∆ Imaginas Marvel ∆ #WhateverItTakes

Pietro Maximoff

Título: Amigo (I/II)
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Hace unos años, habías formado una relación con el famoso playboy y filántropo. Habían tenido sus dificultades pero seguían juntos a pesar de todo. Vivías en la torre Avengers, todos eran muy buenos amigos pero a quién más querías era al más veloz de todos, Pietro.

-¡Vamos Pietro, deja eso!

Reíste por las muecas que hacía el platinado hacia ti. Rieron un rato más y se pusieron a charlar en el sofá con tu cabeza apoyada en su pecho.

-¿Cómo vas con Tony?

Preguntó sorprendiéndote por ello.

-Bien, creo... Hace mucho que no tenemos tiempo juntos o a solas, pero ¿qué se le va a hacer?

Hiciste una mueca, te sentías triste por la ausencia de Tony, sabías que tenía trabajo que hacer y eso, pero hace meses que no pasaban meses juntos, solo se saludaban y se besaban pero no más. Pietro acarició tu rostro levemente.

-A que te gano en Just Dance.

Trató de levantarte el ánimo.

-¿Tu? ¿A mí? Ya quisieras Maximoff.

Corriste a la sala de juegos con Pietro siguiéndote y sonriendo.

...

-Lo siento TN, pero he tenido mucho trabajo con planos y Fury. Lo recompensaré luego.

Escuchaste por tu celular, suspiraste y colgaste despidiéndote de él. Siempre lo mismo, ahora estabas en tu habitación, era viernes por la noche. Eso te hizo pensar, ¿cuándo el genio y millonario ha estado ocupado con trabajo un viernes por la noche? Rápidamente tomaste el control de tu televisión y la prendiste.

-FRIDAY enseñame la imagen de la oficina de Tony.

-Claro señorita TN.

En la pantalla apareció lo que menos esperabas. Un muy entretenido Tony Stark con la falda de una secretaria encima de su escritorio. Lágrimas se acumulaban en tus ojos, ahora solo sentías odio, hacia él y hacia ti por ser tan ciega y no darte cuenta antes de eso. No ibas a llorar por un estúpido como Tony Stark, o al menos no ahora. Decidida saliste de tu cuarto para decírselo al único que te apoyaría en estos momentos, Pietro.

-¿Enana?

-Piet.. ¿me das un abrazo?

En menos de un segundo tenías al platinado rodeándote con sus brazos fuertemente. Sollozaste en su pecho mientras él te acariciaba tu espalda.

Estuvieron así un buen momento. Te separaste lentamente y él, delicadamente tomó con sus manos tu rostro para ver fijamente tus ojos llenos de lágrimas. No iba a enojarse, sabía que Tony era el causante de tus lágrimas pero no haría nada o al menos hasta que te sintieras mejor.