Desde que sucedió lo de Ultrón te habías hecho la mejor amiga de Wanda, cada que podían se la pasaban juntas. Y ella, hace pocos meses, te apoyo y te impulsó a decirle tus sentimientos a Steve, cosa que hizo que ahora fueran una hermosa pareja que casi todo el mundo los felicitaba por ello. Casi todos.
Estabas tranquilamente leyendo una revista con una botella de agua a tu lado cuando sentiste una presencia sentarse frente a ti, levantaste la mirada encontrándote con el diablo en persona... Sharon Carter.
-¿Podrías irte? Estoy teniendo una mañana tranquila para que vengas a arruinarmela.
-Deberías tenerme más respeto estúpida. ¿O quieres que tú amiguita sufra?
La miraste seria. Esta mujer si sabía sacarte de tus casillas.
-Tu problema es conmigo, a Wanda no la metas en esto.
-Eso lo decides tú. Te diré algo; vas a terminar con Steve rompiéndole el corazón en mil pedazos y te irás de aquí.
-¿Y por qué mierdas te haría caso?
La miraste retadora mientras que ella mantenía en su rostro una sonrisa cínica que solo ella podía utilizar.
-Porque soy la única que tiene acceso al laboratorio donde se encuentra el chico veloz, doctores están tratando de revivirlo, no quieres que vaya y les arruine el trabajo que han hecho ¿verdad?
Apretaste tus puños fuertemente. Pietro había sido un gran hermano con Wanda y si podías traerlo de nuevo con ella, de una u otra forma lo harías.
-¿Entendiste?
-Si.
Dijiste entre dientes. Sharon se levantó y se fue con una sonrisa orgullosa mientras que pensabas qué ibas a hacer.
(...)
Habías citado a Steve en la sala de entrenamiento, por suerte ahora era sábado y nadie se encontraba ahí. Lo que ibas a hacer era una locura, pero siempre pondrías la felicidad de otros antes que la tuya. Y empezaste a temblar cuando viste a Steve llegar con su sonrisa hasta ti.
-Hola hermosa, ¿para qué me citaste aquí?
Sonrió, tomaste aire y evitaste soltar lágrimas, debías ser fuerte y demostrar que no te importaba aunque por dentro estuvieras más rota.
-Steve, debemos terminar.
-¿Qu-qué?
Su rostro cambió radicalmente a uno totalmente triste.
-Ya no quiero estar contigo.
-Pero.. ¿por qué?
Susurró, hasta tu sentiste su corazón romperse, junto con el tuyo.
-No te amo, jamás lo hice.
-TN...
Tomaste aire evitando soltar alguna lágrima.
-¿Crees que alguien cómo tú puede gustarme a mí? ¿crees que alguien cómo yo puede estar con alguien cómo tú?
-¿Qué?
Susurró y dejó salir unas lágrimas. Ahora si tenías ganas de llorar y mucho.
-Esto se acabó Steve, olvídate de mí y de que alguna vez fuimos algo... Cosa que fue un error.
Caminaste hasta la salida y cuando estuviste en una esquina solitaria te tiraste al suelo a llorar. Eso te había matado por dentro, verlo llorar, verlo quebrarse poco a poco a causa tuya, fue un gran castigo que no querías pagar.
(...)
Cerraste tu maleta con tu ropa y la llevaste hasta la puerta. Suspiraste por ultima vez, esto era lo peor, la peor sensación del mundo. Ver cómo tu futuro se desmorona rápidamente, es difícil.
Caminaste al elevador y pasó lo peor, todos los Vengadores estaban ahí viendo cómo Steve tenía sus manos en su cabeza sollozando. Querías morirte en ese instante. Caminaste por el pasillo con tu maleta bajo la atenta mirada de todos.
-¿TN?
Miraste a Wanda que estaba confundida y triste.
-Cuídate Wanda, eres la chica más fuerte que he conocido, no dejes que nadie te diga lo contrario.
Caminaste al elevador que justo venía saliendo Sharon de este. Esta sonrió satisfecha al verte con tu maleta, la tomaste fuertemente del brazo.
-Me entero que le hiciste algo a alguno de los Maximoff y te mataré lenta y dolorosamente.
La solté de golpe y me metí al elevador.
Las puertas se cerraron, al igual que mi amistad con ellos, mi familia, mi hermandad con Wanda... Mi futuro con Steve, todo. La vida a veces puede darte giros radicales que ni siquiera tú los ves venir.
