- Lyra – preguntó con miedo – ¿sigues siendo virgen?

- Sí, y si estás tan ansiosa piensa que tú la perderás mucho antes de lo que yo lo haré.

- Eso no me tranquiliza, ¿qué tal vuestra escapada?

- Bien, visité por primera vez Irlanda y luego, por casualidad, conocí a su hermano.

- ¡¿Tiene un hermano?! ¿Cómo es?

- Es mono, con el pelo castaño, los ojos negros y la piel algo tostada y muy simpático.

- No me lo llevo a imaginar, ¿Cuántos años tiene?

- Creo recordar que 22, es decir, cinco años más que yo.

- Y estás con el mayor, definitivamente no sabes elegir.

- Lo siento, pero no soy capaz de elegir de quién me enamoro.

- Que filosófico. Por cierto, ahora me has dejado con la intriga de conocerlo, ¿crees que algún día lo veré?

- No veo por qué no, además es otro león, como tu novio.

- ¿Enserio? ¿Seguro que es su hermano?

- Yo me pregunté lo mismo.

- Es que siendo el mayor el jefe de su enemiga secular…

Cuando las compañeras de su cuarto llegaron yo me marché. No pude dormir, hasta que una hora después Norm se levantó de mis pies y se acostó a un lado de la cama.

Me costó volver a hacerme con la rutina y el tema estrella seguía siendo quién era el heredero de Slytherin que estaba abriendo la Cámara de los Secretos.

Después de la cena fui al despacho de Snape y allí pasé varios minutos intentando, sin logro alguno, lanzar un conjuro no verbal.

Cuando al fin lo intenté siguió el enfrentamiento en duelo, donde a medida que pasaban los días aprendía a leer los movimientos del adversario y a analizar la acción.


A principios de febrero todo iba demasiado bien, el primer sábado pude quedar por primera vez en el año con Severus para pasar algo de tiempo a solas y sin clases de por medio. Cuando llegué él estaba sentado en el sofá de su despacho con un libro sobre su regazo.

- Si lees así te vas a fastidiar el cuello.

- Gracias por interrumpir mi lectura – cerró el libro, lo apartó y se puso de pie.

- De nada.

- Tristemente, tenemos dos opciones o nos encerramos en mis habitaciones o vamos a la cabaña que Dumbledore me habilitó en el bosque prohibido. Personalmente creo que sería conveniente ir al bosque en otra fecha, ahora es difícil de acceder.

- Entonces solo hay una opción – me acerqué hasta quedar a su lado –. Aunque cualquier sitio me parecería bien mientras estemos juntos.

- Lamento no poder sacarte de Hogwarts.

- No te preocupes por eso – dije restándole importancia.

Lo seguí hasta su salón y allí nos sentamos uno al lado del otro en su sofá.

- ¿Qué quieres hacer? – acarició la piel de mis muslos.

- Cualquier cosa que se te ocurra irá bien.

- ¿Y si hacemos lo que hiciste con Nik? Creo que podría saber más de ti.

- Está bien, yo comienzo, iré a lo que ya se, ¿edad?

Dark Shadow ~Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora