Visión, te teletransportaste hasta el pueblito, específicamente a las calles principales, era de noche y solo las pocas luces de las calles iluminaban el lugar, caminaste un poco por ellas que ha decir verdad estaban muy solas para ser casi las 9 pm, hasta que escuchaste un grito desgarrador, corriste hasta allá y viste a una criatura extraña con forma de mujer con el cetro de Loki quitándole a Visión la gema de la mente.

-¡Noo!

Gritaste al mismo tiempo que corrías hacia ella y tratabas de herirla con tu espada, ella fácilmente te golpeó una vez y te lanzó un rayo del cetro ya con la gema que te hizo salir volando hasta más atrás de la calle.

Trataste de levantarte pero tenías una quemadura del rayo en tu abdomen que empezaba a desangrar.

-Vaya vaya, al parecer la hija de Odín no es tan fuerte como decían.

-Espera que te dé tu merecido perra.

Escupiste y ella enojada te dio una patada dejándote boca abajo en la calle, no podías pararte porque ardía la quemadura, sacó el cetro y sonrió malévolamente.