- ¿Y nunca has sentido algo más por otra persona?

- Bueno… No lo sé.

- ¿Ese “no lo sé” tiene nombre?

- Puede.

- ¿Quién?

- No lo sé, Nikolaj parece tener los cojones bien puestos y esa actitud me llama un poco, aunque es demasiado joven para mí.

- Me llevo quince años con Severus.

- No es lo mismo, no creo que a un hombre le interese realmente algo con una mujer 10 años mayor, además, yo tampoco estoy segura.

- Hay un truco que hace darte cuenta de si de verdad sientes algo por alguien.

- Soy todo oídos.

- Sueña que te acuestas con él, si sientes algo es que te atrae, así de simple.

- ¿Qué tipo de sentimientos? – preguntó no muy convencida.

- No los puedo describir, pero no se parecen nada a ningúno con carácter sexual.

- Bueno, por probar no pierdo nada.
En ese momento salió un Severus somnoliento.

- ¿Qué hacéis las dos aquí?

- Hablar – contestó Ellen levantándose a dejar su plato y sirviéndose algo de café.

- Eso me da miedo.

Cuando Ellen no miraba Severus me besó. Fue un beso casto, se notaba que a Severus le gustaba menos que a mí mostrar afecto.

- ¿Quieres café? – me preguntó acariciando mi pelo.

- Sí, solo, gracias.

Él asintió y sirvió dos tazas de café, para luego pasarme una. Se sirvió el desayuno y se sentó a mi lado.

- Gracias por preparar el desayuno, Ellen – dijo al dar el primer bocado.

- De nada – dijo divertida y volviéndose a sentar en frente mía con la taza de café en sus manos.

- Severus… - empezó a decir Ellen.

- ¿Qué quieres? – respondió con pesadez.

- ¿Cuánto lleváis juntos? – preguntó cómo si fuera una niña muy curiosa.

- Casi un año solo – dijo seco.

- Pensé que estar con alguien mejoraría tu actitud, pero sigues siendo igual de amargo – tomó un poco de su café con leche –, igual que tu café.

- Oye – me molesté –, que yo también lo tomo solo.

- Tú eres la excepción, eres muy dulce y amable. Bueno, será verdad eso de que los contrarios se atraen.

- Si tú lo dices...

- Eres un orgulloso cascarrabias – dijo divertida.

Al terminar el café me levanté para dejar las cosas y en ese momento apareció Nikolaj sin camiseta y frotándose los ojos.

- Buenos – bostezó – días. Por Circe, que bien he dormido, ¿qué hay de desayunar? – dijo con energía.

- Da gracias a que Ellen se haya preocupado de hacer el desayuno para todos o ahora te lo estarías haciendo tú.

- Muchas gracias – fue a abrazar a Ellen.

- No hay de qué – contestó con una sonrisa Ellen – Creo que me iré ya o se preocuparán por mí, es muy tarde.

Dark Shadow ~Severus SnapeWhere stories live. Discover now